Una relación entre vecinos llena de curiosidades |
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Igandea, 2017(e)ko iraila(r)en 24-(e)an 16:53etan |
Euskaratzeko lanean ari gara.
Noticia publicada en Diario Vasco, el domingo día 24 de Septiembre de 2017.
La muga entre Irun y Hondarribia, tan peleada durante siglos, acabó definiendose, al margen de accidentes geográficos, en una línea tan casual que en los tiempos modernos ha dado lugar a situaciones curiosas.
La más conocida es la de Txingudi Ikastola, centro escolar irundarra construido, casi en su totalidad, sobre suelo de la ciudad vecina. Estar adscrito a un municipio y ubicado en otro dificulta ciertas cosas. Las obras en los accesos que el centro reclamaba las tuvo que hacer, en parte, Hondarribia, aunque es Irun quien paga el consumo de las farolas que se pusieron. Tampoco la Policía Local irundarra puede acudir a ordenar los accesos cuando hace falta, aunque sí se han podido implantar otras medidas. El Hospital Comarcal, que muchos ubicarían en Irun, está por completo en Hondarribia, salvo la curva para bajar hacia Urgencias. Eso es Irun. Y no es nada comparado con la avenida de Letxunborro. La muga pasa por detrás del colegio Hirubide dejando éste y las casas de su entorno en suelo irunés. Es una línea recta hasta tocar la avenida y ahí dibuja un ángulo para bajar a Zubimusu, dejando una acera en una ciudad y la otra, en la vecina. El cambio de dirección está marcado con un hito empotrado en la acera, justo delante del número 34 de la avenida de Zubieta, que es el nombre de esta vía en el callejero hondarribitarra.
El del aeropuerto es un caso diferente pero digno de mención. En 1920, la Asociación Aeródromo de Irun requirió al ministerio de Fomento, en la persona de Ricardo Figuerido Gal, que apostara por un aeropuerto en la ciudad. San Sebastián y la Diputación apoyaron la petición y se empezó a estudiar su construcción en Plaiaundi. Pasados los años, las dificultades técnicas y económicas del emplazamiento llevaron a desestimar la operación, aunque se vio la posibilidad de construirlo 'enfrente'. Enfrente, que es donde se inauguró en 1955, ya no era Irun, sino Hondarribia, que ya había postulado para acogerlo en 1914. |
Una línea en secular disputa |
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Igandea, 2017(e)ko iraila(r)en 24-(e)an 16:50etan |
Euskaratzeko lanean ari gara.
Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 24 de Septiembre de 2017.
La Corporación municipal, representada por el alcalde, José Antonio Santano, y los concejales Juncal Eizaguirre, Pedro Alegre, Carlos Reglado, Xabier Iridoy, Jokin Melida y José Cayetano Díez recorrió ayer el tercer tramo de los cuatro en los que se divide el perímetro del término municipal. Su camino les llevó desde las faldas de Peñas de Aia hasta cerca del Centro Comercial Txingudi, bordeando continuamente la frontera con Oiartzun.
Fue en los 80 del pasado siglo cuando el Consistorio retomó esta antigua tradición para, con una salida anual, visitar al cabo de un mandato los 88 hitos que definen el término municipal. Es puramente simbólico, pero no siempre fue así. El límite del suelo propio no es tontería y, siglos atrás, era importante que los munícipes velaran por el correcto posicionamiento de los mojones. En la parte montañosa del perímetro no solía haber problemas, pero, durante siglos, en el tramo que separa a Irun de Hondarribia (el que los corporativos recorrerán el año próximo) las piedras aparecían desplazadas, volcadas o incluso desaparecían.
Esa línea, desde Gaintxurizketa hasta las marismas de la desembocadura del Bidasoa, causó permanentes conflictos, discusiones, demandas y pleitos desde la Edad Media hasta mediados del siglo XIX. Aún hoy, cuando no existe debate ya sobre qué suelos son hondarribitarras y cuáles irundarras, estos seis kilómetros de frontera entre municipios siguen dando mucho que hablar.
