El equipamiento público que incluye entre sus usos el nuevo edificio de Palmera-Montero entrará en actividad este verano. Es el horizonte con el que trabaja el ayuntamiento para ver llegar a las primeras asociaciones inquilinas de los nuevos espacios municipales.

Usos múltiples. El nuevo edificio contará con un supermercado, parking para residentes, parking en rotación (todos estos ya operativos), usos comerciales, 1.800 m2 para asociaciones y vecinos y 1.800 para Mondragon Unibertsitatea.

Equipamiento público. El espacio público se distribuirá en once espacios para asociaciones de la ciudad; tres salas polivalentes de uso compartido (de 67, 80 y 105 m2); otras dos de 140 m2 (local de mayores y actividades de la AVV) y una zona expositiva.

Serán once las que se alojen allí, según avanzó ayer el delegado de Participación Ciudadana, Pedro Alegre. En la segunda planta habrá seis despachos de entre 18 y 21 m2; uno de 28 m2 y cuatro de entre 33 y 46 m2, que contarán en la primera planta con con tres salas de uso compartido «para actividades y reuniones». La planta baja se distribuirá en una zona de exposiciones y dos locales de 140 m2, uno para los mayores del barrio y otro para actividades de la asociación vecinal.

El Ayuntamiento está en el proceso de determinar las once entidades que se ubicarán en el edificio «siguiendo los criterios que recoge el Plan de Usos: tratar de reducir los locales alquilados que se ceden a entidades; que las asociaciones que se muden tengan una trayectoria de actividad de al menos cinco años; valorar aquellas que realizan atención al público; que su actividad resulte idónea para el espacio y para la convivencia con otras asociaciones y priorizar aquellas que tienen que ver con lo social, lo cultural y la participación».

Alegre señaló que nuevas asociaciones han solicitado un local al ayuntamiento y que esperan satisfacer parte de esa demanda «una vez que se liberen algunos espacios municipales que estén cedidos a entidades que se vayan a trasladar a Palmera-Montero». Actualmente, el consistorio mantiene del orden del medio centenar de locales, pisos y otras propiedades para su uso por parte de una o varias entidades.

En paralelo a la selección de inquilinos, el Gobierno está ultimando los contratos para el equipamiento interior y los servicios y «acordando con Mondragon Unibertsitatea el reparto de gastos».

Precisamente a la cesión de suelo a MU se refirió el delegado de Promoción Económica, Miguel Ángel Páez, una decisión criticada por SPI estos últimos días. Aunque sin referirse a los comentarios de este grupo, Páez destacó que «las instalaciones de Ducoreau no eran suficientes para el proyecto Irun Berrikuntza Faktorian que MU quiere lanzar en la ciudad». Se trata, según indicó el edil, «de reforzar la innovación y el emprendizaje para profundizar en la relación entre la oferta académica y el tejido empresarial de la ciudad».

Por eso decía el delegado que, «con plena convicción», se ha optado por ceder este espacio a la universidad en una «decisión estratégica de las que pocas veces pasan por delante de uno». Mencionó que el ejemplo de referencia es una iniciativa similar que la propia MU ha puesto en marcha en Bilbao, «con resultados muy interesantes». Páez incidió en que en su colaboración con el consistorio, la universidad «ofrece asesoramiento técnico y profesional para la promoción económica que hacemos desde lo público y es un pilar del Pacto por el Empleo en el que participan también muchas empresas y otros centros de formación».

Con sus grados en Administración y Dirección de Empresas y Liderazgo Emprededor e Innovación (Leinn), el campus de MU cuenta «con más de 300 alumnos que realizan estudios universitarios en Irun». Páez mostró su disposición «a tener también a la universidad pública en la ciudad, pero eso no está en nuestra mano de momento. Lo que está claro es que tenemos intención de mantener a la que ya está aquí».

La previsión es que MU inicie en Palmera-Montero el próximo curso y que las instalaciones en Ducoreau las ocupen, desde principios de 2017, diversos servicios de Bidasoa activa dispersos ahora en el antiguo hospital, en la calle Anaka y en Kostorbe.

El grupo municipal de Sí se Puede Irun ha mostrado su oposición al traslado de Mondragon Unibertsitatea de su actual emplazamiento en el palacio Ducoureau, en Anzaran, al nuevo Centro Cívico de Palmera Montero. En opinión del concejal de SPI Javier Oyarbide «los intereses políticos se imponen a las necesidades reales de la ciudadanía. El regalo de la mitad del suelo público a la Universidad de Mondragón nos costará a todas y todos los iruneses 3.000.000 de euros públicos, más 122.000 euros anuales. La Universidad de Mondragón se va a enriquecer a costa del contribuyente y su bolsillo, utilizando instalaciones pagadas por todas y todos a cambio de nada, mientras por otro lado cobra 8.000 euros de matrícula por cada estudiante».

El edil de SPI pregunta «dónde han quedado el Euskaltegi municipal, la biblioteca o la sala de usos polivalente que iba a tener el Centro Cívico, como anunció en el 2009 el PSE, y dónde el ahorro de 238.000 euros y la facilitación del acceso a los ciudadanos a servicios importantes que están a desmano en Kostorbe, como predicaban PP y PNV en 2013».

SPI ha anunciado «movilizaciones y reparto de información» sobre el Centro Cívico, ya que «estamos ante una nueva mentira y otra manipulación más de este equipo de Gobierno, que, encerrado en su cortijo, piensa que la ciudadanía no tiene derecho ni a saber ni a decidir». El grupo defiende «una ciudad de los servicios públicos, frente al Irun de la privatización. Una ciudad donde se paralicen los procesos de privatización y se recupere la calidad de los servicios perdidos. Donde se garantice el acceso a la educación pública. Donde las infraestructuras culturales no se privaticen, donde se promueva el empleo público de calidad y que permita la conciliación familiar».