Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 2 de Noviembre de 2021.

Durante el último año y medio han sido muchas las cosas que hemos echado de menos. Entre ellas, ver desfilar a los gigantes que con sus bailes han animado a menudo las calles de nuestras localidades. Por suerte, se trata de una tradición de la que podemos volver a disfrutar ahora, tal y como sucedió el pasado sábado en el puerto deportivo de Hondarribia.

Si bien en un principio estaba previsto que la comparsa de Ondare Kultur Elkartea realizara un pasacalles, el mal tiempo obligó a que los gigantes se movieran principalmente por la zona cubierta que rodea el restaurante Ilcapo. Ello no impidió, sin embargo, que muchas personas disfrutaran del espectáculo que ofrecieron algunos de los txikis de la escuela de gigantes de Ondare, que fueron los encargados de hacer bailar a las figuras.

También los niños y niñas que se acercaron hasta allí junto a sus familias contaron con la oportunidad de introducirse dentro de las figuras, así como de bailarlos. De esta manera, dos cabezudos y los gigantes de menor tamaño de Ondare –la chocolatera, la amona, la antorchera, el minero, el ferroviario y el hachero– salieron por fin de nuevo a la calle tras casi dos años, aportando un toque de alegría y color a un día gris. A ello contribuyeron también los músicos de la agrupación Eun-tzetxiki Gaiteroak, integrada por Christian Azcona, Imanol Urabayen, Alex Arizmendi, Aimar Salinas, Julen García, Josean da Costa y Adrián Miguel.

El motivo de que la asociación cultural escogiera las figuras más pequeñas se debía, por un lado, a que ese día el protagonismo debía recaer sobre los txikis. Pero no era la única razón. También lo hizo porque a mediodía fueron introducidas en el restaurante Ilcapo, para que los comensales pudieran disfrutar de una comida entre gigantes.

Y es que, en señal de apoyo a la cultura local, la cadena ha puesto en marcha una iniciativa en torno a estos personajes. En concreto, las carátulas de las cajas de pizza que utilizan en sus envíos a domicilio cuentan ahora con ilustraciones de cuatro figuras: la negrita de la Irungo Atsegina y la giganta Maialen, de la comparsa del Ayuntamiento de Errenteria –ambas centenarias–; el gigante que representa a Luis Mariano, de Ondare Kultur Elkartea, y el Basajaun, del Ayuntamiento de Zarautz.

Se trata de ilustraciones individuales –cada caja cuenta con una sola figura–, que pueden recortarse para montarlas en una peana y coleccionarlas. Además, junto a cada dibujo se recoge, en euskera y castellano, la historia del gigante y algunos datos como su altura, su antigüedad o su procedencia.

«Creemos que las cajas son un vehículo perfecto para transmitir mensajes. Además, queríamos hacer algo para los niños, para que puedan entretenerse. Y si encima podemos darle un segundo uso a las cajas, reciclándolas, todavía mejor», apuntaron desde Ilcapo, de cuyo equipo se encontraban presentes el sábado algunos integrantes como Antonio Medina, Leire Menéndez, Asier Cepa, Jokin Berridi, Sandra Angelini, Jareni Miranda, Ruben Félix, Camila Figueroa y Mansour Thiareh.

Por su parte, Iñigo Mangas, representante de Ondare –que estuvo acompañado por Javier Nuñez, tesorero de la Asociación–, valoró positivamente la iniciativa. «Llevamos casi dos años sin gigantes, y aunque ya estamos poniendo la maquinaria en marcha de nuevo, esta es una buena idea para que los niños conozcan más acerca de las figuras», aseguró.

El encuentro del sábado, que resultó un éxito, sirvió asimismo como 'despedida', ya que Ilcapo Hondarribia cierra a partir de hoy sus puertas durante el invierno. No obstante, tal como señalaron, «estos meses seguiremos ofreciendo el envío a domicilio, por lo que esperamos que la iniciativa guste y, si sale bien, puede que añadamos nuevos recortables para ampliar la colección».