Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 9 de Mayo de 2022.

Un joven ha sido condenado a 2 años de prisión por cuatro delitos de ciberacoso sexual cometidos sobre cuatro menores de 16 años, además de a una multa de 1.800 euros por coacciones a otra menor de edad. Además el hombre, que trabajaba como entrenador en un club deportivo de Irun, ha sido inhabilitado para trabajar con menores de edad durante un periodo de 5 años. La ejecución de las penas de prisión han sido suspendidas, por lo que no irá a la cárcel.

El juicio por este caso se ha celebrado este lunes en San Sebastián, en el que las partes han llegado a un acuerdo. El hombre se enfrentaba a penas que superaban los 11 años de prisión por diferentes delitos, que han sido rebajadas tras modificarse los hechos. Según recoge la Fiscalía en su escrito de acusación que ha sido reconocido por el encausado, este fue entrenador de la sección juvenil de un club de Irun hasta el año 2018, y esa condición le proporcionaba «contacto constante con chicas menores de edad, que son su principal interés sexual».

De esta manera, en el año 2014 contactó con una menor por Instagram, que en ese momento tenía 12 años, si bien le dijo que tenía 16. El acusado, por su parte, le dijo que tenía 18, aunque en realidad contaba con 21 años. Tras una serie de conversaciones «inocuas», el joven se ofreció a comprar un móvil a la menor a cambio de mantener relaciones sexuales con ella.

El hombre la citó en un aparcamiento, y la instó a que acudiera «con ropa sexy y tacones». Una vez en el lugar, «la cogió del brazo y la llevó hacia el vehículo» y condujo hasta «un descampado» con intención de mantener sexo con ella. Finalmente la menor huyó, aunque el joven mantuvo contacto «telemático» con ella hasta 2018.

Por estos hechos, que inicialmente se habían calificado de retención ilegal y han sido modificados a un delito de coacciones, el hombre ha sido condenado a 12 meses de multa a una cuota diaria de 5 euros y la prohibición de aproximarse a la víctima o comunicarse con ella durante un periodo de 5 años.

Por otro lado, entre junio y agosto de 2018, el hombre, de nuevo a través de Instagram, contactó con cuatro menores integrantes del citado club deportivo, todas menores de 16 años, a las que se presentó como un joven de 17 años, si bien entonces ya tenía 25. Todo ello «gracias a la posibilidad de inventar una apariencia totalmente distinta a la real que facilitan las comunicaciones telemáticas.

A una de las chicas «le ofreció dinero a cambio de mantener relaciones sexuales», a otra de ellas «la convenció para que le enviara fotografías de carácter sexual», y a las otras dos el acusado les envió fotografías de su miembro. Una de las menores le envió asimismo fotos semidesnuda.

Por estos hechos el hombre ha sido condenado por cuatro delitos de ciberacoso a 6 meses de prisión por cada uno de ellos y a una libertad vigilada de 5 años, y se le inhabilita para la realización de cualquier trabajo que implique el contacto con menores de edad durante 5 años. Además se le impide comunicarse o aproximarse a las menores durante 4 años. La ejecución de la pena de prisión ha sido suspendida bajo la condición de no delinquir durante un periodo de dos años.