Santano recordó el sistema por el cual se ha financiado la construcción del nuevo edificio, en el que el Ayuntamiento ha invertido tres millones de euros por la urbanización exterior y un edificio del que recibe 3.600 metros cuadrados de edificio (las plantas 1 y 2 y buena parte del bajo); mientras que la constructora gestiona el aparcamiento, la zona para supermercado, y los locales comerciales disponibles.

De su suelo en el inmueble, el consistorio dedica 1.800 metros cuadrados al centro cívico (locales para asociaciones, cinco salas polivalentes y zona expositiva de la recepción), mientras que el resto, que en principio iba a acoger a Bidasoa activa y las áreas municipales de Obras, Urbanismo y Medioambiente, se cede finalmente a Mondragon Unibertsitatea, que trasladará su campus del Bidasoa, instalado actualmente en el palacio de Ducoreau, de Anzarán.

Por su parte, MU se encargará de equipar y acondicionar el espacio del nuevo edificio que le corresponde y asumirá su parte de gasto corriente y mantenimiento. El alcalde incidió en que «una cesión de este tipo, solo es posible cuando se trata de una entidad sin ánimo de lucro, como es el caso de Mondragon Unibertsitatea», que, recordó, «está declarada de utilidad pública».

Sobre el motivo para que la universidad se traslade, recordó que MU imparte en la ciudad los grados de Administración y Dirección de Empresas y Liderazgo Emprendedor e Innovación, y que necesitaba más espacio para poder poner en marcha el proyecto 'Irun Berrikuntza Faktoria', una iniciativa para «reforzar su desarrollo hacia la innovación y el emprendizaje y profundizar su relación entre la oferta académica y el tejido industrial y empresarial del entorno», y que ya ha desarrollado, por ejemplo, en Bilbao.

El primer centro cívico que por ese nombre va a haber en Irun está ya cerca de entrar en funcionamiento. La obra civil ha terminado y el Pleno de la Corporación podría aprobar la semana que viene una partida presupuestaria de unos 500.000 euros para terminar de acondicionarlo para el uso: mobiliario, equipamientos, contratos...

El alcalde, José Antonio Santano, el delegado de Participación, Pedro Alegre, y la técnico municipal al cargo de la gestión del nuevo espacio público, Mónica Casla, realizaron ayer una visita para comprobar el estado de la instalación y mostrarlo públicamente. Santano recordó que el nuevo edificio conjuga «un aparcamiento subterráneo, un supermercado y espacio comercial en planta baja» con «3.600 metros cuadrados para el Ayuntamiento». Son estos los que se visitaron ayer, especialmente los aproximadamente 1.800 que corresponden al centro cívico ya que la otra mitad es la que el consistorio va a ceder a Mondragon Unibertsitatea.

En la planta baja, el nuevo equipamiento público contará con tres espacios: una sala de reuniones y conferencias similar a la del antiguo hospital (aunque estará mejor equipada), otra similar para servir de local para los mayores de este entorno (completada con un despacho para la A VV Molino de Arbes), y una amplia zona en la recepción que Santano apuntó como posible área de exposiciones. En el primer piso el centro cívico contará con tres salas de menor tamaño, una de ellas con un espectacular ventanal, también para reuniones y otro tipo de encuentros «para cuya gestión estamos trabajando en un sistema de reservas que sea ágil y cómodo y permita a las asociaciones hacer uso de ellas con facilidad».

A los once despachos del segundo piso, Santano se refirió como el «hotel de asociaciones». Cada una de sus 'habitaciones' se pondrá a disposición de una entidad.

Alegre ha comenzado a visitar las instalaciones con las asociaciones y entidades radicadas en la ciudad a las que se les propone mudarse. «La verdad es que nos ha sorprendido la buena disposición de la mayoría. No hay duda de que el centro civico mejora los locales que les teníamos cedidos hasta ahora». A pesar de ello, suele haber cierta reticencia al cambio, pero según el delegado «en este caso no está siendo así. Casi todas las entidades, tras visitar el centro cívico, están cursando su solicitud casi de forma inmediata. Salen contentos al ver las instalaciones». Para elegir a cuáles proponer el traslado se han utilizado diversos criterios, desde valorar si su mudanza reportaría algún ahorro en forma de alquiler que desaparecía, hasta el tiempo que llevan desarrollando su actividad en la ciudad y, por supuesto, en qué medida esa actividad encaja con las posibilidades del nuevo edificio y con la convivencia con otras entidades.

Aunque el proceso está ya muy avanzado, Alegre anunció que no se harán públicas las entidades que ocuparán los once loscales disponibles «hasta que no esté todo cerrado. Nosotros les proponemos venir, pero son ellas las que tienen que cursar la petición a través del SAC y luego ésta debe aprobarse. Estamos en ello, no tardará mucho». Santano por su parte indicó que «lo prioritario es que desde el principio funcione bien, no tanto si tarda un mes más o un mes menos en empezar». En cualquier caso, ubico el horizonte de puesta en marcha «de cara al verano».