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Juanma Garate (Director Cannondale-Drapac): «Para nuestro equipo esta Vuelta ha sido un tsunami» PDF fitxategia Inprimatu E-posta
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Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 17 de Septiembre de 2017.

Juanma Garate (Director Cannondale-Drapac): «Para nuestro equipo esta Vuelta ha sido un tsunami»

Garate, durante la presentación de los equipos en la Vuelta.
Garate, durante la presentación de los equipos en la Vuelta. 

EL EX CICLISTA IRUNDARRA HACE BALANCE DE LA ACTUACIÓN DE SU EQUIPO EN LA VUELTA A ESPAÑA

I.A.IRUN.Domingo, 17 septiembre 2017, 09:44
Esa vorágine que supone cada vuelta de tres semanas acabó ya para Juanma Garate, que no tiene más compromisos esta temporada. El irundarra asegura que «esta Vuelta a España ha sido un tsunami de sensaciones para nuestro equipo». Veamos por qué lo dice.
-Acabada la Vuelta a España, ¿qué balance hace de la actuación del Cannondale-Drapac?
-El balance es muy bueno. Habíamos ido con un equipo inexperto, en el que cuatro corredores se estrenaban en una vuelta grande y dos más corrían su segunda. Ante esta situación, lo importante era quitarles el miedo y restar importancia a esa inexperiencia.
-¿Bien en ese sentido?
-Sí, sí, muy bien. Date cuenta de que han acabado los nueve. También acabaron los nueve en Giro y Tour. No es fácil que esto suceda porque siempre puede haber alguna caída, enfermedad...
-Con esa alineación inexperta, ¿cuáles eran los objetivos?
-Teníamos varias ideas. Por un lado, buscar alguna victoria parcial, que no ha podido ser. Por otro, dar oportunidades a todos los corredores, que sí hemos conseguido. Y por último aprender, algo que también ha sucedido.
-Sin que fuera un objetivo, su corredor Michael Woods acabó séptimo en la general.
-Ese fue un objetivo que nos planteamos a partir de mitad de carrera. Yo en las reuniones de equipo ni mencionaba la clasificación general, no quería generarle una presión. Hasta la décima etapa íbamos más a por una victoria de etapa y a partir de ahí sí que intentamos consolidar su puesto en la general.
-A veces se critica que unos corredores peleen por esos puestos que parecen menos brillantes, pero Michael Woods puede estar satisfecho con ese séptimo, ¿verdad?
-Está contentísimo. Es un corredor que ya tiene treinta años pero que antes hacía atletismo. Hizo incluso récords juniors de Canadá en la milla y en los 3.000 metros. Y ganó los 1.500 en los Juegos Panaméricanos junior de 2005. Pero en 2013 se cambió al ciclismo y solo había corrido una grande, el Giro de este año.
-Así pues, una sorpresa que se haya colado en el top-10.
-En parte. Lo que está claro que es un deportista con todas las letras y un gran trabajador. En la última semana le dije que si todo salía perfecto podía quedar como mucho el sexto o el séptimo. Cada día al llegar preguntaba cómo estaba en la general, estaba muy emocionado.
-Otro éxito del Cannondale-Drapac ha sido el maillot de la montaña con Davide Villella.
-En la etapa de Andorra quería ganar pero no pudo ser. Por lo menos cogió el maillot de la montaña y después ha sido capaz de defenderlo muy bien.
-Hasta aquí lo deportivo, pero el Cannondale-Drapac ha sido noticia durante la Vuelta por el anuncio de que se quedaba sin patrocinador y que podía desaparecer.
-Todo ese tema ha supuesto un tsunami de emociones difícil de controlar. En la octava etapa nos llegaron las noticias de que el equipo iba a desaparecer y nos metimos en un panorama desolador porque estaba en juego el futuro de muchos ciclistas y de todo el personal. Antes de la novena etapa tuvimos una reunión muy emotiva en la que nos conjuramos para trabajar en equipo y darlo todo. Eso supuso un antes y un después y al cabo de una semana de incertidumbre surgió un nuevo patrocinador, por lo que parece que todo está arreglado.
-¿También su futuro como director deportivo?
-Acabo contrato este año pero antes de la Vuelta ya me habían dicho que querían seguir contando conmigo. Ahora que se ha solucionado todo, supongo que no habrá problemas para que puedat seguir.
-Tres años ya desde que no es ciclista, ¿lo echa de menos?
-Cuando empecé de director deportivo pensaba que iba a perder ese feeling de ciclista, pero desde el coche veo que todavía percibo muchas cosas. A veces les aviso de cuándo se puede formar la escapada y, como suelo acertar, me dicen a ver si soy adivino o qué. No echo en falta la bici como competición, pero sí quizás como deporte o diversión. Últimamente no ando nada y me tengo que organizar para cambiar eso.
 
