«Ha sobrepasado mis expectativas» |
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Ostirala, 2016(e)ko uztaila(r)en 01-(e)an 12:21etan |
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Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el viernes día 1 de Julio de 2016.
«Ha sobrepasado mis expectativas»
El general del Alarde tradicional, Paco Carrillo, subiendo la calle Escuelas tras el alto en la plazoleta del Juncal. / F. DE LA HERA
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EL GENERAL DEL ALARDE TRADICIONAL, PACO CARRILLO, DISFRUTÓ DE UN DÍA EN EL QUE ESTUVO «FELIZ Y CON GANAS»
1 julio 201610:02
Cuando uno es ascendido, durante algún tiempo, todo es la primera vez que se hace y la tensión y los nervios se acumulan en el estómago esperando que todo vaya sobre ruedas. Este año una sensación parecida es la que ha sentido el nuevo general del Alarde tradicional, Paco Carrillo, que tras estrenarse con la revista el día 29, ayer desfiló como el máximo responsable de las tropas. «Ha sido una experiencia excelente», aseguraba intentando asimilar todo los momentos que estaba viviendo uno tras otro, instantes que «han sobrepasado todas las expectativas que tenía».
La sonrisa de oreja a oreja que lució Carrillo durante todo el desfile y en cada punto del recorrido en el que se paraba por protocolo o para sacarse alguna foto con todo aquel que se lo pedía no era por quedar bien. Le salió del alma. «Estoy feliz. Maravillosamente bien», hacía hincapié tras renovar el Voto en la ermita de San Marcial mientras cantineras, capitanes y el resto de la tropa aprovechaba para refrescarse y comer algo. Se mostraba satisfecho por lo «bien» que había ido todo durante el transcurso del desfile y por estar «con muchas ganas».
Entre tantas emociones vividas durante todo el desfile, Carrillo confesaba no ser capaz de seleccionar ninguna. «No puedo, todo ha sido una sucesión de cosas tremendas», aseguraba emocionado. «Estoy contento de cómo he entrado en la plaza, del comportamiento de la gente...». Pero sí hubo un momento que le llamó poderosamente la atención. «Durante la bajada de la iglesia ha sido una cosa tremebunda porque no me esperaba tanto lío. Venía concentrado, escuchando el ‘Joló’ pero no he podido seguir oyéndolo durante la bajada, porque ha sido un griterío total y no oía la música».
El componente suerte
Una de sus principales preocupaciones en el día de ayer no era otra que el caballo, en el que además de la destreza que había que mostrar «también hay un componente de suerte», explicaba, en referencia a su montura. Uno de los mayores miedos se debía a que el animal, precisamente, «no es una moto, tiene sus días y puede pasar que se le ocurra que no quiere hacer lo que tú le dices. Y con ellos cuando es no, es no, lo que puede fastidiar el día al que va arriba y a todos los demás».
Pero Carrillo no tuvo ninguna queja sobre su ‘compañero’, más bien todo lo contrario, porque todo eran buenas palabras para referirse al caballo. «Es estupendo, me ha dejado hacer todo lo que quería», comentaba, lo que le permitió «no estar preocupado de nada más que de estar a lo que tengo que estar, porque el caballo viene siendo un accesorio, pero ya se sabe, hay veces que no suele ser así».
Uno de los momentos en los que el caballo puede ‘jugársela’ al general son las descargas, cuando el ruido de las escopetas y la aglomeración de gente pueden llegar a superar al animal. «Si te toca uno que se menea, seguro que pierdes la mitad de la brillantez que deberías tener y el que va encima del caballo va con miedo», explicó. Aunque Carrillo «no sabía cómo se iba a comportar» su caballo durante el estruendo, aseguraba tener «confianza» en él, ya que la víspera, durante la revista, «en ninguna compañía me hizo ningún extraño». Una sensación que se confirmó durante las descargas. «El caballo se ha comportado fenomenal, no se ha movido, y eso que estaba toda la plaza a rebosar».
