La irundarra Miren Gaztañaga actúa en casa con el 'Oymyakon' de Khea Ziater

La representación tendrá lugar en el auditorio del Centro Cultural Amaia, este sábado a partir de las 19.00 horas

Escena de 'Oymyakon. Habitación 101', con Miren Gaztañaga y Txubio Fernández de Jauregi.

IÑIGO MORONDO IRUN. Jueves, 11 marzo 2021, 00:27

Khea Ziater acerca este sábado al Centro Cultural Amaia su obra 'Oymyakon, habitación 101, un film escénico', de cuyo elenco forma parte la actriz irundarra Miren Gaztañaga. Comparte aquí escenario con Arrate Etxeberria y Txubio Fernández de Jauregi para presentar ante los espectadores locales la obra escrita por Alex Gerediaga, también director del espectáculo.

Puede decirse, en varios sentidos, que Oymyakon no es una representación teatral clásica. Siguiendo una línea en la que ya viene trabajando con anterioridad, Gerediaga incluye proyección audiovisual como parte del espectáculo, de ahí el apellido de 'film escénico' que acompaña al título del trabajo. Una nomenclatura que tiene dos partes más, cada una con su propio mensaje. Oymyakon es un lugar de Rusia, un pueblo que es reconocido como el más frío del planeta. La habitación 101 jugaba un papel relevante en el desarrollo de la novela distópica de George Orwell '1984'. En el Ministerio del Amor, era una cámara de tortura donde el desdichado de turno era sometido a aquello que le causara más terror.

Desde ese punto de partida no sorprende la sinópsis de la obra: «Una habitación. Ningún lugar. Tres habitantes del frio y las ausencias. El deseo de compartir el miedo hasta hacerlo desaparecer. Oymyakon: habitación 101 es la sede del solipsismo, donde el espejo es la ventana y no hay puerta de salida». Según detalla Gerediaga, «la idea es descubrir a los personajes a través del conflicto que viven en soledad, cohabitando entre ellos».

Tanto la obra como el trabajo de Etxeberria, Gaztañaga y Ferández de Jauregi han sido destacados por la crítica especializada. Oymyakon promete una historia con poca historia, pero gran carga de profundidad para abordar temas vitales, desde la soledad al desamor, pasando por las enfermedades degenerativas o la propia muerte.