Aitor Hernández (Historiador y escritor): «Mi novela está basada en un crimen real, necesito un núcleo de verdad para escribir» PDF fitxategia Inprimatu E-posta
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Aitor Hernández (Historiador y escritor): «Mi novela está basada en un crimen real, necesito un núcleo de verdad para escribir»

El autor irunés, Aitor Hernández, con su nuevo libro.
El autor irunés, Aitor Hernández, con su nuevo libro. / F. DE LA HERA

GANADOR DE LA BECA SERAPIO MÚGICA Y DEL CONCURSO LUIS DE URANZU DE INVESTIGACIÓN HISTÓRICA, HA DADO EL SALTO A LA FICCIÓN CON 'ALMAS ENVENENADAS'

MARÍA JOSÉ ATIENZAIRUN.Domingo, 17 septiembre 2017, 09:40
En Vallalmera, una pequeña ciudad de provincias, a finales del siglo XIX, las vidas de dos mujeres, madre e hija, y un hombre se van a cruzar peligrosamente. Las turbulentas relaciones pasionales que establecen van a desembocar en un terrible crimen. Esta historia, basada en hechos reales, y la posterior investigación policial es la que cuenta el irunés Aitor Hernández en su recién publicada novela 'Almas envenenadas'. El libro, editado por Milenio y mezcla de género negro y costumbrista, supone la primera incursión larga del historiador irundarra en el mundo de la ficción.
-Su novela tiene como base unos hechos reales ocurridos en Francia a finales del XIX. ¿Por qué eligió esta historia?
-Está basada en un crimen real que escandalizó a la sociedad francesa de la época. Me llamaron la atención dos cosas. En primer lugar, que los hechos podrían haber sucedido en cualquier lugar y en cualquier época, porque la historia trata de pasiones. En segundo lugar, me impactaron las personalidades extremas de los personajes.
-Se ha apoyado en un hecho para escribir su primera novela. ¿Ha pesado el historiador?
-Yo me considero más historiador que novelista. Necesito que la historia sobre la que escribo tenga un núcleo de verdad. En esta novela, respeto la estructura de la historia, aunque añado personajes y escenas y traslado el sustrato francés del XIX a la misma época de una ciudad castellana imaginaria.
-En la contraportada del libro leemos los nombres de León Vitalis y Marie Boyer, los protagonistas reales del crimen. ¿No le importa destripar la novela?
-No, no me importa. Goethe decía que los hechos por acontecer proyectan su sombra por anticipado. Aquí se ve, desde el principio, que va a ocurrir algo fatal. Pero esa es sólo la primera parte del libro. La segunda es más policiaca, porque en ella comienza la investigación. Para mí, la investigación es secundaria. Lo que me interesa más es el choque de pasiones y personalidades que se da en la primera parte.
-Esta novela supone su salto a la ficción y se ve que lo ha pasado bien escribiéndola. ¿Vamos a seguir contando son sus investigaciones históricas?
-¡Claro! He escrito historia antes y seguiré escribiéndola después.
-Entre sus libros históricos, llama la atención 'Ku Klux Klan. El brazo armado del Partido Demócrata', el primer estudio sobre este tema escrito en español, utilizando material original de la época.
-Yo iba a escribir un libro sobre la Guerra Civil norteamericana, pero al empezar, me pareció más interesante lo que había sucedido alrededor de la guerra, todo el proceso secesionista, porque hay en todo ello algo muy actual. En el sur de EE UU, los que pierden la guerra la acaban ganando utilizando el terrorismo masivo, a través de KKK y otros grupos partidarios del supremacismo blanco. En 7 u 8 años, asesinan a más gente que la inquisición española en 300 años. Borran del mapa al Partido Republicano y empiezan a aprobar leyes en las que prácticamente anulan la Constitución. Se la saltan por encima. Si la Constitución dice que los negros pueden votar, ellos aprueban una ley que dice que para votar, hay que saber leer y escribir y tener una renta mínima de tantos dólares. Ese terrorismo es un tema tabú todavía en EE UU.
-Partiendo de su conocimiento, ¿puede interpretar las manifestaciones racistas de este pasado agosto en Virginia?
-El sur de EE UU está lleno de estatuas, calles y colegios que llevan el nombre, no ya de gente que defendiera la secesión, sino de gente del KKK. Ahora, se está perdiendo el miedo y se está pidiendo la retirada de monumentos que no son de recibo. En cuanto a interpretar lo que ocurre... En este momento, oímos a cualquiera opinar sobre cualquier cosa. Creo que quien conoce la historia puede opinar con más criterio que quien no la conoce, pero que conozcas el pasado no significa que puedas avanzar el futuro. Los historiadores nos equivocamos, aunque menos que los economistas, que nunca prevén las crisis. Tuve un profesor que decía que en historia hay que esperar sorpresas tan grandes como en física cuántica.
 
