Ni Bildu ni Ezker Batua apoyaron la modificación de créditos en el Pleno. Los primeros votaron en contra y los segundos se abstuvieron.

«Partimos de un planteamiento equivocado, de un modelo agotado que es el que nos ha traido aquí. El Gobierno quiere seguir con la misma política que hasta ahora, pero el modelo está agotado y hace falta uno nuevo. Las 90 VPO de Porcelanas se sortearon en septiembre y ahora pasan estas cosas. Tenemos claro que este dinero se emplearía mejor en un observatorio para sacar al mercado las viviendas ya construidas y que se encuentren vacías», señaló el portavoz de Bildu, Oinatz Mitxelena. En su intervención posterior, Páez lanzó un mensaje explícito a Bildu porque «siempre habla de un cambio de modelo, y puedo coincidir, pero con los pies en el suelo. ¿Cuál es la propuesta? Porque lo que hace Bildu en la Diputación suena al mismo modelo de antes, y lo que suena diferente, no llegan a hacerlo ¿Qué propone Bildu para Irun?». Mitxelena le respondió que «ha habido oportunidades de buscar otro modelo, en este caso, como en el de Alarde, por ejemplo. Ya pusimos una propuesta sobre la mesa, pero... Y no es que Gipuzkoa se haya quedado paralizada, es que Irun sigue enganchada al tren del modelo anterior. Y hay una demanda de cambio».

Manuel Millán (EB), por su parte, justificó su abstención en que el proyecto tiene «aspectos positivos y otros negativos». Entre los primeros señaló que el Ayuntamiento «asuma la iniciativa, dinamizando como agente urbanizador, asumiendo protagonismo», así como que promueva 35 viviendas libres tasadas. «Lo negativo es que no se emplee el dinero que éstas reportarán en ir haciendo viviendas de alquiler protegido. Además, estamos en contra de este proyecto que se aprobó dos días antes del cambio de la Ley del Suelo para tener sólo un 20% de VPO en vez de un 40%», quiso recordar.