Tres días quedan para que el Gobierno municipal cierre apoyos antes del pleno de presupuestos que se va a celebrar el lunes. El propio delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, señalaba ayer que va a ser «un fin de semana muy intenso». Quiere aprovechar la posibilidad de aprobar las cuentas municipales con un gran consenso que podría reunir hasta 19 de los 25 corporativos.

Tanto Partido Popular como Partido Nacionalista Vasco han declarado públicamente que existe la opción de que apoyen la propuesta presupuestaria del equipo de gobierno si éste sigue en la línea negociadora actual. Así lo indicó la portavoz popular Juana de Bengoechea el pasado lunes y, ayer, su homólogo jelzale Xabier Iridoy. «Hemos acordado ya con el delegado la aceptación de trece enmiendas por valor de unos 600.000 euros, un tercio de lo que proponíamos», señaló el portavoz nacionalista. En esta situación, consideraba que «no vamos a obstaculizar la aprobación de los presupuestos», y añadió que «si seguimos avanzando en esta línea, podríamos dar nuestro apoyo a las cuentas».

Para ello, reclama «que el Gobierno siga en esta voluntad negociadora que ha tenido hasta ahora» y que el acuerdo alcance «mayor número de enmiendas y algunas concretas, relacionadas con los procesos de participación de Artia y Belaskoenea, que no deberían quedarse reducidos a la mínima expresión».

Lo ya acordado entre jelzales y socialistas incluye «un plan de mejora en Artia (aunque solicitamos mayor cuantía), la mejora del aparcamiento de la rotonda de los olivos, eliminar el punto negro del callejón de Olaketa, ampliar la partida para caminos vecinales, dos nuevas marquesinas, urbanizar la calle Rataplan, mejorar la iluminación en calle Fagina, actuaciones puntuales en Anzaran y Ventas, garantizar aparcamiento en la rotonda de Wollmer cuando se anule el aparcamiento provisional de Palmera-Montero, una partida para casos de emergencia en deshaucios, revisar la cartelería de edificios municipales para que sea bilingüe y algunas actuaciones en política de igualdad de género».

Iridoy indicó su voluntad de reunirse con todos los grupos para acercar posturas sobre las enmiendas parciales de cada uno y destacó que «con el PP hubo un malentendido sobre los tiempos. Compartimos varias de sus propuestas y hablaremos para tratar de llegar a acuerdos».

Por su parte, el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, se refirió también ayer a los presupuestos. Comentó que el propio PSE presentará algunas enmiendas atendiendo a solicitudes vecinales, como «la urbanización de la calle Rataplan y la redacción del proyecto para cubrir el frontón de Ventas», entre otras.

Sobre las negociaciones, señaló que «estamos hablando con todos y hay buena sintonía, incluso con los grupos que van a defender enmiendas a la totalidad, EB y Bildu. Como también van a presentar parciales, estamos trabajando para intentar incorporar algunas». Pero con los que hay «aún más sintonía, EAJ-PNV y PP», el Gobierno quiere profundizar para tratar de lograr un amplio consenso presupuestario.

Páez dio ayer las dos claves que están marcando las negociaciones. Por un lado «la voluntad de aceptar más enmiendas de estos grupos»; por otro «mantener el equilibrio financiero». Sobre esto se extendió para, en primer lugar, admitir que la reserva para amortización de crédito voluntaria, el colchón de la columna de gastos por si las previsiones de ingresos no se cumplen, «no es intocable», sobre todo porque la liquidación de 2012 sumará en torno a «un millón» extra. Pero sí matizó que «tenemos que ser prudentes y contener. Hay muchas enmiendas parciales que querríamos incorporar, pero mi labor es la de contención». Reduciendo «una parte de esa partida, menos de lo que algunos grupos nos piden, y modificando las cuantías para 2013 de los proyectos plurianuales, creo que hay margen de maniobra para incorporar bastantes propuestas».