El trabajo de la actual Corporación, a efectos prácticos y de gestión, terminó con la sesión plenaria del pasado mes de abril. Se preveía una última cita para la aprobación de actas pendientes, pero esta semana, los munícipes se reunieron para, en su condición de corporativos en funciones, aprobar una modificación presupuestaria de urgencia.

Las Ayudas de Emergencia Social (AES) son un programa de competencia del Gobierno Vasco que gestionan los ayuntamientos y que tiene como objetivo atender a las familias con problemas para cubrir algunas necesidades básicas. El Ejecutivo autonómico provee fondos y los consistorios gestionan las peticiones y aprueban las ayudas. Según explicó la delegada de Bienestar Social en funciones, Maite Cruzado, los más de 600.000 euros previstos en el presupuesto de acuerdo con la aportación autonómica, «ya están agotados a estas alturas», por lo que se propuso al Pleno incorporar 175.461 euros para atender las peticiones que vayan llegando.

Todos los grupos coincidieron en la necesidad de tomar este acuerdo lo antes posible, sin esperar a que lo haga la próxima Corporación, que debido al procedimiento para su constitución, podría tardar meses en poder hacerlo. «Hay personas que no pueden esperar», vinieron a coincidir casi literalmente todos los portavoces. Bildu sí recordó que otros años ha hecho falta una cuantía mayor y planteó que podría haberse sumado ya, aunque eso no le impidió apoyar el dictamen presentado.

Ayer, el alcalde en funciones, José Antonio Santano, se pronunció al respecto. «Es un tema al que hay que seguirle la pista. Parece que los colectivos necesitados de ayuda llevan demasiado tiempo en esa situación. Se está produciendo una cierta cronificación y eso es muy preocupante. Hay que trabajar para que esta situación acabe».