«Verse encerrados con alambradas después de luchar por la libertad les hizo sufrir terriblemente» PDF fitxategia Inprimatu E-posta
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Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 17 de Septiembre de 2017.

«Verse encerrados con alambradas después de luchar por la libertad les hizo sufrir terriblemente»

Ramón Villalva, presidente de la asociación Tierra de Memoria y Lucha.
Ramón Villalva, presidente de la asociación Tierra de Memoria y Lucha. 

RAMÓN VILLALBA, HIJO DE UN VIZCAÍNO Y UNA ASTURIANA QUE SE CONOCIERON EN EL CAMPO DE GURS, APORTÓ SU TESTIMONIO EN EL AMAIA

M. J. A. DATA.Domingo, 17 septiembre 2017, 00:19
Ramón Villalba, presidente de la Asociación Tierra de Memoria y Lucha, dice, en broma, que él está en este mundo «gracias a Gurs», porque sus padres se conocieron en el campo de concentración. Participa en el documental de Askatasunarte y el viernes aportó su testimonio en la presentación de la película.
La de sus padres es una historia dura, enmarcada en un exilio sin retorno. «Estoy muy contento de estar hoy aquí y de ver tanta gente que quiere conocer la historia de Gurs», dijo Ramón dirigiéndose al público del Amaia. «Soy un poco hijo de ese campo, porque mi padre, que venía de Durango, encontró allí a mi madre, que venía de Asturias. Se casaron el 14 de abril del 45 en Oloron y yo nací en el 46. En Gurs, mis padres sufrieron de frío, de barro, de hambre... Ellos, como miles que habían luchado contra el fascismo aquí en España, se vieron encerrados. Al pueblo francés no se le puede acusar, pero sí al gobierno del Frente Popular. Empezó tirando como colillas a los soldados republicanos españoles en las playas y luego construyó 25 campos de concentración en el sur de Francia, donde encerró detrás de alambradas a los que lucharon por la libertad. Verse así les hizo sufrir terriblemente».
Hoy, tantos años después, Ramón Villalba quiere recordar «a todos aquellos hombres y mujeres. Por ley de vida, la mayoría de ellos ha muerto y están enterrados del otro lado de los Pirineos. Es terrible lo que sufrieron. Se sabe que con la dictadura se sufrió mucho más aquí, pero hay que acordarse de esa gente que estaba sólo a unos kilómetros de la frontera y no podía volver o no quería mientras no hubiese república. Yo los conocí y puedo decir que no perdieron los valores, ni el coraje».
Ramón Villalba reiteró su agradecimiento a los autores del documental y al público asistente «por estar aquí y por ayudarnos a sacar del olvido lo que fue el campo de Gurs».
 
«Hay que mantener la memoria viva, porque lo que he pasado no quiero que lo pase nadie» PDF fitxategia Inprimatu E-posta
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Noticia publicada en Diario Vasco, el domingo día 17 de Septiembre de 2017.

