Susana Gómez Suárez: «Kuttuna es como un segundo hogar para muchas familias de alrededor»

Directora de Kuttuna Haur Eskola

Desde hace más de una década Kuttuna Haur Eskola cuida de txikis y familias de nuestro alrededor

Susana es la directora de Kuttuna Haur Eskola ubicada en la calle Iparraguirre de Irun. / F. DE LA HERA

YLENIA BENITO* Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla Martes, 1 junio 2021, 07:52

Dicen que los bebés llegan con un pan debajo del brazo, pero no con un manual de instrucciones. Muchas madres y muchos padres, seguro que preferirían encontrar ese manual en la cuna, pero, de momento, nadie lo ha inventado. ¿O sí? En Irun, existe un espacio en el que los más txikis y sus familias son protagonistas. Un lugar que sirve como manual de instrucciones para txikis y no tan txikis. Los bebés aprenden y descubren el mundo y las familias entre pan y pan encuentran un pequeño manual y una gran ayuda. Y es que Kuttuna Haur Eskola no es sólo una guardería o una escuela infantil. El equipo de Kuttuna con su experiencia y conocimiento, incluso, ha desarrollado un proyecto educativo propio. Es, además, una escuela infantil homologada por el Gobierno Vasco. Kuttuna puede ser un hogar en el que jugar, un aula en la que aprender, un taller en el que divertirse o una escuela para padres y madres. Sus 600 metros cuadrados pueden ser una segunda casa para muchas familias. Cercanía, atención, confianza, seguridad, aprendizaje, música, cariño, autoconocimiento, juegos... Son solo algunas de las palabras que tienen debajo del brazo en Kuttuna Haur Eskola.

–El pan debajo del brazo lo llevan los bebés, pero el manual de instrucciones está en Kuttuna...

–(Risas) ¡Ojalá! Ojalá hubiera un manual de instrucciones. En Kuttuna lo que ofrecemos es la oportunidad de aprender y compartir dudas. Es un acompañamiento, pero no existe la fórmula mágica. Lo importante es el cariño que le ponemos a todo y que somos un equipo de profesionales, Kuttuna es una escuela homologada por el Gobierno Vasco.

–Una escuela que empieza desde 0 y desde 0 años, ¿verdad?

–Sí, de hecho empezamos así: estudiando las opciones que había para la etapa de 0 a 3 años. Vimos que había un déficit de centros homologados y por eso decidimos embarcarnos en la aventura de Kuttuna. Así empezamos desde cero en hace más de trece años, pero poco a poco hemos ido conformando nuestro propio proyecto educativo.

–¿Cómo es ese proyecto?

–Es un proyecto en constate evolución porque se basa en las necesidades de las familias, pero también en el conocimiento y la experiencia del equipo de Kuttuna. Nuestro objetivo es ayudar a las familias, sobre todo en la conciliación de la vida laboral y familiar. Por eso tenemos un horario muy amplio a lo largo del día y solo cerrando los días festivos. Kuttuna es como un segundo hogar para muchas familias.

–¿Cómo es un día en este hogar?

–Pues depende. Por ejemplo, para los niños y niñas escolarizadas en Francia tenemos un programa de actividades lúdicas para los días festivos, que son diferentes. También tenemos un servicio de acompañamiento al autobús para infantil y primaria. En Kuttuna nos encargamos del desayuno y la merienda y de llevarlos y recogerlos del autobús del colegio. Y para los más txikis, de 0 a 3 años, Kuttuna es algo más que una guardería. Ofrecemos un entorno estimulante y seguro y nuestro equipo trabaja con mucho mimo para el desarrollo integral de los niños y niñas. La ternura, los juegos, la educación desde la experiencia real y el cariño son algunos de nuestros pilares.

–Y no es un espacio solo para txikis, padres y madres también tienen hueco...

–Por supuesto. Son importantísimos. Incluso hay una AMPA (Asociación de Madres y Padres) con la que padres y madres son partícipes de la vida en Kuttuna. Y tenemos también una Escuela de Padres.

–¡Ahí es donde dan el manual de instrucciones!

–(Risas) No hay manual, pero sí es un espacio de reflexión, información y formación. Se trata de un apoyo para que puedan desarrollar sus funciones educativas y socializadoras. Las sesiones, por supuesto, las dirige una psicóloga y la verdad es que funcionan muy bien. Es una gran ayuda y nos adaptamos a los horarios de las familias para que puedan participar tranquilamente.

–Supongo que una de las grandes preocupaciones, además de la educación, es la conciliación...

–Encontrar el equilibrio entre el trabajo y la familia no siempre es fácil. Por eso, como te decía, nos adaptamos a horarios escolares franceses y también a periodos vacacionales. Por ejemplo, ya más de 400 niñas y niños han disfrutado de nuestras colonias. También tenemos talleres para toda la familia: de estimulación prenatal, de masaje shantala para bebés, de estimulación musical, de música y movimiento... ¡Ah! Y el Festival de Navidad, que también es muy bonito.

–¿Es una gran responsabilidad, pero también satisfactorio cuidar de las familias?

–La verdad es que sí. Cuando una familia deja a su bebé por primera vez en nuestras manos, somos conscientes de la gran responsabilidad que supone cuidarlo. Por eso, nos gusta tener un trato directo y muy cercano con las familias. Nos gusta conocernos y que confíen en Kuttuna.

–No será fácil organizar 600 metros cuadrados y a tantos txikis...

–(Risas) Lo tenemos todo muy bien organizado. Tenemos aulas diferenciadas para cada etapa y cada una tiene un tutor. Somos un equipo de diez profesionales, más o menos porque también tenemos personal de apoyo para momentos como las colonias y especialistas en inglés y música. Somos un grupo familiar y cercano. Esto es un segundo hogar y una segunda familia.