«Estamos todos por lo mismo, por la Renta de Garantía». Jesús Doce estaba ayer entre los diez primeros de una cola que superaba la treintena a la espera de la apertura de la oficina de Lanbide en la plaza de Anzaran. Eran las ocho y faltaba media hora para que se abrieran las puertas. «Vine ayer y había 50 personas. Me dijeron que sólo dan 26 números y que volviera hoy más pronto. Llevo aquí desde las siete y cuarto». Julene estaba un poco por delante de él. «He venido a las siete y él, el primero, a las seis». La joven era la quinta de la larga cola y ha ido tan pronto porque «si llegas y te dan el veinte, no sabes a qué hora entras. Vas detrás del 19, pero no sabes si te van a coger a las once o a la una... Prefiero venir antes y saber que me van a atender pronto». Y se asegura un turno, cosa que no pudieron hacer quienes llegaron a la hora de apertura, ni mucho menos los que se acercaron a lo largo de la mañana.
El personal de la oficina de Lanbide les explicó que ya habían dado todos los números, que debían regresar el martes o miércoles de la semana próxima. «Pero ven antes», recomendaban, «hemos dado los números nada más abrir». Amaia, que había hecho cola desde las siete y media y esperaba, papel en mano, su turno con la orientadora, fue más concreta: «mejor que vengas hacia las siete o siete y media para asegurarte que te dan turno». Antes, en la cola, cuando aún no habían abierto, decía que «tienen que hacer algo, porque esto no puede ser».
Desaparecen las citas previas
En Lanbide son muy conscientes de esta situación y están intentando solucionarla. Hasta ahora, la oficina de Lanbide en Anzaran funciona con una fórmula mixta de citas previas fijadas por teléfono y que tienen lugar los lunes y jueves, y citas no programadas, los martes y miércoles, mediante el sistema de turno con capacidad para 26 atenciones cada uno de los días. La otra oficina del servicio vasco de empleo en Irun, en San Miguel, sólo funciona con el segundo sistema.
Con las citas previas ocurre que «mucha gente falla y se desaprovecha mucho tiempo». David González, responsable de Comunicación de Lanbide, confirmaba ayer que, «a partir de enero, las dos oficinas de Irun funcionarán sin cita previa porque los resultados hasta ahora nos llevan a pensar que es lo que mejor va a resultar». En Lanbide estiman que con cuatro días a la semana de atención por turnos «se reducirán las colas, funcionará con más normalidad». Actualmente, «se atiende a una media a 65 personas al día entre Anzaran y San Miguel».
González recuerda que la competencia sobre la RGI recayó en Lanbide a comienzos de este año y que en lo que va de año han cambiado algunas cosas. «Antes, cada caso se revisaba a fondo cada dos años. Ahora, además de eso, cada dos meses el perceptor de la ayuda se reúne con su orientador que le propone formación con, el objetivo de capacitarlo para su regreso al mercado laboral con opciones reales de trabajar».
