La plataforma Stop Desahucios Bidasoa se ha concentrado esta mañana frente a los juzgados de Irun para apoyar a la Flor Grijalba, la irundarra de 77 años a quien esta mañana iban a subastar su vivienda por el impago de un crédito personal de 39.000 euros. Finalmente, como adelanta ese periódico en su edición de papel, la subasta se ha suspendido, después de que tanto Caixabank, el banco con el que tiene la deuda, como la abogada de la afectada lo solicitaran.

A la espera de conocer el escrito en el que se argumenta la suspensión de la subasta, desde Stop Desahucios consideran que la paralización se ha logrado «por la movilización ciudadana», la presión mediática –después de que el caso de Flor Grijalba apareciera en este periódico– y los «llamamientos que se han han hecho por parte del Ayuntamiento de Irun a negociar. Ahora parece que Caixabank se aviene a negociar». El banco ha explicado que ha la suspensión ha sido una decisión de la entidad bancaria para llegara a un acuerdo con la afectada porque su política es la de «no desahuciar».

En la concentración de esta mañana ha estado prsente Flor Grijalba, que ha agradecido el apoyo recibido. «Me quieren dejar sin nada porque ha pasado un año sin querer negociar en ningún momento. Como es muy pequeña la deuda, les interesa coger la finca. Me querían dejar en la calle», ha asegurado la irundarra, que se ha visto en esta situaciónd espués de que hace cuatro años enmprendiera un negocio de peluquería que finalmente ha termiando por ser su ruina. Según ha confesado, la paralización de la subasta es un «alivio relativo», proque todavía no se ha llegado a un acuerdo con el banco.

«Encuentro con el diablo»

También ha acudido a las puertas del juzgado Yolanda de Pablo, abogada de la irundarra, que ha calificado el contrato de préstamo que firmó Flor como «de encentro con el diablo, porque se trataba de una sola cuota de 39.00 euros, con un 5% de intereses ordinarios y 20% de cada día que se retrasaba en el pago. Es un modelo de préstamos a pagar de una sola vez en dos años, que no lo he visto ni en prestamistas privados, sin ningún tope de intereses. La intencionalidad del banco era la de quedarse con la casa desde el primer momento». Según ha explicado, la casa en la que vive Flor –un local comercial reconvertido– y que hoy se iba a subastar está valorada en 197.000 euros. «A flor le fue imposible devolver el dinero del préstamo e inmediatamente el banco, sin ninguna negociación, interpuso una demanda que, con intereses del 20% y costas, ascendía a 52.000 euros», ha explicado.

De Pablo ha recordado que tanto ella como el Ayuntamiento de Irun han tratado de llegar a un acuerdo en el que se incluía la dación en pago y un alquiler social pero sin éxito. «Hablamos con el director de la sucursal en Cintruénigo y con el departamento de morosidad de Caixabank y no ha sido posible llegar a un acuerdo». La abogada tratará de ponerse en contacto con los abogados de la entidad bancaria y entergará un escrito en el juzgado para «tratar de paralizar además los intereses de demora del 20% de la deuda que siguen corriendo».