Nada más llegar a la Diputación, el Gobierno de Bildu acusó a sus antiguos gestores de «poco responsables» al estimar un aumento de la recaudación para 2011 que consideraba excesivamente optimista. Lo cierto es que los ingresos, al igual que en el resto de diputaciones, no se han cumplido ni de lejos. Finalmente, el desfase es de 344 millones sobre la primera previsión. Ahora bien, tampoco el Gobierno actual parece haber estado excesivamente acertado. Apenas hace tres meses pronosticó que acabaría el año ingresando 92 millones más (más de 15.000 millones de las antiguas pesetas) de los que finalmente ha recaudado. En ambos casos, las razones son las mismas: estancamiento de la economía, con especial debilitamiento del consumo, devolución del caso Rover y ajustes con el Estado que no acaban de aclararse. En cualquier caso, todo un descalabro para las arcas forales, que siguen con ingresos de 2005.

«La desviación ha sido considerable», aseguraba ayer la Hacienda foral, en la nota donde comunicó las cifras globales de recaudación de 2011, un mensaje que contrasta con el lanzado hace dos días por la portavoz foral, Larraitz Ugarte, que rebajó la envergadura de la caída.

Finalmente, Gipuzkoa recaudó en 2011 un total de 3.596,7 millones de euros, lo que supone 92 millones menos (-2,3%) que la previsión de cierre planteada por la Diputación en el seno del Consejo Vasco de Finanzas del pasado mes de octubre, y 84 menos que en 2010. La Hacienda foral achaca la mitad de ese desvío a los 45,6 millones de euros que no han sido abonados por el Estado en los ajustes relativos al IVA e impuestos especiales. Fuentes del Gobierno Vasco negaban ayer, en cambio, que las discrepancias de Madrid estén detrás del desplome. «Si fuera así Bizkaia también hubiera pinchado, y no lo ha hecho», subrayaban.

El cierre del ejercicio acaba con las esperanzas de la Diputación de, en el peor de los casos, mejorar la recaudación de 2010, tal y como estimó en octubre al prever unos ingresos para 2011 de 3.688 millones, siete más que en el año anterior.

Pero si hay un dato que confirma desgraciadamente que, planteado como el de la recuperación, 2011 ha sido el año del nuevo hundimiento es la comparativa sobre las estimaciones realizadas en 2010. En octubre de ese año, Gipuzkoa dibujó para 2011 unos ingresos de 3.940 millones, frente a los 3.596 finalmente recaudados: 344 millones de diferencia. Supone, nada más y nada menos, que un descenso del 9%.

En cualquier caso, los 92 millones de descenso sobre lo previsto hace tres meses se quedan lejos de los 180 millones de caída, de los que se hizo eco este periódico según la estimaciones que manejaban ya algunos ayuntamientos. Las mismas fuentes recuerdan los propios ajustes interterritoriales que se hacen en el último momento -Gipuzkoa recibe un buen empujón del IVA de las operaciones asimiladas a la importación de los hidrocarburos (Petronor, fundamentalmente)- y que permiten al territorio engordar su arcas y suavizar posibles caídas. En este sentido, Bizkaia afirma haber abonado al territorio este año 648 millones de euros.

Más allá de debates sobre la influencia o no de handicaps como el caso Rover o los desajustes con el Estado, Hacienda achaca parte de la responsabilidad del descalabro recaudatorio a la «muy negativa» evolución de los impuestos indirectos. Así, destaca el «gran debilitamiento del consumo (por ejemplo, la recaudación por el impuestos al tabaco ha descendido un 14,6%; en hidrocarburos, un 6,3%; y en impuestos en algunos transportes un 18%)». En el lado negativo, el fisco también recuerda que el crecimiento de las exportaciones ha sido mayor que el del consumo interior, por lo que se han incrementado las devoluciones por IVA.

No todo fue malo. La evolución de los impuestos directos fue «muy positiva», apunta el fisco. La recaudación del IRPF creció un 7,7%, el descenso del Impuesto de Sociedades fue «moderado» (-4,2%) y la recaudación por Sucesiones y Donaciones creció un 30,8%.