La Corporación municipal, con los votos a favor de PSE y PP y los votos en contra de PNV, Bildu y Ezker Batua, aprobó ayer el presupuesto del Ayuntamiento de Irun para 2014. Será, finalmente, de 65 millones de euros, toda vez que se aprobaron 17 enmiendas del Partido Popular por un total de 348.600 euros, dos de EAJ-PNV con una cuantía total de 250.000, otras dos de Ezker Batua que sumaban 118.000 y una más, que proponían PSE, PNV y PP a petición del Foro Ciudadano, (20.000 euros para desarrollar ecohuertas), que en las cuentas finales se le contabilizaron al Grupo Popular. El total incrementado sobre el borrador fue de 736.000 euros.

El PP ya había anunciado que apoyaría las cuentas; Bildu y EB, además de parciales, presentaron sendas enmiendas a la totalidad, por lo que su voto contrario era esperado. Lo sorprendente fue que también los jeltzales se sumaran al grupo del 'no'. Más cuando debatiendo las enmiendas a la totalidad, su portavoz, Xabier Iridoy, llegó a decir que «no hay que devolver estos presupuestos al Gobierno, sino mejorarlos».

El borrador presupuestario, que antes de las adiciones, era de 64,3 millones, fue presentado por el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, en la primera intervención de la sesión, como «un presupuesto real, riguroso y responsable. Los tiempos siguen siendo difíciles y son muchas las personas que necesitan ayuda». Advirtió que los ingresos previstos «son como los de 2005» y reconoció que no hay reserva ante una posible devolución que pueda exigir al final del año próximo la Diputación Foral. «Confíamos en los ahorros en gestión y en adjudicaciones, además de en los 3,2 millones que esperamos recibir de los presupuestos autonómicos», no incluidos en estas cuentas, «porque no vamos a gastar lo que aún no tenemos».

Recordó la congelación de impuestos locales y que, un año más, «no se solicitarán créditos. Tenemos un proyecto de ciudad y lo tenemos claro. Hay muchas cosas para hacer, pero hay que hacerlo con la certeza de los números», dijo. Incidió en las cifras «importantes: 5,7 millones en Bienestar social, 330.000 euros en subvenciones a obras privadas, 965.000 euros para Irun Ekintzan (Pacto por el Empleo)... Además de 20 millones en obras», entre el presupuesto y el plan de inversiones aprobado no hace ni un mes. Criticó que el Gobierno Vasco haya desistido de los compromisos firmados para desarrollar vivienda de alquiler protegido en la ciudad y abrió la puerta a que el Ayuntamiento acabe actuando.

Calificó de «participativos» los presupuestos alegando, más allá de las reuniones con asociaciones y entidades, «los encuentros con cientos de vecinos en 'El alcalde en los barrios', en los que adquirimos compromisos que hoy se reflejan en estos presupuestos». Por eso terminó apuntando que en este «2014 lleno de retos» el Gobierno entra «cargado de ilusión y de pasión, con un proyecto de ciudad en el que están implicados muchos iruneses».

Sobre esa propuesta inicial se construyó durante la sesión de ayer el dictamen final, con los 736.000 euros más que se añadieron por la vía de las enmiendas parciales. Ya con la primera que se aceptó al PP, relativa a destinar 100.000 euros para habilitar una marquesina de gran tamaño en la parada del bus de San Juan (del lado de Fermín Calbetón), los concejales nacionalistas Xabier Iridoy y José Corchón inquirieron al Gobierno cómo iba a financiar ese incremento extra si la enmienda de adición no llevaba aparejada ninguna de detracción. «No es serio meter partidas de gasto sin su correspondiente ingreso. ¿Hasta dónde piensa estirar el chicle del presupuesto el delegado de Hacienda?». Éste pidió al interventor municipal que respondiera, pero sus palabras no aclararon gran cosa, por lo que finalmente el alcalde, José Antonio Santano, tuvo que anunciar un receso para hablar con los portavoces. Minutos después, se reanudó la sesión con la explicación: utilizar parte de la diferencia entre el dinero consignado para las obras de plaza Urdanibia y mediateca de San Juan y el precio final de la adjudicación, un total de 818.000 euros de margen para incluir enmiendas sin necesidad de detraer el dinero de otras partidas.

Pero EAJ-PNV optó por mantener su propuesta para financiar sus correcciones. Proponían diez enmiendas de adición por un total de 2,26 millones y cuatro de detracción por la misma cuantía. De todo el conjunto, el Gobierno asumió dos: la mejora del camino que lleva a los hornos de Irugurutzeta (150.000 euros) y una partida de 100.000 euros para seguir actuando sobre los puntos negros de la ciudad.

Quizá aquí se fraguara el voto en contra jeltzale al final del pleno. El delegado de Hacienda reclamaba paciencia y cautela al PNV, recordándole que en las enmiendas que presentaba estaba contabilizando un dinero «que aún no tenemos. Vamos a hacer las cosas bien, a gastar lo que sí tenemos y, en unos meses, cuando tengamos la liquidación real de 2013 y los presupuestos de Gobierno Vasco estén aprobados con las partidas previstas para Irun incluidas, veremos qué más se puede hacer». No le valió ese razonamiento a Iridoy, que defendió que «estamos intentando impulsar la actividad económica en la ciudad y, con el paro que tenemos, eso no puede esperar ni tres meses ni dos ni uno. No podemos dejar de actuar». Aunque Páez le recordó que «hace tres semanas hemos aprobado 2,8 millones en obras, por lo que la actividad no va a parar», y que tanto él como desde Bildu y EB señalaron que quizá más que obras «haya que hacer otras cosas», Iridoy insistió en que propiciar «obras pequeñas desde el Ayuntamiento para que las hagan empresas de Irun es algo que está funcionando. No entiendo que sea algo que valía el mes pasado y ya no valga hoy». Se quedaron así fuera varias obras por valor de unos dos millones de euros.

Sí salieron adelante 17 propuestas del PP, aunque el montante fuera de apenas 95.000 euros más. La mencionada enmienda de la parada de San Juan fue la de mayor cuantía. 50.000 euros para la peatonalización del lateral de la Residencia Caser, otro tanto para acondicionar algunos locales de AAVV, 40.000 para el derribo de un inmueble cerca del polideportivo Azken Portu, 20.000 para el estudio de construcción de un parking en Harrobieta... Las demás eran de menor cuantía, muchas centradas en labores de mantenimiento, jardinería, iluminación, etcétera en lugares concretos de la ciudad.

Ezker Batua logró aprobar dos de las seis enmiendas que presentó. Hay que remontarse a los opulentos presupuestos precrisis para hallar cifras similares en enmiendas de EB incorporadas al presupuesto: 100.000 euros para elaborar un Plan de Conservación y Protección del valle de Olaberria asumidos por el Gobierno y 18.000 para un estudio sobre la situación de las balsas de purines del antiguo matadero de Montero, en el mismo barrio. Ésta, la última enmienda tratada en el Pleno, fue transaccionada y logró, por primera vez en toda la sesión, levantar las manos de todos los corporativos, aunque quizá otras enmiendas que el Gobierno incorporó al dictamen sin votación podrían haber logrado unanimidad.