Según ha informado el departamento vasco de Seguridad, el varón se presentó en el establecimiento el jueves por la mañana con la intención de vender siete pulseras de oro que fueron valoradas en un primer momento en cerca de quinientos euros. Sin embargo, en una segunda comprobación el personal del comercio comprobó que se trataba de una falsificación, por lo que avisaron a la Ertzaintza.

Una patrulla de Seguridad Ciudadana acudió al lugar y, tras confirmar los hechos, detuvo al cliente por un delito de estafa. Posteriormente, se averiguó que el arrestado había sido denunciado recientemente por hechos similares en establecimientos de Logroño y Tudela.

El detenido, que no cuenta con antecedentes, fue puesto por la tarde a disposición judicial y quedó en libertad provisional con obligación de comparecer quincenalmente en los juzgados.

Arrupenea, el nuevo centro de Aspace (Asociación de Parálisis Cerebral) en Irun, celebró ayer la fiesta de su inauguración oficial. Abierto desde el pasado mes de mayo, este luminoso y moderno edificio, pionero en muchos aspectos de la atención a la discapacidad, recibió, a mediodía, la visita del diputado general, Martín Garitano, el alcalde irunés, José Antonio Santano, y otros representantes de instituciones y entidades que han colaborado en la financiación del centro.

El edificio, ubicado en la calle Alberto Larzabal, ha sido construido en un solar cedido por el Ayuntamiento de Irun y financiado por la Diputación (1.950.000 euros), Aspace Gipuzkoa (1.870.950), Obra Social Kutxa (725.000) y Fundación ONCE (61.180).

El inmueble está distribuido en tres plantas: un semisótano con aparcamiento; una planta baja donde se ubican el Centro de Día y los servicios de atención temprana y tratamientos externos y una primera planta ocupada por las viviendas (tres pisos con capacidad para siete personas cada uno y un apartamento para una pareja). En este momento, son 17 las personas que ocupan las viviendas y 12 los profesionales que trabajan, a turnos, para atender el servicio.

Empleados y usuarios de Arrupenea, acompañados por familiares y amigos, participaron en la fiesta de inauguración celebrada ayer. El diputado general y el alcalde de Irun fueron los encargados de cortar la cinta de entrada al edificio. La presidenta de Aspace Gipuzkoa, Elisa Carmona, dio las gracias «a todas las personas, instituciones y entidades que han hecho posible su apertura. Hoy es un día de fiesta, en el que vemos hecho realidad un proyecto en el que hemos trabajado con ahínco desde hace más de 15 años». Carmona destacó el hecho de que los usuarios hayan participado «en el diseño de su casa, lo que que les va a permitir llevar una vida más independiente y con mayor capacidad de elección». Uno de ellos, Aitor, que vive con su pareja en el apartamento, dijo sentirse «muy a gusto» en su vivienda. «Tenemos dos personas de apoyo, una de mañana y otra de tarde y con su ayuda podemos hacer una vida más autónoma».

El alcalde de Irun felicitó a los usuarios y sus familias. «Si somos una sociedad democrática y avanzada, se demuestra en nuestra capacidad de integrar a todo el mundo, no por un concepto ligado a la compasión, sino porque todos necesitamos de todos y este proyecto es últil y es importante para la ciudad».

El diputado general destacó la colaboración entre la Administración y entidades sin ánimo de lucro «que han demostrado sobrada competencia, como Aspace» y anunció que el próximo año se abrirán «135 plazas en diferentes servicios del territorio, de las que el 67% estarán concertadas con el tercer sector, algunas en este mismo centro, lo cual reducirá al mínimo la listade espera de personas con parálisis cerebral, que son ocho, a día de hoy».

Aspace ha inaugurado este jueves en Irun, aunque lleva abierto desde mayo, su nuevo centro Arrupenea que cuenta con un servicio de día para 30 usuarios y con tres pisos independientes que tienen capacidad para siete personas cada uno de ellos.

La presidenta de Aspace Gipuzkoa, Elisa Carmona, ha estado acompañada en este acto por el diputado general del territorio, Martín Garitano, y por el alcalde de Irun, José Antonio Santano, instituciones que han contribuido a este proyecto con una importante aportación económica en el primer caso, mientras que el Ayuntamiento ha cedido el suelo.

El servicio de día incluye programas ocupacionales y de habilitación que pretenden facilitar y consolidar el aprendizaje de estas personas, de tal forma que esos conocimientos que adquieran los puedan adaptar a su día a día y mejorar así su autonomía y calidad de vida.

Carmona ha destacado que este edificio "ha supuesto dar respuesta a una demanda que se venía dando desde hace mucho tiempo por parte de personas con parálisis cerebral" y su apertura ha permitido "mejorar la atención y el servicio" que se daba en otros centros de la provincia que estaban saturados.

"Han pasado más de quince años desde que empezamos a trabajar con ahínco y esfuerzo para que Arrupenea sea una realidad y hoy es un día de fiesta y gratitud a todas las personas e instituciones que han hecho posible este proyecto", ha añadido la presidenta de Aspace Gipuzkoa.

La inversión para la construcción de este inmueble totalmente adaptado, que ocupa una superficie de casi 3.000 metros cuadrados en la calle Alberto Larzabal, ha sido de un total de 4,6 millones de euros, que han sido financiados por La Diputación (1,95 millones), Aspace (1,87 millones), la Obra Social de Kutxa (725.000 euros) y Fundación ONCE (61.000 euros).

El diputado general ha subrayado "la importancia de mantener la estrecha colaboración entre la administración y el sector servicios y asociaciones sin ánimo de lucro, que han demostrado sobrada competencia".

Garitano ha anunciado que el departamento de Política Social "abrirá el próximo año 135 plazas en diferentes servicios del territorio, de las que el 67 % estarán concertadas con entidades como Aspace para reducir al mínimo la lista de espera de personas con parálisis cerebral, que cuenta hoy en día con ocho solicitantes".

El alcalde Irun se ha alegrado "por las familias y por los usuarios" y ha dicho que "una sociedad democrática y avanzada se demuestra en su capacidad de integrar a la ciudadanía, y no por compasión, sino porque realmente todos necesitamos de todos, y éste es además un proyecto útil para la economía y al ciudad".