El paraíso de aquellos que buscan tesoros del pasado

La plaza Ensanche volvió a convertirse ayer en lugar de peregrinaje para coleccionistas y curiosos a la 'caza' de vinilos, películas, cómics, libros y cualquier objeto coleccionable. El buen tiempo animó a acudir a la novena edición de la Feria de Coleccionismo, una cita que desde primera hora contó con gente deseosa de buscar tesoros y recuerdos de juventud por la docena de expositores.

«A la Feria del Disco de Barcelona no puedo ir. Necesitaría un trailer para todo lo que compraría», confiesa Juan Carlos, al tiempo que no puede quitar la vista de la ingente cantidad de discos del puesto de Josema Martínez, organizador de la feria. De repente un rótulo con el nombre 'Emerson, Lake & Palmer' llama su atención. Se acerca, extrae un disco al azar e inmediatamente lo devuelve a su sitio y retrocede. «Vamos a hacer un poquito de esfuerzo», dice en voz alta. «Lo mejor es no hurgar». Este transportista barcelonés cuenta con una colección de unos 700 vinilos, un formato que adora por «ese ruidito que hace la aguja. Si lo acompañas de un cubata y buena compañía, no hay nada mejor». Aunque el mayor inconveniente que observa son los precios, que «están por las nubes», asegura, aunque «siempre hay algo bueno y aquí hay muchas rarezas».

Una segunda vida

El auge de los vinilos ha hecho que mucha gente desempolve su vieja colección. «Hace poco me he comprado un tocadiscos para poder disfrutar otra vez de los que tengo en casa. Y suenan como la primera vez», comenta Jaime, mientras busca entre vinilos con maestría. Este zaragozano con familia en Irun asegura que no es un coleccionista, «simplemente miro y si veo algo que me guste lo compro».

Aunque los vinilos eran mayoría en la feria, los visitantes también pudieron disfrutar rebuscando entre cómics de 'Mortadelo y Filemón', 'El Jabato' o 'El Coloso', así como libros de todo tipo. «La gente de Irun y Hondarribia tiene una cultura por este tipo de cosas y eso es muy interesante porque en otros sitios no pasa», comentaba Francisco junto a su puesto de libros. Este donostiarra lleva tiempo moviéndose por diferentes ferias y brocantes por toda Gipuzkoa. «Lo que me fijo cuando me invitan a una feria es en el lugar donde se va a celebrar, y la plaza Ensanche es genial. Además están poniendo una música para ambientar que es buenísima».

Para Francisco es su primera vez en la feria, no en cambio para Irene, sobrina de Josema Martínez, que repite. Su padre le contagió la pasión por coleccionar, que en su caso se traduce en el séptimo arte. «Del cine me encanta todo en general, no me decanto por ningún género. Hay que experimentar», asegura con una sonrisa detrás de su puesto, con miles de películas, libros sobre cine y puzzles. «Lo que más pregunta la gente es sobre cine francés», explica la joven.

James Room y su banda se encargaron de amenizar con un concierto la búsqueda de aquellos que acudieron por la tarde, y quién sabe, a lo mejor dentro de 30 años haya alguien que busque sus discos en ferias de coleccionismo de este tipo.