El Ayuntamiento, a comienzos del milenio, puso en marcha un punto de encuentro entre los representantes políticos y varias centrales sindicales presentes en la ciudad; un proyecto para trabajar conjuntamente en la lucha contra el paro desde el ámbito municipal. Con el tiempo, aquel Pacto por el Empleo de Irun fue incorporando distintos agentes (empresas, centros de formación, Lanbide) y éstos han ido asumiendo el liderazgo de las mesas de trabajo para configurar el actual Irun Ekintzan, un espacio de trabajo común entre «todos los grupos municipales, los que generan empleo, los que defienden los derechos de los trabajadores y los que forman a los futuros empresarios y a los futuros empleados», explicaba el delegado de Promoción Económica, Miguel Ángel Páez, quien no se olvidó de la presencia de «quien tiene la competencia en materia de empleo, el Gobierno Vasco, representado a través de Lanbide», ni de Bidasoa activa, «que es quien dinamiza y gestiona las iniciativas de Irun Ekintzan».

euros ha gestionado Irun Ekin-tzan en ayudas directas e indirectas al emprendizaje empresarial y en diversas acciones formativas, de cualificación y de inserción laboral a lo largo de 2015.

personas se han beneficiado directamente de los programas de ayuda a la contratación y de fomento de empleo con trabajos eventuales.

comercios se han creado con apoyo del programa K-Biziak; ya son 65 desde 2010 de los que 55, un 85%, siguen abiertos.

irundarras han participado en las diversas jornadas formativas impulsadas desde Irun Ekintzan y dirigidas a empresas y emprendedores.

empresas han recibido apoyo de los programas E-Joven y E- Innovadora y han generado 40 nuevos empleos.

Este espacio común del tejido económico-empresarial de la ciudad ha celebrado esta semana un encuentro para valorar el desarrollo de 2015. «Ha sido un año muy importante», resumía Páez, «en el que hemos contado con un presupuesto significativo, un millón de euros, para la puesta en marcha de medidas a favor de la promoción económica».

El delegado, sin embargo, restó importancia a lo cuantitativo en favor de lo cualitativo, «porque a veces, parece que si no hay una correspondencia económica, las cosas no se hacen bien o simplemente no se hacen. Y no es así». Ejemplificó esta reflexión esbozando que la cuantía económica podría engordar fácilmente con «ayudas directas finalistas a empresas», una posibilidad que, desde sus primeros pasos, este Acuerdo por el Desarrollo Económico y el Empleo consideró que «no era el esquema de trabajo adecuado». La idea, muy presente en Irun Ekintzan, es que desde la concertación con lo público deben apoyarse los inicios de los proyectos, deben proveerse posibilidades formativas a empresarios y trabajadores y deben facilitarse oportunidades a los colectivos con mayor dificultad de inserción. «Pero no se pueden sostener permanentemente desde las instituciones proyectos empresariales que no pueden caminar por sí solos».

Así, la línea de Irun Ekintzan durante el pasado año, la misma que mantendrá en este 2016, ha venido definida por las iniciativas desarrolladas en dos mesas de trabajo: la de Empresa y emprendizaje y la de Cualificación e inserción laboral.

Desde éstas se han lanzado los diversos programas que han sumado el millón de gasto, cubierto con 400.000 euros de las arcas municipales y, «el resto, con las convocatorias de promoción de empleo en el ámbito local de Lanbide». Esas iniciativas se han concretado en el apoyo a la creación de nuevas empresas, especialmente focalizadas en las del sector comercial a través de K-Biziak, pero también para las iniciativas empresariales de los menores de 30 y las de carácter innovador con los programas E-Joven y E-Innovadora, respectivamente.

Ayudas a la contratación y fomentos de empleo también han colaborado con las empresas, pero, a la vez, facilitando la inserción de los perfiles más delicados. Por último, de entre la larga lista de acciones formativas, Páez destacó la «línea de competencias clave, el programa K-Hazia, que se ha recibido muy bien, demostrando que existía esta necesidad en un tipo de formación que puede parecer muy ajeno, muy de grandes empresas, pero que a veces es necesario en comercios o empresas con tres empleados y que financieramente les resulta inaccesible».

Para que el nuevo año pueda mantener esta línea de actividad, el consistorio repetirá su aportación de 400.000 euros confiando en seguir contando con la «imprescindible» participación económica del Gobierno Vasco a través de Lanbide.

Páez quiso destacar que el Pacto por el Empleo «ha ido madurando en sus planteamientos» y apuntó que, desde dentro, «se considera que el trabajo que estamos haciendo juntos es bueno. Pero lo que nos queda es inmenso. Hacemos frente a una realidad en la que hay muchas personas sin trabajo y otras que necesitan alcanzar una cualificación para tener oportunidades en el mercado laboral». Valoró muy positivamente que gracias al equipo humano de Bidasoa activa y a las contrapartes privadas, «Irun Ekintzan tiene capacidad de reacción, de ver qué funciona y qué no para no quedarse en lo inicialmente previsto. Revisar continuamente los programas es algo fundamental porque la realidad económica es muy cambiante».

Por eso, su Consejo General aprobó un calendario para que en 2016 se recojan nuevas ideas e iniciativas, tanto de los componentes del Pacto por el Empleo «como de la ciudadanía, a través de la web de Irun On». Hasta el mes de abril se recabarán propuestas, en junio se filtrarán y en otoño se aprobarán para ponerlas en marcha a partir de enero de 2017.