«Hay que mantener la memoria viva, porque lo que he pasado no quiero que lo pase nadie»

José de Sola, superviviente.
José de Sola, superviviente. 
M. J. A. IRUN.Domingo, 17 septiembre 2017, 00:19
El irunés José de Sola, superviviente de Gurs, tampoco regresó del exilio. Entró siendo un niño en el campo de concentración de Gurs y quiso acudir a la proyección del Amaia porque le hacía especial ilusión «estar en la ciudad natal de mi familia».
José dio las gracias «a todas estas personas y asociaciones que se ocupan de que la memoria quede viva, porque lo que he pasado no quiero que nadie lo pase. Cuando empezó la guerra pasamos de Hondarribia a Hendaya en una lancha. Mi padre era tornero y trabajaba en el depósito del ferrocarril, aquí en Irun. Mi madre también era irunesa, pero trabajaba en Hendaya, en el Palais de Cristal. Mi madre tenía amigas en Francia y nos acogieron bien, pero como la República resistía, mi padre quiso ir a Barcelona y después, de Barcelona fuimos a la frontera francesa».
Una vez al otro lado de la muga, «a los hombres los mandaron al campo de Argèles y a las mujeres y niños, al centro de Francia. Mi padre salió del campo de Argèles y encontró trabajo en un pueblo al lado de Oloron, donde empezó a trabajar de tornero. Allí vivíamos bien, en un piso amueblado y todo. Pero con el gobierno de Vichy, vinieron a por los que llamaban 'los indeseables'. Nos cogieron y nos llevaron, primero a un campo al lado de Pau y luego al de Gurs».
A José, que tuvo que conocer varios campos, el de Gurs le pareció «el peor. Estaba lleno de barro y las barracas, todas rotas. Cuando llovía, nos caí al agua encima. En cada barraca había 60 personas, la comida era remolacha, nabos y un poco de pan. Cuando empezaron a llevar a los judíos, nos mandaron a otro campo y de ese, a otro. Conocí a un matrimonio judío bastante mayor. La mujer se quedó agachada en un rincón de la barraca. No quería comer ni beber. Mi madre le ofrecía comida y no quería. Allí se quedó quieta hasta que murió».
 
El infierno, a hora y media de casa PDF fitxategia Inprimatu E-posta
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Noticia publicada en Diario Vasco,el dominigo día 17 de Septiembre de 2017.

El infierno, a hora y media de casa

Aforo completo. La proyección del documental sobre Gurs despertó un gran interés entre público irunés, que llenó el auditorio del Amaia.
Aforo completo. La proyección del documental sobre Gurs despertó un gran interés entre público irunés, que llenó el auditorio del Amaia. / FOTOS FERNANDO DE LA HERA

EL PÚBLICO LLENÓ EL AMAIA PARA ASISTIR A LA PROYECCIÓN DE 'GURS, UN RECUERDO DESDE EL OLVIDO'. EL ESTRENO DEL DOCUMENTAL SOBRE EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN CONTÓ CON LA ASISTENCIA DE VARIOS SUPERVIVIENTES Y DESCENDIENTES DE CAUTIVOS

