Si alguna vez cabía saltarse el guión era éste. Siete años hace que la AVV Alde Zaharra-San Juan, con motivo de las fiestas de Santa Elena, concede un reconocimiento a una persona con una trayectoria, un carisma o una relación especial con el barrio. La excepción de este año es que no premia a una, sino a unas 90: el colectivo de trabajadores y, sobre todo, trabajadoras de la residencia Ama Xantalen.

«Queríamos reconocer a estas personas por su labor tan importante», explicaba ayer el presidente de la asociación, Koldo Susperregi. «Nuestros mayores han trabajado mucho para dejarnos el barrio y la ciudad que conocemos. Ahora se merecen lo mejor» y en el caso de Ama Xantalen, es su plantilla la que se encarga de que lo tengan. «Viven con la mayor dignidad gracias al casi centenar de personas que los cuidan, atienden, motivan y ayudan». Esa atención se ha vuelto aún más trascendental durante esta pandemia, «pero no por eso queremos olvidar hoy a todas las trabajadoras y trabajadores que han integrado la Residencia Xantalen en sus diferentes etapas».

La txapela enmarcada que representa de forma física ese reconocimiento del barrio la recogió ayer Nati del Hoyo, la directora del centro. Fue en un acto sencillo y privado en los jardines de la residencia, con menos de 10 asistentes, pero muchos curiosos mirando desde cierta distancia, sabedores de lo que ocurría gracias a la megafonía portátil que llevó la asociación.

«En nombre de todos y todas cuantos trabajamos en el centro», Del Hoyo agradeció el premio «a la asociación, a su presidente, Koldo Susperregi, y a todos los miembros». Admitió que éstos son «días difíciles y excepcionales que han provocado un aumento de la carga asistencial y un mayor esfuerzo por parte del personal de la residencia, de Ama Xantalen y de las demás».

Por eso mismo, Del Hoyo resaltó el valor «de este premio y de todas las muestras de afecto y solidaridad que se nos han llegado durante estos meses». Citó a la AVV del barrio por partida doble, por este Txapelaundi pero también por el premio en el concurso de balcones que organizó en sanmarciales y ganó la residencia. «Pero también muchos vecinos y las familias nos han hecho llegar su cariño, incluso los propios residentes y también la administración. Es emocionante a la vez que estimulante saber que se valoran nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, más aún en estos tiempos tan complicados. Todo esto nos ayuda a renovar nuestras fuerzas y a continuar con nuestro trabajo sin desfallecer, a pesar de las dificultades».

Susperregi mostró su deseó de que el año que viene el acto de entrega de este premio vuelva a ser público, «en la ermita como siempre» y esté acompañado del resto del programa de las fiestas de Ama Xantalen.