Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 11 de Febrero de 2022.

Sólo por escuchar el 'Libertango', con música de bandoneón en vivo, merecerá la pena acercarse el domingo al Amaia para asistir al primer concierto programado este año por la Banda de Música Ciudad de Irun. A las siete de la tarde, comenzará el espectáculo 'El Tango de Ástor Piazzolla', un proyecto para banda creado en homenaje al compositor argentino por el bandoneonista Fernando Salinas. Música, danza y poesía se aúnan sobre el escenario para compartir con el público las obras más emblemáticas de Piazzolla y otras composiciones menos conocidas del autor que revolucionó el género del tango.

Los bailarines Giselle Gatica y Roque Castellano, la narradora Ángela Irañeta y el actor Xabier Flamarique, en el papel de Ástor Piazzolla, acompañarán a Fernando Salinas y a los músicos de la Banda Ciudad de Irun, dirigida por Garikoitz González Munduate.

«Es un concierto que queríamos haber programado el año pasado, cuando se cumplía el centenario del nacimiento de Piazzo-lla, pero por las circunstancias del Covid y por problemas de cuadrar fechas, al final no pudo realizarse. Por eso, lo programamos como primer concierto de este año», explica el director.

'El Tango de Piazzolla' se estrenó en 2018 y se ha representado ya con una decena de bandas de música, entre ellas las de Vitoria y Pamplona. Ajustar el espectáculo a cada una de las agrupaciones es una tarea que complace a su creador, porque abre continuas puertas al proyecto. «El director es la pieza clave», asegura Fernando Salinas. «Yo he hecho los arreglos de las partituras incluidas en el espectáculo que aún no estaban adaptadas. Se las envío a los directores para los ensayos de la banda. Después, hago con ellos ensayos conjuntos de la parte musical y finalmente, montamos el ensayo general con bailarines, narradora y actor».

A Irun llega Fernando Salinas con el espectáculo rodado «pero lo bueno es que cada vez que lo hacemos aparecen cosas nuevas. Si en una representación algo funciona bien, lo utilizamos en la siguiente, de manera que el espectáculo nunca se da por cerrado. Trabajamos con diferentes directores y cada uno de ellos sugiere algo. Aunque las partituras son las mismas, cada banda es un mundo; una tiene mucho metal, otra mucha madera y la sonoridad es distinta. Todas nos aportan algo para ir mejorando».

Bandoneonista solista, Salinas llegó al instrumento musical popularizado desde el Río de la Plata a través de Ástor Piazzola y al género del tango, a través del bandoneón. «Yo conocía la obra de Piazzolla por haberla interpretado al acordeón, que es el instrumento en el que me formé. Cuando terminé los estudios superiores, empecé a escuchar el bandoneón, sobre todo a Piazzola, pero también a otros bandoneonistas y orquestas de tango y me encantó».

Por casualidad, a Fernando Salinas se le presentó la ocasión de comprar un bandoneón, «aproveché la oportunidad y ahí comenzó todo. Fui poco a poco, porque es un instrumento de la familia del acordeón, pero no tiene nada que ver. Es muy diferente. Aunque en Francia y en Italia el bandoneón se está incorporando a los conservatorios, aquí no hay enseñanza reglada. En Madrid había un bandoneonista muy bueno, Claudio Constatini. Le pregunté a ver si podía darme clases particulares, me dijo que sí y me fui allí a aprender y a buscarme la vida como músico».

Del bandoneón, «un instrumento poco común aquí», al creador de 'El tango de Piazzolla' le sedujo «la personalidad tan potente de su sonido y esa especie de melancolía que lleva dentro. Tocas una nota y ya es un mundo», dice. Del tango, un género que Salinas «no tenía en mucha estima», hasta que lo conocíó le enamoró «que en tres minutos cuenta una historia completa».

Más historias, el domingo, a las siete de la tarde, en el Amaia.