Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 11 de Febrero de 2021.

El centro Gaztedi de atención a adolescentes de Irun asistió el año pasado a 65 familias

Con el confinamiento se han visualizado en los hogares algunos consumos de sustancias y han surgido conflictos por los toques de queda

Raul Giralde es el terapeuta de Gaztedi, programa de apoyo a adolescentes y familias de Irun. / MIKEL FRAILE

M.A.I.IRUN.Jueves, 11 febrero 2021, 08:48

El centro de atención a adolescentes y a sus familias Gaztedi de Irun ha realizado un balance con respecto a la actividad llevada a cabo en 2020, un año marcado por la pandemia de la Covid-19. Según datos facilitados por Gaztedi, el programa ha superado al resto de centros de Gipuzkoa (Lezo, Donostia, Lasarte y Arrasate) en cuanto a familias atendidas. A pesar de las medidas sanitarias, han sido 65 familias irundarras las que se han beneficiado de este servicio a lo largo del 2020, seguido del centro de Gaztedi de Donostia, con 62 atenciones. Además de las familias irundarras, en el centro también han atendido a personas de otras localidades, como Hondarribia, Lesaka y Hendaya, con siete intervenciones en total.

Teniendo en cuenta el género en cuanto a la atención, el 25% de las personas menores de edad han sido chicas, frente al 75% de chicos. Desde Gaztedi explican que «las limitaciones en la actividad impidieron un desarrollo habitual del servicio, pero ante la incertidumbre se realizaron las sesiones por videoconferencia, tanto con los usuarios del servicio, como con las instituciones, por lo que con la adaptación a la nueva normalidad se ha podido llevar a cabo gran parte de los proyectos y actividades programadas».

En 2020, el motivo de la demanda del servicio por parte de las personas menores de edad y las familias en Irun ha dibujado nuevos escenarios. Así, los diferentes casos han sido por conflicto familiar (28 familias), tratamiento sobre el consumo de drogas (12 familias), dependencias al teléfono móvil, consolas, ordenador... (10 familias), agresividad (9 familias) y ansiedad y/o depresión (6 familias).

55 casos cerrados

El consumo de sustancias que las personas menores de edad realizaban en la vía publica se ha visualizado durante el confinamiento en los hogares, lo que ha creado una mayor preocupación entre padres y madres. Así, también se han visto visibilizados episodios de agresiones hacia los progenitores al intentar, sobre todo, que las personas menores de edad respetaran la normativa, como el toque de queda, por ejemplo. «Lo mismo ha ocurrido con el uso de las consolas, el teléfono móvil, el ordenador...», explican desde Gaztedi Irun. Otro aspecto directamente derivado de esta situación ha sido la irritabilidad, la depresión y la tristeza en algunos menores.

Teniendo en cuenta la evolución de años anteriores, se observa que el número de usuarios se sitúa, principalmente, entre los 14 y los 16 años, destacando el aumento de aquellos que tienen entre 12 y 13 años. Así, el número de jóvenes atendidos que tienen 12 años ha sido 9; entre los de 13 años, 11 atenciones; 14 años, 12; 15 años, 17; 16 años, 11; y 17 años, 5 casos.

Desde Gaztedi Irun también han querido analizar la estructura familiar. Las atenciones en familias de dos padres biológicos ha sido de 37; progenitores divorciados, 14; familias reconstruidas, 7; familias monoparentales, 3; padres con hijos adoptivos y/o en acogimiento, 2; y familias con menores de protección, 2.

De las 65 atenciones realizadas durante el año 2020, en la actualidad se encuentran 55 casos cerrados «con objetivos cumplidos positivamente» y los diez restantes permanecen activos.

Seguimiento externo

Para la obtención de estos datos, se han tenido en cuenta tanto la valoración de la familia como la del responsable de caso, realizándose de forma individual bajo criterios subjetivos. Las demandas atendidas desde el programa permanecieron en el mismo una media de 4 a 6 meses, con intervalos de sesiones semanales o quincenales, de una hora en caso de ser individual y de una hora y media en caso de trabajar a nivel familiar, por lo general.

Conviene tener en cuenta que, tras estos plazos, desde el programa que realiza Gaztedi se lleva a cabo un seguimiento externo que se puede prolongar durante tres meses.