Los límites de 1766
Allá por el siglo XVI, Irun iba dando pasos para superar su dependencia administrativa de Hondarribia y discutía permanentemente con ésta la propiedad de los suelos para que las rentas de explotación se pagaran a la universidad y no al Ayuntamiento de la villa amurallada. Perdió pleitos y ganó otros. Sentencia a sentencia se fue configurando un límite que ni hondarribitarras ni irundarras terminaban de aceptar y en el que había algunos caballos de batalla seculares, fundamentalmente, el robledal del caserío Gebara (cuya casa se ubicaba entre el Hospital Comarcal y Puiana, aproximadamente) como fuente de madera para el fuego de las ferrerías; los juncales, que una vez desecados eran fértiles tierras de cultivo, y el puente de Mendelu, único camino hasta Hondarribia.
Los mugarris que hoy delimitan la ciudad lucen en cada cara la inicial de la ciudad a la que está orientada. En los más antiguos, la Y para Irun (entonces Yrun), la L para Lesaka y Lezo, la O para Oiartzun y la F para Hondarribia (Fuenterrabía). En muchos es manifiesto también un grabado con la fecha de su instalación, 1766.
La cuestión es que aquel año Irun se convirtió en villa de pleno derecho, independiente de Hondarribia, gracias a la Real Cédula de Exención de Jurisdicción. En marzo llegó a Irun el corregidor enviado por la Diputación, Benito Antonio de Barreda, y entre sus muchos quehaceres para que se completara el proceso, Barreda debía determinar los límites de la nueva villa. Dedicó muchos días a ello, como recoge con detalle la edición de la Real Cédula que acompañada de las explicaciones y la contextualización de la archivera municipal, Sagrario Arrizabalaga, el Ayuntamiento publicó el pasado año con motivo del 250 aniversario. Barreda habló con vecinos de Yrun y las fronterizas villas de Lesaka, Oiartzun y Fuenterrabía para recoger testimonios sobre los límites y recorrió el perímetro junto al recién nombrado alcalde Olazabal para certificar las lindes y colocar nuevos mojones que resolvieran puntos dudosos.
No hubo problema hasta que afrontaron la muga con Hondarribia. Ésta e Irun mantenían intereses enfrentados e incompatibles y las villas cercanas aseguraban desconocer quién llevaba razón. La frontera hasta el molino de Urdanibia estaba más clara y costó menos al corregidor colocar los mugarris. Desde ahí hasta el Bidasoa, había una disputa casi por cada mojón. En un proceso que requirió varias jornadas, Barreda se guió por las sentencias de los numerosos pleitos previos y fue colocando las piedras favoreciendo en la mayoría de los casos los intereses irundarras. Al llegar al puente de Mendelu, sobre una regata hoy escondida bajo la rotonda de Zubimusu, y atendiendo a la Real Cédula, debía dejar éste en manos de Irun. Hondarribia volvió a protestar pues se trataba del único camino de acceso a la villa amurallada. De algo sirvieron las quejas esa vez, porque aunque el puente no cambió de manos, Barreda rectificó algunos de los mugarris colocados en días previos para dar más tierra a Hondarribia.
La carretera de la concordia
No acabó ahí, ni mucho menos, la disputa entre vecinos. Costosos pleitos para ambos Ayuntamientos se sucedieron durante casi un siglo más al objeto de delimitar, fundamentalmente, a quién debían pagar renta los labriegos de esas tierras. En 1842, con las relaciones entre los dos municipios mucho más normalizadas, se llegó por fin a un acuerdo que puso fin a los juicios. La piedra angular sobre la que se levantó el entendimiento fue la construcción de una carretera entre el puente de Amute y el mencionado de Mendelu, quizá la zona en la que la disputa era más enconada en aquel momento.
