Si hubiera que trazar un retrato robot con las características de los 157.000 voluntarios de Euskadi -el 8,6% de la población-, habría que empezar por cambiar el género del sustantivo con el que se designa, según la Ley del Voluntariado, a las personas que desarrollar «actividades de interés general de manera desinteresada y con carácter solidario». Porque, según el perfil establecido el 'Estudio del voluntariado en la CAPV 2012', el voluntario tipo es voluntaria (64,5% de mujeres), tiene más de 50 años (es el caso del 53,6%), estudios universitarios (el 42%) y no ejerce actividad remunerada alguna (41%).

No obstante, la diferencia de puntos que permite a una determinada tipología imponerse a otra es en casi todos los casos tan estrecha que, si algo ilustran los números, es la diversidad que predomina entre los voluntarios vascos.