El Ayuntamiento adquirió hace tres meses las instalaciones deportivas del Club de Tenis Txingudy, un complejo que incluye piscina con zona verde, edificio de servicios, pistas cubiertas y descubiertas de tenis y pistas de pádel. Aunque la adquisición se cerró en un precio de 1.154.639 euros, desde el consistorio se anunció ya entonces que iba a ser necesario invertir en la mejora y adecuación del recinto. Será tras las obras cuando este nuevo patrimonio municipal se ponga a disposición de los ciudadanos bajo una fórmula de gestión que aún no está definida.

De momento, lo que en una de sus últimas sesiones del año ha decidido la Junta de Gobierno Local es la autorización para contratar la redacción del proyecto que guiará la reforma. Será por un precio máximo de 78.650 euros y el alcalde, José Antonio Santano, avanzó algunas de las características que incluirá. «Será una actuación inicial que nos permita abrir las instalaciones al público», pero no irá en detrimento de otras posibles mejoras en el futuro. Esa primera fase deberá servir para «reparar y ampliar los vestuarios, reforzar algunos puntos del perímetro, solventar algunos problemas de humedades» y, como aspecto más destacable, para mejorar la zona de baño. Esto significa que «se va ampliar la piscina y también la zona verde que la rodea». Para quienes conozcan las instalaciones resulta claro que no es sencillo de conseguir con la configuración actual de este recinto deportivo. «Habrá que modificar cosas, quizá incluso haya que reducir el número de pistas de tenis que existen en la actualidad. Pero no debemos precipitarnos. Hay que esperar a tener un proyecto que nos diga qué es exactamente lo que podemos hacer y cómo».

El Gobierno espera poder iniciar las obras en los próximos meses. En su borrador de presupuestos para el año que mañana arranca, contempla medio millón de euros para esta operación aunque recoge el compromiso de destinar otro millón en los ejercicios venideros, lo que hace suponer que no será 2016 en el que las instalaciones, ya remodeladas, se abran para su disfrute.

La Junta de Gobierno ha tomado otras decisiones en este final de año entre las que destaca, por su cuantía, la contratación de las obras para una nueva campaña de asfaltado. Serán 300.000 euros que permitirán mejoras en el firme de diversas vías circulatorias de la ciudad: calle Beraketa, vial que circunvala Genaro Etxeandia, tramos de Berrotarán y Joaquín Gamón, las calles Salvador Etxeandia, Harmugarrieta, Lastaola Postetxea y Ospitale; el vial alrededor de la plaza embajador Arístegui y el que va desde allí hasta el Hospital Comarcal, y, por último, varios tramos deteriorados en la avenida de Letxunborro. Serán, decía el alcalde, «unas obras que traerán mejoras a prácticamente todos los barrios de la ciudad».

Al margen de esta campaña el Gobierno ha contratado también la mejora de tramos del camino de la zona de Ibaietako Gaina que fueron afectados por el deslizamiento de tierras, a la que se destinarán 70.000 euros. Para la mejora de los puntos negros en la ciudad, en concreto para una actuación específica en el paso bajo el puente de la GI-636, en la avenida Iparralde, el Gobierno municipal ha aprobado un gasto de entorno a los 150.000 euros.

Por último, y sin gasto asociado en este caso, la Junta ha dado luz verde a la licencia para las obras que habiliten la puesta en marcha de un supermercado en el local situado en el bajo del futuro centro cívico de Palmera-Montero.