La sesión plenaria de la pasada semana fue de lo más extraña. Dejó mucho espacio a la reflexión sobre la situación de la política local. Una de las cuestiones (sólo una; hubo muchos más) la puso ayer sobre la mesa la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Irun, Juana de Bengoechea. Criticó con dureza la «debilidad y la arrogancia» del Gobierno municipal personificado en la figura del alcalde, José Antonio Santano. «Se equivoca profundamente», dijo refiriéndose a la opción de gobierno en minoría elegida por el PSE. «En la mayor crisis que vivimos desde el cierre de las Aduanas, es decir, la mayor crisis en 20 años, gobiernan desde una posición de debilidad». Le pidió a Santano «que reflexione esa decisión por la debilidad y el aislamiento a la que sólo puede llevarle un impulso de arrogancia».
Las consecuencias del gobierno en minoría que tiene Irun se podrían reunir en dos grupos, según lo expuesto por la concejal popular. Por una parte, está «la situación en la que nos pone al resto de grupos», que ejemplificó con la votación sobre las tasas e impuestos para 2013 que se aprobó el miércoles gracias a que tres ediles populares votaron a favor, aunque dos se abstuvieran. Como ya explicara en el pleno, De Bengoechea recordó ayer que «no compartíamos un punto del dictamen: gravar en un 50% más el IBI de las segundas viviendas vacías. Por eso anunciamos al delegado, Miguel Ángel Páez, que nos abstendríamos». Sin embargo, durante la misma sesión, al ver que Bildu y PNV, por distintos motivos, votarían en contra, «nos sentimos obligados a variar los planes. Si el dictamen no se aprobaba, Irun perdería medio millón de euros de ingresos para 2013», además de incumplir el Plan Financiero que los propios populares aprobaron junto al PSE en julio de 2010 y con validez hasta el próximo año. «Por responsabilidad, por defender el interés general, pero no por apoyar al Gobierno, entendíamos que teníamos que hacer que se aprobara. Mantuvimos dos abstenciones para reflejar nuestras discrepancias». Y también como un aviso a navegantes para el Gobierno municipal, que parece estar agotando la paciencia de su principal aliado plenario. Juana de Bengoechea recordaba ayer que los presupuestos están cerca. «Y no vamos a apoyar un presupuesto de estancamiento total en el que los impuestos de los ciudadanos sólo sirvan para pagar sueldos, suministros y contratos. Y si Santano dice que habrá siete millones para inversiones, tendrá que explicarnos de dónde los va a sacar». Afirmó que «queremos seguir actuando con responsabilidad pero es difícil cuando llevas a remolque un gobierno débil».
El PP, abierto al pacto
El otro grupo de consecuencias advertido por Bengoechea tiene que ver con «las decisiones difíciles que toca tomar en tiempos de crisis. Es difícil estando en minoría, mientras pasteleas con todos los grupos para aprobar con unos una cosa, con otros otra... Porque es lo que está haciendo el PSE, pasteleando».
«Santano se equivoca. Irun necesita un gobierno fuerte que sea capaz de adoptar las medidas necesarias por duras que sean», dijo. Preguntada sobre si el PP estaría abierto a participar de ese Gobierno no dudó en recordar que «lo hemos estado desde el principio. Avanzamos mucho en las negociaciones, hubo incluso un documento sobre la mesa y de repente... se hizo el silencio y el vacío». Un silencio que achaca al «desconcierto socialista general, que no sabe si ir con Bildu, si gobernará con Urkullu, si quiere algo del PP...».
