Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 8 de Noviembre de 2021.

Tarde noche feliz la de ayer para las bicicletas de la comarca. Tienen ahora, ellas y sus propietarios, un epicentro de actividad, una referencia más allá de la de su tienda de confianza, más allá del local de su club ciclista-cicloturista, más allá del punto de reunión de su grupeta.

Balazta inauguró el viernes en el antiguo parvulario de Larreaundi una sede que es taller, que es punto de recogida de bicicletas en desuso, que es lugar de reunión, que es, en definitiva, un nuevo espacio de referencia para esa parte de la comarca que se mueve en bici. Y que no es pequeña.

Todo arrancó con el programa Birziklatu de la Diputación Foral, una iniciativa que quiere que bicicletas en desuso se aprovechen antes que terminar en el Garbigune, que se reacondicionen para dar servicio (mediante ONGs o servicios sociales) a quienes de otra forma no podrían acceder al vehículo o que, en última instancia, sirvan para reparar otras más modernas y en mejor estado.

Balazta alzó la mano y le dijo al departamento foral de Movilidad que se veía capaz de gestionar el servicio en la comarca del Bidasoa. El Ayuntamiento de Irun ofreció el espacio del parvulario de Larreaundi, entonces en desuso, y los intereses respectivos engarzaron de tal manera que ayer abría sus puertas, remozado, este espacio singular que también incorpora un taller para reparar bicicletas de la asociación, sus socios y de quien quiera sumarse al proyecto.

Está sin definir su gestión, pero en principio, el servicio de limpieza de bicicletas, con los recursos que, según adelantaron desde Balazta ayer, el Ayuntamiento de Irun va instalar en este punto, lo podrán usar todos los aficionados de la comarca.

El nuevo espacio se estrenó con un acto que se autoidentificaba como humilde y resultó original en algunos detalles, muy cuidado en otros cuantos y hasta terminó con buena sesión de DJ.

Gorka Obeso, uno de los responsables de Balazta, dedicó unas palabras a los muchos biciaficionados que se acercaron a Larreaundi, dándoles las gracias a ellos, al Ayuntamiento, a la Diputación y a Gurpil Artean, la asociación errenteriarra pionera en este proyecto Birziklatu. También se acordó de Desguaces Vidaurreta, que ha provisto al centro de 100 bicicletas, y de Bahco, que ha suministrado herramientas.

Tras cortar una cadena de bici que hizo las veces de original cinta, ya en el interior se detalló el proyecto y el modo de funcionamiento, limitado de momento a los miercoles de 17.00 a 20.00 horas y a los sabados por la mañana. «Si hay demanda y recursos ampliaremos», decían los miembros de Balazta, orgullosos y animados con este paso adelante que ahonda en su objetivo: «sacar más bicis a las calles en busca de una movilidad más sostenible». Como dijo el bertso que inauguró la sede, es el momento «de girar los tornillos para cambiar la comarca del Bidasoa».