Dado el comportamiento manso, dócil y bonachón del caballo, Carrillo solo tenía una petición que espera se cumpla, que no es otra que «pedir que este caballo me aguante muchos años, por favor».
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Aniversario festivo para el Alarde público |
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Ostirala, 2016(e)ko uztaila(r)en 01-(e)an 12:16etan |
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Noticia publicada en Diario Vasco sección Bideasoa,el viernes día 1 de Julio de 2016.
Aniversario festivo para el Alarde público
VÍDEO
La general Inma Landa realiza una impecable entrada a galope en la plaza de San Juan, donde la esperan las tropas del Alarde público. / F. de la Hera
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EL TENIENTE DE DIPUTADO GENERAL, DENIS ITXASO, ENTREGÓ LA BANDERA DE IRUN A LA COMPAÑÍA BIDASOA
1 julio 201610:17
En 1996, un grupo de mujeres irunesas expresó su deseo de participar en el Alarde de San Marcial e intentó incorporarse al desfile. Aunque el resultado no fue el esperado, en este 2016 todos los actos organizados por el Alarde público han tenido presente ese vigésimo aniversario, cuya celebración culminó ayer con un desfile lleno de alegría y espíritu festivo. «Estamos contentas», decía la teniente de la compañía Santiago, Karmele Tolosa, una de las veteranas. «Viendo la cantidad de chavalitas que participan y disfrutan del Alarde, estos veinte años han merecido la pena».
Con el veinte aniversario como bandera y con la Escuadra de Hacheros abriendo camino, el Alarde mixto arrancó ayer a las 10.20 en punto de la cuesta de San Marcial hacia la plaza de San Juan. En la balconada del ayuntamiento esperaban este año el teniente de diputado general, Denis Itxaso; la directora de Emakunde, Izaskun Landaida; el Ararteko, Manu Lezertua; y varios cargos públicos de EH Bildu y Podemos, entre senadores, junteros y concejales.
"El gesto de Denis Itxaso ayuda a normalizar la situación y a que este Alarde siga adelante"
Las unidades especiales y compañías de infantería fueron colocándose ordenadamente a ambos lados de la plaza, dejando libre el pasillo por el que poco después habría de entrar la general, acompañada de sus ayudantes.
La llegada al galope de Inma Landa, a lomos de un caballo blanco de nombre ‘Reno’, fue impecable y aplaudida por el batallón. La general del Alarde público saludó al comandante, Itoiz Elizazu, que se estrenó con éxito ayer, así como a la balconada y llamó a los capitanes para recibir las novedades de la jornada, informarse sobre el número de soldados, 1.250, y trasladar a la tropa el mensaje de la fiesta.
"Viendo la cantidad de chavalitas que participan, estos veinte años han merecido la pena"
Minutos después habría de llegar otro de los momentos más emotivos del Alarde: la entrega de la bandera de Irun a la compañía Bidasoa. Fue Denis Itxaso, flanqueado por los concejales iruneses David Soto e Izaskun Sorondo quien hizo entrega de la enseña a la teniente abanderada, Aizpea Basabe, que la recibió y ondeó con lágrimas en los ojos. «Este es mi tercer año como abanderada, pero me he emocionado igual que el primero, porque para mí es un honor», dijo. Una vez recogida la bandera y disparadas las salvas, el Alarde se dirigió hacia la plazoleta del Juncal, con la alegre música de la Banda, la Tamborrada y los pífanos, parches y redobles de las compañías. Una vez allí, las tropas se tomaron unos minutos de descanso, para tomar algún refrigerio y proseguir con el desfile.
Inma Landa se mostró satisfecha del desfile «porque ha ido todo genial. El tiempo nos ha acompañado. Estamos muy contentos y disfrutando del día», dijo. La general agradeció la presencia de Denis Itxaso y su participación en la entrega de la bandera. «Se lo quiero agradecer, porque ha sido un gesto importante y es algo que nos ayuda para que se normalice la situación, para que la incorporación de las mujeres sea algo natural y para que sigamos adelante con este Alarde».
