El festival abrió sus puertas ayer con los visitantes atentos al cielo, que no promete respetar los espectáculos ni actividades organizados al aire libre. Por la mañana, José Antonio Santano, alcalde de Irun, Miguel Ángel Páez, delegado de Promoción Económica y Turismo del ayuntamiento; Nagore Loidi y Rubén Fraile, de la asociación de comerciantes Bidashop, y Juan Cantero, responsable de la empresa 'Balconet', presentaron la VI edición del 'Dies Oiassonis' y uno de los atractivos de este año, el gran mercado romano.

Conviértete en legionario. A las 12.30 y a las 18.30 horas, de la mano del grupo de recreación histórica Cohors II Vasconum, los visitantes podrán convertirse en soldados de la antigua Roma.

Espectáculo de Gladiadores. El grupo de recreaciones históricas Jano realizará una demostración de lucha de gladiadores a las 13.00 horas en la plaza del Museo.

Banquete romano. También de mano de Jano se representará un tradicional 'convivium' romano lleno de espectáculo y artistas.

Cada año cientos de iruneses se acercan a la plaza del museo para disfrutar de las distintas actividades, puede que incluso participen en alguna de ellas, como por ejemplo en la representación histórica 'Navigium Isidis', que tendrá lugar hoy a las 20.00 horas en la plaza del museo, donde más de 200 voluntarios forman parte de la procesión en nombre de la Diosa Isis. No obstante, este año el festival ha querido llegar más lejos. Como dijo Páez «empezó de forma limitada, pero al tener una respuesta positiva por parte del público hemos hecho del festival un acontecimiento importante para la ciudad». Uno de los objetivos principales de este año ha ido dirigido al crecimiento territorial y al acercamiento de cada vez más vecinos. Santano declaró que «estamos haciendo algo diferente y esperamos que la gente se vuelque, que los ciudadanos de Irun y Hondarribia vengan, pero también que los residentes de toda Gipuzkoa y del otro lado del Bidasoa se acerquen».

Los cambios más visibles afectan a la distribución del mercado ya que ahora los puestos de venta y de exposición se extienden desde la iglesia del Juncal pasando por las plazas de Istillaga y Erromes hasta el frontón de Santiago. La tematización y las actividades, organizadas por la empresa Balconet, también acompañan el conjunto del mercado. «La parte infantil es de los aspectos más importantes y de los que más hemos favorecido a fin de que se acerquen las familias y disfruten del fin de semana», aseguró el representante de la empresa organizadora, Juan Cantero. El espacio juvenil es uno de los más grandes y han desarrollado diversos juegos artesanales e incluso una granja con animales para los más pequeños. Rubén Fraile, uno de los representantes de la asociación de comerciantes Bidashop, se pronunció respecto a los cambios y afirmó que «queremos diferenciarnos del resto de Gipuzkoa y con estos extras que hemos traído creo que lo hemos conseguido».

Después de la presentación, los responsables del ayuntamiento y los representantes de las diferentes partes colaboradores se pasearon por los puestos del mercado romano. Como recordó Santano «Irun tiene un sabor diferente y estas calles en especial están cargadas de historia». Precisamente las calles cercanas al Museo se convierten en las protagonistas y hacen posible viajar hasta el antiguo imperio. El incienso rodea a los visitantes que se acercan a descubrir el mundo de la fabricación y colocación de los mosaicos y a las más coquetas que quieren maquillarse y cuidarse al estilo clásico. Y así, entre descubrimientos y artesanía, los iruneses pueden vivir una parte de la historia de la ciudad.