La evolución que viene padeciendo en los últimos tiempos la calle Cipriano Larrañaga preocupa al Gobierno municipal. Así lo reconoció, sin medias tintas, el alcalde José Antonio Santano. «Para resolver un problema, el primer paso es reconocerlo. Vivimos en Irun, tenemos además los partes de la Policía Local y de la Ertzaintza. No es que sea algo sistemático, pero se están dando problemas, sobre todo los fines de semana; una evolución de ese entorno que nos preocupa desde hace tiempo».

Por esa razón, decía Santano, varias áreas municipales vienen trabajando juntas para analizar la situación y plantear soluciones. «Urbanismo, Policía Local, Disciplina Urbanística y Bienestar Social, porque todos los puntos de vista son importantes, han hecho ya un trabajo. Ahora vamos a salir a hablar con vecinos, comerciantes y hosteleros de Cipriano Larrañaga. Vamos a convocarles a una reunión en el mes de abril para presentar nuestro análisis y nuestras ideas y, sobre todo, para escuchar las propuestas de los afectados».

El Gobierno trabaja en la concreción de ese encuentro en un mes condicionado por la Semana Santa y en una zona en la que «no existe una AVV. Me consta que hay movimientos de algunos residentes para crearla, pero de momento, tendremos que convocarla con papeles en cada portal y hablando con cada comerciante y cada hostelero».

Sin medidas de excepción

Santano prefirió no desvelar gran cosa de por dónde irá la propuesta municipal para «renovar y mejorar» Cipriano Larrañaga porque «vamos a ir a esa reunión sin 'a prioris', dispuestos a escuchar y recoger ideas». Dejó claro que no prevé que vayan a hacer falta «medidas de excepción. Creemos que la línea debe ser similar a la seguida en la calle Fuenterrabía y cuyos resultados ya estamos viendo, aunque aún queda mucho margen de mejora allí». Es de la opiníon de que será aún más sencillo «darle la vuelta» a la situación de Cipriano Larrañaga «porque es una calle más corta y mucho más céntrica». Sí confirmó que se plantea una reurbanización «para favorecer el uso peatonal y público, pero teniendo en cuenta que tráfico tiene que haber» y anunció también que podría haber otras medidas desde «Policía Local y Disciplina Urbanística». Señaló como «objetivo final» que esta calle «sea un espacio público integrado en el centro de la ciudad; que el centro de Irun no acabe en la plaza del Ensanche. Para eso, hay que lograr una normalización desde la integración de de todo tipo de personas, algo en positivo. Nos preocupa que esa calle está fuera de la vida social, ciudadana y de ocio del centro de Irun y eso es lo que queremos evitar».

Para ello, «hemos decidido tomar la iniciativa y que esa evolución que llevaba ya un tiempo dándose no vaya a peor. Hay que hacer las cosas con cabeza, sin alarmas, pero hay que hacerlas», sentenció.