La sesión plenaria del mes de abril dejó como consecuencia más destacable la incorporación al presupuesto municipal de 4,1 millones de euros derivados de una parte de la positiva liquidación de 2015. Tan positiva, casi más de 9 millones de euros, que los grupos municipales SPI y Euskal Herria Bildu pidieron explicaciones al Gobierno por tan enorme desviación en un presupuesto que era de 70 millones.

No preocupan tanto los ingresos extra como el ahorro en los gastos del que, recordó SPI, han pedido información por escrito. Respondió el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, que la recibirán por escrito «porque eran muchas preguntas y se está trabajando desde el área para contestarlas». Sí avanzó que son «ahorros en la gestión habiendo cumplido el 100% de los objetivos».

La concejal de Bildu Izaskun Sorondo mostró discrepancias en el contenido de las partidas que se incorporan. Admitió «coincidencia con el gobierno municipal en el título de los epígrafes», pero sólo en eso, pues ni en las acciones ni en las cuantías comparte la apuesta de la coalición gobernante en 'políticas sociales', 'promoción económica y sostenibilidad' y 'mantenimiento y mejora de espacios urbanos'. Su grupo y SPI votaron en contra.

Lo que no quedó claro en el Pleno es cómo se va a emplear esa partida de casi dos millones para la promoción del alquiler público. El delegado de Vivienda, Xabier Iridoy, apuntó que habrá margen para nuevas viviendas y para trabajar con el objetivo de que las viviendas desocupadas privadas se incorporen al mercado.

David Soto, portavoz de SPI, auguró que la «apuesta por la vivienda de alquiler quedará sólo en el papel si no se acomete San Miguel-Anaka» y su homólogo de Bildu, Oinatz Mitxelena, aludió también al ámbito. No así el Gobierno. La portavoz popular, Juana de Bengoechea, se refirió a que con esa partida se puede «comprar viviendas (en referencia a VPO que no se han adjudicado) y sacarlas al alquiler». Pero tampoco hubo confirmación en cuanto a que las intenciones vayan por ahí.

Con tanta indefinición, tanto presupuesto y apenas siete meses para usar la partida, ayer le tocó al alcalde, José Antonio Santano, responder preguntas al respecto del destino de ese dinero. «Estamos trabajando en opciones, pero lo que no vamos a hacer es comprar viviendas porque es sencillo pero da poco juego. Tenemos que multiplicar el efecto del dinero, tener un impacto mayor», valoraba el primer edil. El camino para promocionar nueva vivienda pública de alquiler pasa por «una aportación a quien construye, como ha solido hacer el Gobierno Vasco».No citó San Miguel-Anaka, pero sí Oinaurre, «donde va a haber más vivienda». No dio detalles, «porque hay que dar tiempo al tiempo». Sí dijo que «para tener viviendas dentro de un año y medio, los acuerdos hay que hacerlos ahora y para cerrar esos acuerdos hace falta tener dinero, partida presupuestaria. No podemos hacer milagros».

Entre tanto, recordó las VPO de alquiler que en breve terminará Gobierno Vasco en Oinaurre. Con cautela, dijo que «puede haber alguna sorpresa, pero no vamos a contar algo sin que esté confirmado».