Para Inma Landa el de 2016 ha sido su tercer año como general. Pese a la experiencia, «los nervios siempre están ahí, sobre todo en la entrada a la plaza, porque es un momento emocionante, pero con la ayuda de todos, todo sale bien. La gente está feliz. No hay más que ver al público y la cantidad de jóvenes, chicos y chicas, que se nos han incorporado».
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«Seriedad, alegría y a triunfar, chavales» |
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Ostirala, 2016(e)ko uztaila(r)en 01-(e)an 12:10etan |
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Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el viernes día 1 de Julio de 2016.
«Seriedad, alegría y a triunfar, chavales»
El general del alarde tradicional, Paco Carrillo, en una de las tres descargas de fusilería que ordenó ayer en la plaza de San Juan desde su caballo. / F. de la Hera
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PACO CARRILLO SE ESTRENÓ COMO GENERAL DEL ALARDE TRADICIONAL EN UNA JORNADA PERFECTA EN TODOS LOS SENTIDOS
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7.857 SOLDADOS Y DIECINUEVE CANTINERAS FORMARON EL DESFILE QUE MILES DE PERSONAS VIERON Y APLAUDIERON DESDE LAS ACERAS
1 julio 201609:55
El Alarde de San Marcial tiene figuras destacadas, como el general o las diecinueve cantineras, pero es una obra colectiva que necesita la participación de todos sus componentes para celebrarse como debe. En la edición de ayer del desfile tradicional, marcharon 7.857 soldados y miles de personas lo acompañaron desde las aceras.
Aunque los toques del cornetín Ion Agudo, claros, nítidos, perfectos, sonaron a las 7.40 para la emocionante Arrancada, el día había comenzado mucho antes. A las cuatro se interpretó la primera Alborada, pequeña pieza musical que se escuchó durante las dos horas siguientes en multitud de rincones de un Irun que se desperezaba para afrontar su gran día. A las seis en punto, con la primera campanada del reloj del ayuntamiento como nota inicial, la Banda tocó la Diana de Villarrobledo para disfrute de los cientos de personas que se acercaron a escucharla, cantarla y saltar con ella.
Carrillo ordenó tres buenas descargas en la plaza de San Juan y otras tantas ante la iglesia del Juncal
Con la Arrancada sonando y bajo el mando del nuevo comandante, Asier
Etxepare, la tropa se trasladó desde la plaza de Urdanibia hasta la de San Juan. Allí se incorporó el general, Paco Carrillo, que también se estrenaba en el cargo. Su entrada en la plaza, uno de los momentos más esperados cada año, fue elegante, aunque no excesivamente rápida. Recorrió después todo el espacio saludando a los miembros de cada una las compañías antes de llamar a los capitanes y jefes de unidad para dirigirles sus primeras palabras del día. «Ha llegado nuestro día», les dijo. «Os voy a pedir dos cosas y quiero que cumpláis las dos a la vez: seriedad y alegría. ¡A triunfar chavales!».
Incorporación de la bandera
La Tamborrada interpretó el Teiro, la pieza musical que acompaña a la compañía Bidasoa en la recogida de la bandera de la ciudad en los arkupes del ayuntamiento. Jesús Iriarte, como teniente abanderado de la compañía, la recogió de manos de José Antonio Apalategui, presidente de la Junta del Alarde. Tras los preceptivos goras, la cantinera de Bidasoa María Oronoz, besó la tela con el escudo de la ciudad. «Lo hago todos los años desde la acera en la bajada de la iglesia. El mayor cambio este año ha sido poder ver el momento de la recogida desde dentro». Con el Teiro aún sonando, al salir Bidasoa de los arcos municipales, la Banda hizo sonar, por primera vez en el día, el Himno de San Marcial.
Llegó entonces el momento en el que el general incorporó a los soldados de todas las compañías a esa fiesta que es la recogida de la bandera. Lo hizo ordenando tres descargas. «Karga armak; zuzendu armak; niri begira» y el gesto de su brazo en un rápido movimiento de arriba abajo, fue la fórmula por la que optó Carrillo. Cada una de las salvas mejoró la anterior y entre las tres llenaron la plaza de San Juan de humo y de ese olor a pólvora tan característico del 30 de junio irundarra.
