Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 7 de Marzo de 2018.
Mujeres de Bidasoaldea pertenecientes a diferentes asociaciones y colectivos y a título particular, se han unido para organizar un programa de movilizaciones, que tendrá lugar mañana, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Al margen de la concentración anunciada por la Comisión de Igualdad del Ayuntamiento para las 11.30, en la plaza de San Juan, con el lema 'Todos los días deberían ser 8 de marzo', las Mujeres de Bidasoaldea han organizado una manifestación que partirá a las 12.00 de la misma plaza. La marcha recorrerá las calles Mayor, Fueros, paseo de Colón, Hondarribia, Zubiaurre y Estación para regresar por el paseo de Colón, avenida de Guipúzcoa, Luis Mariano, Berrotarán y Joaquín Gamón y terminar en la plaza de San Juan, donde se leerá un manifiesto.
Por la tarde, a las seis, se celebrará una nueva concentración en la plaza de San Juan, desde donde se formará una cadena humana hasta alcanzar la plaza de José Ramón Amunárriz, junto al Palacio de Justicia. Las convocantes animaron ayer a la ciudadanía a participar en estas movilizaciones y «a llevar pañuelos morados».
Las Mujeres de Bidasoaldea invitaron también a secundar la huelga convocada para mañana, así como «a realizar actos simbólicos, como usar brazaletes morados y colgar delantales en los balcones y ventanas», ya que «no todas podremos realizar una huelga completa».
Precisamente el símbolo del delantal fue el utilizado por las Mujeres de Bidasoaldea en la rueda de prensa ofrecida ayer, en la que informaron sobre las movilizaciones organizadas «para posibilitar en nuestra zona a todas las mujeres un espacio de reivindicación sobre la necesidad de terminar con este sistema que sigue generando una división sexual en la mayoría de los ámbitos: laboral, relacional, doméstico y económico», dijeron.
Infravaloradas
Tras anudar sendos delantales a las estatuas de Pío Baroja y Luis Mariano, las convocantes denunciaron que «los aspectos impuestos a las mujeres, como la responsabilidad acerca de los cuidados, las tareas domésticas o la educación están invisibilizados e infravalorados por toda la sociedad» y que se realizan «mayoritariamente de manera gratuita o en condiciones laborales detestables». Exigieron, por otra parte, protección a las mujeres desde las instituciones «ante la cantidad de agresiones que vivimos (176 mujeres fueron agredidas en 2016 en Irun). No obstante, las múltiles violencias van más allá de la agresión física», añadieron. «Especialmente importante en nuestros municipios, es el hecho de que los ayuntamientos se niegan a mediar en la brecha social que ha supuesto el alarde» o «que se promueva la cosificación de las mujeres, a través de conductas como los concursos de belleza infantiles».
Con el objetivo de «configurar un escenario distinto de las mujeres en las calles, en las casas, en los lugares de trabajo», las Mujeres de Bidasoaldea invitaron a secundar la huelga del 8-M para «demostrar a la sociedad que si nosotras paramos, se para el mundo».
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