El alcalde avanzó hace aproximadamente un mes que el Ayuntamiento tenía intención de actuar en la calle Cipriano Larrañaga para que sea una zona propiamente del centro de la ciudad, tratando de eliminar algunos de los problemas que en los últimos tiempos se han concentrado allí, especialmente en lo relativo a ruido e inseguirdad ciudadana. Anunció la convocatoria de una reunión abierta con vecinos, hosteleros y comerciantes para hablar de posibles medidas y ese encuentro se ha producido esta semana. «Ha sido interesante», decía el propio José Antonio Santano, «intercambiar opiniones entre todos y ver que Ayuntamiento, vecinos, comerciantes y hosteleros vamos en la misma dirección». Aseguraba que la cita tuvo un contenido «positivo y concreto» y agradeció la «numerosa asistencia y la actitud de todas las personas que se acercaron».

La idea del alcalde es que en los próximos días todo el contenido de la reunión, tanto en lo que se refiere al diagnóstico como sobre las medidas planteadas, se recoja «en un documento que sea el punto de partida para que podamos actuar». Ese documento se contrastará con los asistentes «por si alguien considera que falta algo de lo que se habló», y posteriormente se hará público para toda la ciudad.

Habrá que esperar hasta entonces para conocer al detalle algunas cuestiones, pero Santano esbozó ayer los caminos generales. «Hablamos de una reurbanización de la calle, probablemente no una peatonalización como pidió algún vecino, pero sí una mejora de espacios peatonales» y que, si conllevara la eliminación de aparcamientos, incorporaría «estudiar alternativas para los coches».

También habrá otras acciones concretas, como incluir esta calle entre las susceptibles de percibir las ayudas del programa K-Biziak para impulsar el establecimiento de nuevos comercios, o un trabajo profundo desde urbanismo con los propietarios de los locales y de las viviendas para comprobar su estado, sus características, sus posibles cambios de uso...

Se trata de que como resultado de todo este conjunto de acciones, «Cipriano Larrañaga se convierta en lo que es, una de las calles céntricas de Irun, que la actividad social de la plaza del Ensanche se extienda hasta la entrada de la estación del Topo».

Precisamente sobre el acceso a esta parada se realizarán también algunas gestiones con sus responsables, EuskoTren, al objeto de mejorarlo. «Se propusieron ideas en la línea de hacerlo más ancho, más espacioso, más cuidado» con el objetivo de que ese horizonte en el que muere la calle Ciprinao Larrañaga sea más atractivo de lo que es hoy.

El plan de acción incluirá también esfuerzos colectivos de todos los implicados para llenar la calle de actividades mediante iniciativas de todo tipo. Santano apuntó como ejemplo el paso que han dado los bares de la zona para que este año el Alarde tradicional vaya hacer de Cipriano Larrañaga y el Ensanche su 'Zona Alarde' y mostró como otro camino que se puede recorrer que «eventos que tienen como escenario la plaza se estiren y ocupen también esta calle» para que vuelva a ser «un espacio de vida comercial y ciudadana».