Sonó el Joló en los instrumentos de la Banda para anunciar que el Alarde se movía. La Escuadra de Hacheros encabezó el desfile hacia la plazoleta de la parroquia del Juncal al ritmo de la vibrante música que reforzaban los redobles y los parches de la Tamborrada.
La entrada a la plaza del nuevo general fue muy elegante, aunque no excesivamente veloz
Una tras otra las compañías fueron abandonando la plaza de San Juan de camino a la siguiente parada. Marchaban tocando el Himno de San Marcial, pero su música se apagaba a medida que se acercaban a la iglesia y escuchaban el potente Joló de la Banda llenando el ambiente, invitándoles a una bajada alegre y distendida en el momento de mayor alborozo de la mañana.
Se incorporó el pendón con la imagen del santo al desfile, portada este año, de acuerdo con el turno de rotaciones, por la compañía Anaka, que designó para la labor a José María Irastorza. También en el Juncal hubo descargas de infantería, bastante buenas también, aunque Carrillo tuvo que reprender desde el caballo algunos tiros tardíos.
Recogidos ambos símbolos, el Alarde tradicional rompió filas muy cerca de donde había empezado apenas dos horas y media antes. Con ellos presentes tuvo lugar ante la ermita de San Marcial, en el monte homónimo, el cumplimiento del voto al santo.
El final en la calle Mayor
Si la Arrancada matinal tiene un punto emotivo, la vespertina ocurre casi como un milagro, con las compañías forzando al máximo su disciplina para que las casi ocho mil txapelas puedan iniciar el recorrido desfilando por las estrechísimas calles Contracalle y Travesía.
Así empezó ese camino de vuelta que llevó al Alarde a repetir las paradas pero alternando el orden. Primero se devolvió el pendón en la plazoleta de la iglesia, después la bandera de la ciudad en el ayuntamiento para cerrar la jornada. En medio, en el que es el tramo más largo del recorrido, la tropa marchó por el espacioso paseo de Colón y después, sobre los adoquines de la abarrotada calle Mayor. Es el tramo final del desfile y ésa es una de las razones que lo hacen especial. La otra es el gentío que abarrota sus aceras. Ayer no fue una excepción. El griterío y los aplausos, atronando al paso de las cantineras, hicieron emerger las lágrimas en los ojos de más de una de ellas.
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Ostirala, 2016(e)ko uztaila(r)en 01-(e)an 11:41etan |
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Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa ,el viernes día 1 de Julio de 2016.
ALARDE DE SAN MARCIAL 2016
Irun vuelve a vibrar
Las 20 unidades del Alarde tradicional, compuesto ayer por 7.857 soldados y con 19 cantineras entre sus filas, recibieron el aplauso de miles de irundarras, que se echaron a la calle desde la madrugada, en el día grande de la ciudad. Fue una jornada de rituales y emociones en la que reinó el buen ambiente y lució el sol, pero no hizo, por suerte, el sofocante calor del año pasado.
UN REPORTAJE DE XABIER SAGARZAZU / FOTOGRAFÍA RUBEN PLAZA - Viernes, 1 de Julio de 2016 - Actualizado a las 07:16h
Martín Goikoetxea, Goiko, es un veterano fotógrafo profesional de Bera. Navarro por tanto, pero "irundarra también de corazón", ya que vino a estudiar a la vieja Escuela Sindical "en el año 1966". Desde su primer contacto con Irun y sus fiestas, ha fotografiado en miles de imágenes "40 años de Alarde, pero siempre, siempre, hay un detalle, un momento, algo que los hace distintos, a todos y cada uno de ellos; son una serie de rituales, vivencias y sentimientos de la gente, sea desfilando o desde la aceras, que uno trata de plasmar con la cámara", confesaba ayer, en espera del que era "en principio" su último Alarde como fotógrafo, ya que se ha jubilado.
la espera Precisamente, uno de esos rituales de cada 30 de junio en Irun es el de la espera. La de miles de personas que, desde la madrugada, cogen sitio en las calles por las que discurrirá el Alarde, en especial, en la calle San Marcial, donde se produce el momento de la Arrancada.