MARÍA JOSÉ ATIENZAIRUN.Domingo, 17 septiembre 2017, 09:32
Sólo por el miedo que es capaz de inocular un régimen dictatorial, o por el instinto de alejar a los hijos del dolor propio, o por las dos cosas a la vez, puede explicarse el desconocimiento que, hasta hace pocas fechas, se ha tenido del campo de Gurs. Situado a hora y media en coche desde la frontera, por este campo abierto en 1939 para acoger, supuestamente, a los refugiados de la guerra española, pasaron más de 60.000 personas, entre ellas cerca de 6.000 vascos y 362 iruneses. En 1945, Gurs cerró sus puertas, dejando tras de sí una terrible historia de campo de concentración. Sus barracones fueron quemados y sobre el terreno que ocuparon, se plantaron árboles para que el bosque sepultara la memoria. Un cementerio con más de 1.000 lápidas es todo lo que quedó de aquel «infierno de barro», como lo calificaron los cautivos.
El desconocimiento sobre el campo de Gurs ha sido tan grande como las ganas de saber qué fue lo que ocurrió allí. Prueba de ello, es que el Centro Cultural Amaia registró un lleno absoluto en el estreno del documental 'Gurs, un recuerdo desde el olvido', celebrada el pasado viernes.
Dirigido por Alejandro Santos y Natalia Cambronero y producido por la asociación Askatasunarte, con subvención del Gobierno Vasco y aportaciones desinteresadas de numerosos colaboradores, el documental quiere ser «nuestra pequeña aportación para que se conozca la historia del campo de Gurs», dijo el director. «Se trata de un trabajo humilde, porque no somos profesionales, pero hemos puesto todo el corazón». Santos expresó su alegría ante el interés despertado por el documental y agradeció al público su asistencia.
«Es un trabajo humilde, porque no somos profesionales, pero hemos puesto todo el corazón»ALEJANDRO SANTOS DIRECTOR DEL DOCUMENTAL
«Los iruneses fuisteis los primeros en conocer la Guerra Civil en toda su dimensión militar»JOSU CHUECA HISTORIADOR
La película incluye fotografías, planos y documentos del campo; testimonios de varios supervivientes (entre ellos los iruneses José de Sola, Ricardo Arruti y Ramón Ruiz -ya fallecido) y de descendientes de cautivos; explicaciones de historiadores de ambos lados de la muga e intervenciones del lehendakari Iñigo Urkullu y del alcalde de Irun, José Antonio Santano. El primer edil irunés acudió el viernes a la proyección del documental y agradeció el trabajo realizado por Askatasunarte.
Antes de que se proyectara la película, los espectadores del Amaia asistieron a una emotiva presentación, en la que pudieron escuchar de viva voz el testimonio de un superviviente del campo y del hijo de un matrimonio cautivo.
El historiador Josu Chueca fue el encargado de contextualizar el documental, con un resumen breve y claro de la historia de Gurs. La película «sirve para aproximar un episodio de la historia, al mismo tiempo lejano y cercano», dijo Chueca. «Lejano , porque hablamos de los años 1939 a 1945 y porque no lo hemos recuperado para la historia hasta hace muy poco tiempo y cercano, porque Gurs está a hora y media de Irun».
Esta cercanía geográfica es también una cercanía sentimental, ya que 362 irundarras «estuvieron internados en este campo. Los de Irun», añadió el historiador, «fuisteis los primeros en conocer la Guerra Civil en toda su dimensión militar. La primera gran batalla se dio aquí, en el Bidasoa, e Irun se vació prácticamente, gracias a la cercanía con la muga, en los primeros días del septiembre de 1936».
Muchos de los iruneses que cruzaron la frontera se quedaron diseminados por Francia. Otros muchos «fueron por Cataluña, a seguir luchando en favor de la República y tuvieron que volver a pasar la muga en el 39. Con lo que no contaban los milicianos y refugiados españoles de febrero, marzo y abril del 39 es con que la Francia republicana, la Francia del Frente Popular iba a hacer verdad en su propio territorio aquel cablegrama de Franco que decía: ''Cautivo y desarmado el ejército rojo, la guerra ha terminado''. Es verdad que la guerra había terminado», prosiguió el historiador, «y es verdad que a este ejército republicano que pasó al exilio, se le desarmó y se le puso en régimen de cautividad en los campos de concentración, a los que buscaron muchos eufemismos, los mismos que hoy en día buscamos para los campos de internamiento de extranjeros y para esconder una realidad de negación de derechos y libertades, de mala alimentación y de enfermedades».
En este contexto surgió el campo de Gurs. En los primeros días de abril de 1939, «trajeron a 6.000 vascos, más de 2.000 españoles (así los catalogaban los franceses, no es que yo los diferencie)», puntualizó Chueca, además de brigadistas internacionales y aviadores. Estos fueron los 18.000 primeros habitantes de un campo que se construyó con 382 barracones «y con centenares de metros de alambre de espino para hacerles ver que eran cautivos».

De Gurs a Auschwitz

Gurs se mantuvo en funcionamiento no sólo para los españoles en fuga, sino que «dada la continuidad del fenómeno represivo, a través de la II Guerra Mundial, sirvió para albergar a miles de refugiados y deportados y, a partir del año 42, se convirtió en un eslabón más de la cadena que llevaba a la gente al campo de exterminio de Auschwitz».
Gurs se convirtió en «una historia de vergüenza para los franceses», añadió Chueca. «Cuando acabó la guerra, decidieron desmantelarlo y hacerlo desaparecer plantando un bosque. Durante años, no se ha hablado de Gurs y su historia se ha recuperado, a través del trabajo de asociaciones, historiadores, descendientes de los internados e iniciativas como las de Askatasunarte. El documental que se estrena hoy en Irun es un producto digno y una puerta para entrar en esa triste realidad de la historia, de nuestra historia».
 
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