Con ese objetivo, a principios del mandato, «aprobamos un documento de Nuevas estrategias para los nuevos tiempos, una manera diferente de encarar esta situación nueva pero que seguirá en el futuro, porque ya no volveremos a lo que había. Se ha dado un cambio económico, de relaciones sociales, un cambio de modelo, y las instituciones tenemos que asumirlo».

«Esta crisis pone a prueba todo. Pone a prueba los valores, las convicciones y la capacidad de gestión». Apuntó los esfuerzos realizados en un año que «empezó lleno de incertidumbres, pero que hemos terminado con la economía muy saneada y con una perspectiva razonable».

Santano destacó que los cambios, «las exigencias», no han llegado únicamente en ese aspecto. Recordó que hubo gente que no entendió, «incluso en mi propio partido, que participara en la Conferencia Internacional de Alcaldes por la Paz», convocada en San Sebastián. «Lo hice de acuerdo con mis convicciones, tratando de ser alcalde de todos, por encima de las directrices de los partidos, y para defender allí lo mismo que he defendido siempre». Se extendió más en los valores porque «hay tres conceptos fundamentales para llevar a cabo el trabajo en el Ayuntamiento: cercanía, confianza y transparencia».

«Los problemas del Ayuntamiento tienen que ser los de sus ciudadanos. Para eso, hay que conocerlos, hay que estar cerca de las personas». Apuntó que entre reuniones con comerciantes, empresas y asociaciones y las sesiones de el alcalde en los barrios, «este año me habré reunido con más de 2.000 irundarras». Sobre sus visitas a los barrios, comentó que «ha servido para mucho, porque hemos escuchado y nos ha valido para hacer muchas cosas; algunas han sido obras, otras, ideas como el autobús rural o la regulación de locales de jóvenes».

Sobre la confianza, destacó la necesidad de transmitir a la ciudad «que este Ayuntamiento es de fiar, que sabe lo que hace. Porque la gestión no es pura matemática, hay que priorizar y en 2013 hemos priorizado ayudas a las personas apoyando las Ayudas de Emergencia Social, el Banco de Alimentos, el comedor social, el trabajo de las ONG... Hemos impulsado las iniciativas empresariales (se han puesto en marcha 11 nuevos negocios este año a través de K-Biziak, se han creado más de 150 pequeñas empresas), estrenado los Premios a la Innovación... Y hemos hecho mucha obra pública, gran parte con empresas de Irun».

Terminó resumiendo la transparencia en la idea de que «el Ayuntamiento debe tener paredes de cristal y los políticos, bolsillos de cristal». Reconoció que «hay que mejorar, pero estamos en ello. Ofrecemos cada vez más información. Los números del presupuesto se exponen en la web, nuestros salarios y patrimonio también. Trabajamos sobre un Código de ética y buen gobierno. Creo que no hay motivos para la desconfianza porque damos toda la información, es lo que estamos obligados a hacer».

El alcalde dijo también tener su «carta de los Reyes Magos» repleta de demandas hacia otras instituciones que espera ver atendidas en 2014.

«A la Diputación, le pido que cumpla con sus compromisos con los mayores de la ciudad y con el Servicio de Ayuda a Domicilio (que en parte está costeando el consistorio) y afronte la inversión en las carreteras de la comarca, especialmente la Ronda Sur. Al Gobierno Vasco, que respete los convenios firmados para desarrollar vivienda de alquiler en la ciudad y que asuma sus responsabilidades en las Ayudas de Emergencia Social y con las inversiones en los colegios para que no siga teniendo que hacerlo el Ayuntamiento. Al Estado, que atienda el mantenimiento de su patrimonio en Irun, porque lo tiene muy descuidado. Y que no se olvide del espacio ferroviario, empezando por la implantación del tercer hilo, un proyecto del que me voy a encargar personalmente que no se pare», prometió.