El alcalde de Irun, José Antonio Santano, comentó ayer que el Gobierno municipal trabaja ya en «los escenarios presupuestarios de 2013», aunque, aseguró, tiene que esperar a que la Diputación Foral anuncie su previsión de recaudación para el año próximo. La información llegará después de la reunión que la semana próxima tiene programada el Consejo Vasco de Finanzas: las tres diputaciones y el Gobierno autonómico. «Hasta entonces, no sabremos con cuánto dinero vamos a contar».

Dado que el cierre de la recaudación del año actual «se prevé que pueda ser entre un 5 y un 10% inferior a la previsión», Santano auguraba que las cifras «de la aportación a los ayuntamientos será como la de 2005». Recordó que de las desviaciones de los ejercicios de 2008, 2009 y 2011, los ayuntamientos aún están devolviendo dinero a la Diputación. «En el caso de Irun, ya hemos devuelto casi todo, más de 15 millones de euros, aún nos quedan 3,5 millones por devolver» entre este año y el próximo; un «panorama complicado» que se extiende al conjunto de los ayuntamientos de Gipuzkoa, que deben 35 millones, a falta de lo que pase este año. Sobre esto, la provisión que en su presupuesto hizo Irun será suficiente, en su caso, para hacer frente a la contingencia, «pero no deja de ser grave», aseguraba Santano, «que vuelva a pasar».

«Todos los ayuntamientos estamos haciendo ahorros, ajustes. Creo que todos estamos cumpliendo. Pero seguimos en un escenario en el que los ayuntamientos somos la cenicienta institucional. Estamos en la primera línea de la prestación de servicios, nuestra financiación ha empeorado y se siguen sin querer abordar cambios en las competencias que ejercemos sin ser nuestras», dijo el primer edil.

Santano reclamaba que se afronte un nuevo reparto de la recaudación que «fortalezca a los ayuntamientos» en detrimento de las diputaciones. «Es urgente clarificar las competencias y la financiación. La anterior Diputación no hizo nada en esta línea y la actual ha desaprovechado ya más de un año de mantadato. A las diputaciones les sobra mucha grasa. Tienen gastos que abandonan sin repercusión» y «están muy alejadas de los ciudadanos y no perciben sus necesidades y urgencias».