‘La luz que robó mis sentidos’, el primer viaje poético de Itsaso Ogallar

Esta escritora reconoce ahora que este género literario nunca le había atraído, al considerarlo “algo cursi”. Sin embargo, la red social Instagram le acercó a autores como Redry o Manu Herena, cuyas obras le fascinaron enseguida. “Me gustó porque algunos poemas eran reflexivos y transmitían algo diferente de lo que yo creía que era la poesía”, recuerda ahora. A través de sus libros Ogallar fue introduciéndose en la prosa poética y descubriendo, con el tiempo, a nuevos poetas.

Hasta que un buen día fue ella misma la que comenzó a escribir sus propios poemas. “Cuando leía a estos autores me inspiraba, y sentía la necesidad de plasmar sobre el papel las palabras que venían a mi mente. Anotaba las ideas que bombardean mi cabeza, para luego darles forma y desarrollarlas. Posteriormente releía el poema y le daba mil vueltas hasta quedarme con una versión definitiva”, relata.

Los primeros poemas

Así surgieron sus primeros poemas, que con el tiempo se atrevió a mostrar a varias amigas, que le dieron una opinión favorable. Por este motivo, a finales del pasado año, al darse cuenta de que tenía suficientes escritos como para recopilarlos en un libro, comenzó a darle vueltas a la idea de publicar uno.

Contó para ello con el asesoramiento de la escritora irundarra Itziar Sistiaga, que le mostró cuáles eran las vías para que su poemario viera la luz. Finalmente Ogallar optó por la autopublicación, con el objetivo de que los derechos de autor le pertenecieran siempre a ella, así como la posibilidad de tomar todas las decisiones relacionadas con la obra. Nacía así La luz que robó mis sentidos, el libro que se publicó el pasado 22 de mayo. En él Ogallar recoge alrededor de cien poemas, además de frases cortas, varias fotografías y ocho relatos breves, todo ello de su propia autoría. En cada obra la autora reflexiona acerca de temas cotidianos de la vida, y también sobre el amor. “Muchos de mis poemas están inspirados en vivencias propias y ajenas. A veces las relato tal y como han sucedido, y otras las ficciono”, explica. A través de sus palabras pretende despertar nuevas reflexiones en sus lectores. “Gracias a la poesía yo he descubierto una nueva forma de expresarme, y he intentado ser clara, que no haya que pensar demasiado para entender los poemas”, cuenta. Por el momento asegura haber recibido buenas críticas por parte de aquellas personas que ya han leído el libro.

Descubrir

En el poemario, los escritos se encuentran organizados en varios capítulos, y Ogallar ha utilizado para titular algunos de ellos las mismas palabras que tiene tatuadas en su cuerpo, y que no quiere desvelar, ya que prefiere “invitar a la gente a que las descubran por sí mismos”.

Por otro lado, le gustaría que gracias a La luz que robó mis sentidos haya gente que comience a interesarse por la poesía, que se rompan estigmas y prejuicios sobre este género. En este sentido expone que una de las cosas que más le atrae de este tipo de libros es que “puedes volver a ellos una y otra vez. Depende de cómo me encuentre en cada momento los poemas me pueden transmitir cosas diferentes. Eso me gusta mucho”.

Con un ejemplar entre las manos, la irundarra asegura que todavía le cuesta creer que sea obra de ella, y admite que al principio sintió cierto pudor a la hora de mostrar su trabajo al público. Sin embargo, también reconoce que el proceso para autopublicar La luz que robó mis sentidos ha sido una experiencia que le ha hecho crecer en muchos aspectos de su vida y que ha supuesto un gran aprendizaje. “Detrás ha habido un ejercicio muy potente para confiar en mí y seguir adelante a pesar de todo, y ahora tengo claro que no debo dejar de hacer cosas por lo que puedan pensar los demás o por miedo a que me juzguen”.