Allí esperaban ayer Estebe Abrisketa, Idoia Mitxelena y Laida García, tres jovencísimos irundarras de entre 15 y 16 años de edad. "Llevo aquí desde las 2.30 horas, pero es algo que hago muy a gusto y desde luego que la espera merece la pena", decía Estebe Abrisketa, al que le tira más "ver el Alarde, que desfilar en él, siendo chico". Este joven y sus dos amigas entretuvieron su tiempo hasta el momento de la Arrancada del Alarde tradicional, que son las 7.40 horas, "jugando a las cartas y tomando café".
En otro punto del recorrido, en la calle Iglesia, se encontraban María Ángeles Iriondo, de 76 años de edad, su hija, Mari Carmen Rial (de 49 años) y hasta algunos de sus nietos.
"Nos hemos levantado a las 4.00 de la mañana y para las 5.20 ya estábamos aquí. Hemos traído café, cruasanes y alguna manta, que este año hace fresco", decían con muy buen humor María Ángeles Iriondo y su hija, que no dudaban en afirmar que "vivir el Alarde merece esto y mucho más".
silencio y arrancada El del silencio en la calle San Marcial, desde unos tres minutos antes de las 7.40 horas, es otro de los momentos del día. A la orden del Comandante, Asier Etxepare, que ayer se estrenaba en este cargo, el cornetín de órdenes del Alarde tradicional, Jon Agudo, dio el toque de la Arrancada, tras el cual, la Escuadra de Hacheros, dirigida por José Ignacio Galzakorta, inició el camino desde la plaza Urdanibia, calle San Marcial arriba, hasta la plaza San Juan.
Toda la calle estalló en un aplauso y gritos de ánimo. El camino lo recorrieron, tras los hacheros, las 19 restantes unidades del Alarde tradicional, integradas por 7.857 soldados, según las cifras facilitadas por su Comandante. Y con ellos, sus respectivas cantineras, las 19 grandes protagonistas del día, que recibieron, más que nadie, el calor y el ánimo del público durante todo el día.
emoción y lágrimas Unas cantineras que como Estíbaliz González, de la compañía Uranzu, llegaban a la plaza San Juan "con las lágrimas en los ojos". Esta joven de 26 años decía que para ella, ser cantinera era "lo mejor de mi vida" y afirmó que "aunque imaginaba que sería emocionante", se había visto "desbordada por la forma increíble en la que la gente se vuelca" con ella y sus compañeras. González estaba "en pie desde las 2.00, pero con tanta adrenalina y tantas emociones en el cuerpo, que hoy no hay cansancio".
descargas Ya con todo el batallón en la plaza San Juan, recibido desde el balcón del ayuntamiento por el alcalde, José Antonio Santano, y ediles de PSE, PNV y PP, fue el momento de la llegada del General, Paco Carrillo, que estrenó ayer su cargo.
Carrillo entró a galope en la plaza y tras la Llamada a Capitanes para dar las últimas instrucciones, al grito de "¡Gora Irun! ¡Gora San Marcial!", ordenó las primeras salvas de fusilería y cañones del día. La compañía Bidasoa recibió la bandera de la ciudad y el Alarde tradicional emprendió el camino a la parroquia del Juncal, donde tras nuevas descargas, se inició la parte final del recorrido matutino.Paco Carrillo, que reconoció haber tenido "los lógicos nervios de estrenarse en todo esto", se mostró "feliz y emocionado, sin palabras para describir los sentimientos y agradecer el apoyo y el ánimo de miles de irundarras" al Alarde tradicional "en este día grande para todos". A mediodía, la Corporación municipal, con el alcalde Santano a la cabeza, estuvo en la misa de la ermita de San Marcial, renovando así el voto secular que los irundarras le hicieron al santo, en agradecimiento por la victoria en la histórica batalla de la peña Aldabe, en el año 1522.
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