El Ayuntamiento de Irun ha acogido la sesión plenaria que concluye el programa anual de la Agenda 21 Escolar, iniciativa que promueve el área de Desarrollo Sostenible. En esta jornada una representación de los centros participantes exponen sus conclusiones y trasladan al consistorio sus observaciones en aquellos apartados que pueden contribuir a hacer de Irun una ciudad más sostenible.
En detalle, el curso escolar 2017-2018 ha contado con la participación de siete centros escolares bajo el lema “Consumo sostenible”. Durante todo el año, alrededor de 3.500 estudiantes han trabajado sobre este terreno desde diferentes puntos de vista. Dependiendo de la edad, se han centrado en un aspecto o en otro: residuos, energía, compras, publicidad, consumo del tiempo libre y de la cultura, consumo del agua y consumo sostenible en general.
El objetivo principal de ese programa es la integración de una conciencia medioambientalmente participativa en la comunidad escolar, introduciendo propuestas de mejora tanto en las escuelas como en el municipio. “Queremos que a través de la participación ciudadana, los más jóvenes nos aporten su visión de cómo ven los trabajos que se están haciendo en materia de sostenibilidad para que se sientan también partícipes de algo que nos compromete a todos como es el respeto al medio ambiente”, explicaba el delegado Miguel Ángel Páez.
En la sesión plenaria de este jueves varios estudiantes representando los centros participantes han sido concejales por un día ocupando los escaños de la sala capitular. Desde aquí han expuesto las conclusiones de sus reflexiones realizadas en las aulas y han presentado sus recomendaciones.
Entre las peticiones de los estudiantes se encuentran la promoción de vehículos eléctricos, la instalación de farolas de bajo consumo, el apoyo a mercado con productos locales, o la apuesta por la contratación pública que tenga en cuenta criterios medioambientales; estos son algunos de los aspectos a los que se ha referido el alcalde de Irun, José Antonio Santano, señalando la próxima entrada en funcionamiento de la L-1 eléctrica, la expansión de la iluminación LED en la ciudad o las propuestas en materia de cláusulas sociales y medioambientales ligadas a la contratación.