Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 14 de Febrero de 2021.

«Hay casos que te pellizcan mucho el corazón, que te duelen por dentro»

Tratar de tomar distancia y apoyarse en el equipo son algunas de las claves de los mediadores para prestar su servicio al 100%

Los mediadores Veronica Murari y Moustafa Elafify. / F. DE LA HERA

M. J. A.IRUN.Domingo, 14 febrero 2021, 00:11

Tanto Moustafa Elafify como Veronica Murari han vivido en su propia carne una experiencia migratoria, por lo que no les resulta difícil empatizar con las personas que acuden al servicio de Mediación Intercutural. La empatía, en su caso, es un arma de doble filo, ya que ayuda a entender, vehiculizar y resolver los problemas planteados por los usuarios, pero también a interiorizar y hacer propio su sufrimiento.

«Muchas de las personas que atendemos están ya bien ubicadas y tienen una situación bastante estable. Son las que vienen pidiendo información sobre diferentes asuntos o traen algún documento para traducir», explica Moustafa Elafify. «Pero en estos dos últimos años, en el día a día han contactado con este servicio personas con más problemas y más necesidades. Ésos son los que se nos quedan en la memoria. Hay casos que te pellizcan mucho el corazón, que te duelen por dentro».

La búsqueda de una vivienda en alquiler es una de las gestiones más desesperantes y que más sufrimiento provoca en la población extranjera extracomunitaria. Estudios realizados por diferentes entidades demuestran que hay racismo social en el mercado del alquiler, así como colectivos especialmene estigmatizados, tales como la comunidad subsahariana y magrebí. «Alquilar una vivienda es una misión muy difícil y en algunos casos imposible y es algo que también se ha complicado mucho con la llegada del Covid», explica Elafify, «Aunque parezca increible, quienes más díficil lo tienen son las familias con niños pequeños y, sobre todo, con bebés. Esa es la realidad».

Tratar de tomar distancia y apoyarse en el equipo son las principales herramientas que utilizan los mediadores para poder centrarse en su trabajo al 100%. «Tú estás hablando con una persona que está a punto de quedarse en la calle y trabajas para buscarle algún recurso, para que eso no llegue a suceder», explica el mediador. «Pero cuando acabas de hablar con esa persona tú te vas a tu casa y ella se queda ahí, con el problema. Lo que tratamos de hacer es distanciarnos un poco. Es muy difícil, pero hay que hacerlo para seguir prestando bien este servicio. Nos apoyamos mucho entre nosotros. El apoyo del equipo también es esencial para seguir adelante».

La dificultad que encuentran las personas extranjeras para conseguir una vivienda contrasta con estereotipos muy arraigados entre ciertos sectores de la población. «Hay gente que cree que por llamarte Moustafa vas a Etxebide y te dan un piso», comenta el mediador. «No es así, pero es difícil quitárselo de la cabeza. Nosotros luchamos mucho contra eso, pero con poco éxito».