Mañana domingo, día 14 de diciembre, la Asociación de Consumidores y Usuarios del Bidasoa (Acubi) celebrará su 30 aniversario. El origen de esta asociación se remonta al 18 de junio de 1984, fecha en la que un pequeño grupo de personas asistió a una reunión en el antiguo local de la A VV de la Parte Vieja. El objetivo de los allí reunidos era poner en marcha una asociación de consumidores en la comarca del Bidasoa. El 25 de septiembre de ese año, Acubi fue inscrita en el Registro Civil y el 14 de diciembre, en el Registro de Asociaciones del Gobierno Vasco.

En aquellos inicios, los miembros de Acubi celebraban sus reuniones en una sociedad gastronómica, dado que carecían de local social y con mucha voluntad y escasos medios organizaban actividades y hacían públicas notas informativas. En 1988, el Ayuntamiento de Irun les cedió el uso de un pequeño local en la calle Fueros nº 2, donde pudieron abrir una oficina de atención al público. Un año después, ese local fue permutado por otro con mayor espacio, en el mismo piso, donde aún permanecen. Una vez asentados, en el año 1990, los socios de Acubi acordaron en asamblea la contratación de un abogado para dotarse de asesoramiento jurídico.

Desde entonces, Acubi no ha parado de crecer en número de socios, a la vez que ha contribuido a solucionar cientos de problemas relacionados con el consumo. «En la actualidad, contamos con 3.441 socios y atendemos a más de 1.600 personas a lo largo del año», explica la vicepresidenta de Acubi, Belén Martínez. «Nuestra evolución ha sido muy rápida, ya que en febrero de 1993 contábamos con 1.000 socios, en junio de 2001 se registró el socio 2.000 y en octubre de 2009 inscribimos al socio 3.000. Creemos que es un dato muy importante, porque los consumidores confían en nosotros para tramitar sus consultas y reclamaciones».

Acubi no sólo creció en Irun. Sus socios son vecinos de esta ciudad, pero también de Hondarribia, Bor-tziriak y Hendaya. El 3 de julio de 1996, el Ayuntamiento hondarribiarra acordó conceder una subvención a la asociación para que asesorara a los consumidores en el municipio. Esta atención se realiza todos los jueves de 11.00 a 13.00, en las dependencias del Kasino Zaharra.

Acubi se federó en el ámbito estatal con FUCI y en el autonómico con EKA y colabora con la OMIC y con diferentes asociaciones de la comarca para responder a consultas, resolver reclamaciones y organizar actividades. Asimismo, forma parte de los Consejos Asesores de Urbanismo de los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia y participa en las Agendas 21.

En los treinta años que han pasado desde la fundación de Acubi, la atención al consumidor «ha evolucionado mucho y de manera muy rápida», añade Belén Martínez. También los problemas han experimentado cambios. Los arrendamientos y las comunidades de vecinos continúan siendo algunos de los principales focos de conflicto, pero con variaciones con respecto a tres décadas atrás. «Hace unos años, las consultas en el tema de arrendamientos giraban en torno a la duración de un contrato, la revisión de la renta... Eran cosas muy simples. Ahora, te puedes encontrar con un inquilino que vive en una casa a cuyo propietario lo van a desahuciar. Tambén hay más morosidad en las comunidades de vecinos. La crisis está provocando problemas complicados».

Otro de los grandes cambios que ha vivido a Acubi por lo que a consultas y reclamaciones se refiere, ha sido la llegada de la telefonía móvil y las nuevas tecnologías. La disconformidad con las facturas, las contrataciones no deseadas y el roaming, en el caso de Hondarribia, son las reclamaciones a las que más frecuentemente se enfrenta la asociación. «Desde que aparecen los móviles e Internet, las contrataciones no sólo se hacen presencialmente en la tienda. Eso ocasiona muchos conflictos. Tenemos que tener cuidado y saber dónde nos metemos», advierte Belén Martínez. «Seguimos pensando que lo mejor es ir a la tienda, que nos expliquen el contrato, leerlo bien y si tenemos alguna duda, preguntar. Si hacemos el contrato por teléfono, debemos asegurarnos de que nos lo van a enviar y de que vamos a tener la grabación de voz».

La primera cuota para los socios de Acubi (500 pesetas al año) fue establecida en 1990, coincidiendo con la contratación de la asesoría jurídica. Hoy en día, los socios abonan 15 euros el primer año y 10 euros, los siguientes. «Los socios de Acubi somos ya como una gran familia», asegura la vicepresidenta. «Vienen y te dicen: 'Me ha pasado esto o lo otro ¿qué voy a hacer?' Y si podemos ayudarles y resolverles el problema, para nosotros supone una satisfacción muy grande».