Terminaron así los juicios, pero no la necesidad de acordar. Los desarrollos urbanos han requerido que ambos municipios se entendieran y lo van a seguir requiriendo en el futuro. Cada ciudad ha tenido en cuenta a la otra a la hora de plantear qué hacer en los suelos limítrofes y los recientemente aprobados planes generales respectivos han coincidido, no por casualidad, sobre los usos futuros. Se trata del desarrollo del polo tecnológico de Zubieta, la expansión bidasotarra a medio-largo plazo del Parque Tecnológico Miramon. También de una zona deportiva a la que Irun pretende (de momento sigue siendo la opción prioritaria) trasladar las intalaciones de atletismo y rugby de Plaiaundi. El necesario Plan de Compatibilización de Usos que compete al vecino se está retrasando más de lo que los responsables municipales irundarras quisieran, así que aunque con una cordialidad que jamás hubo en el pasado, los problemas vecinales siguen existiendo. |
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Irun renovará la cubierta del polideportivo Artaleku |
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Igandea, 2017(e)ko iraila(r)en 24-(e)an 16:47etan |
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Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa,el domingo día 24 de Septiembre de 2017.
Irun renovará la cubierta del
polideportivo Artaleku
El proyecto técnico prevé ocho meses de obra y un coste de 1,29 millones
XABIER SAGARZAZU - Domingo, 24 de Septiembre de 2017 - Actualizado a las 06:12h
Vista exterior del polideportivo municipal Artaleku de Irun.
IRUN - La junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Irun ha aprobado esta semana el proyecto técnico de las obras de renovación de la cubierta del polideportivo municipal Artaleku.
En concreto, y según explicaba el alcalde de la ciudad, José Antonio Santano, “se trata de renovar la parte de la cubierta que quedó pendiente tras la remodelación, hace dos años, de la cubierta que corresponde a la zona de las piscinas”.
El edil explicó que “el proyecto técnico prevé una duración de ocho meses para estos trabajos, con un presupuesto máximo de 1,29 millones de euros, una cantidad que indica que se trata de una actuación importante”.
PLANIFICACIÓN Santano señaló que a la hora de renovar la segunda parte de la cubierta de Artaleku “habrá que tener en cuenta los usos que tiene la instalación y planificar los trabajos de la forma más adecuada posible, para que el desarrollo de las obras no perjudique a las principales actividades del polideportivo”.
El edil destacó que “aunque estas obras tienen un coste económico importante, servirán para mejorar las condiciones de climatización del polideportivo Artaleku y de esta forma, contribuirán también a su sostenibilidad, generando también un ahorro energético”.
Para José Antonio Santano, es importante “que la ciudad pueda tener los equipamientos necesarios pero también, al mismo tiempo, que pueda acometer las inversiones necesarias para el adecuado mantenimiento de los mismos, como ocurre en este caso con el polideportivo Artaleku, que tiene ya más de dos décadas de vida y sigue manteniendo y mejorando sus instalaciones y servicios”.
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Los ediles de Irun revisan los límites del municipio |
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Igandea, 2017(e)ko iraila(r)en 24-(e)an 16:41etan |
Euskaratzeko lanean ari gara.
Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa,el domingo día 24 de Septiembre de 2017.
Los ediles de Irun revisan los límites
del municipio
Domingo, 24 de Septiembre de 2017 - Actualizado a las 06:12h
IRUN. Ediles de varios grupos políticos del Ayuntamiento de Irun, acompañados por técnicos del área de Medio Ambiente, llevaron a cabo este viernes el tradicional recorrido para comprobar el estado de los mugarris o mojones que marcan los límites del término municipal con las vecinas localidades de Bera, Lesaka, Oiartzun, Lezo y Hondarribia. Este itinerario se divide en cuatro etapas, por lo que en cada mandato, a lo largo de cuatro años, los ediles hacen un recorrido completo por todos los límites de Irun. Foto: N.G.
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