La Feria de Navidad de la Costa Vasca convierte Ficoba en el epicentro de las compras propias de estas fechas. 148 expositores ya están instalados en el recinto ferial irunés para ofrecer a sus visitantes una amplia oferta que incluye propuestas de salud y belleza, decoración, moda y complementos, hogar, vehículos, servicios... La mitad de los expositores son de Euskadi, el 5% de Francia y el resto de distintos puntos del Estado. En su última edición, el evento recibió a 22.200 visitantes.

La de este año es una edición especial:la Feria de Navidad de Ficoba cumple una década «y es una ocasión importante para nosotros», señala Mónica Alday, directora del evento. La organización repartirá entre los visitantes 35 regalos: un crucero por el Mediterráneo para dos personas, que es «el premio principal»; vales de 125 euros para gastar en la feria, una cesta de Navidad al final de cada jornada y lotes de productos cada hora, todos los días. En ediciones anteriores de la feria también se han solido realizar sorteos, pero para celebrar el décimo aniversario «hemos querido que los regalos lleguen a más gente» y se ha aumentado el número de obsequios.

Alday destaca la oferta gastronómica, llegada en muchos casos de manos de los propios productores: «se puede degustar una gran variedad de quesos, aceite de oliva, embutidos, foie de Iparralde, conservas de pescado del Cantábrico...». No faltan los alimentos más típicos de la época navideña, como turrones y mazapanes. «La feria ofrece todos los ingredientes para pasar unas fiestas estupendas». Además, como recordó la directora, esta oferta gastronómica «permite a los visitantes quedarse a comer en la propia feria».

Este evento pre-navideño une a su principal vocación comercial un programa paralelo de actividades «con especial hincapié en el público infantil, de modo que los niños puedan divertirse mientras sus aitas hacen las compras». Hinchables, juegos didácticos y lúdicos, actuaciones de magia o actividades infantiles en inglés son algunas de las propuestas para los más pequeños, «además de otras iniciativas que se programarán desde el espacio de la Fnac».

Pero también hay oferta de actividades para los mayores: «degustaciones de sidra, talleres para conocer el queso Idiazabal, charlas sobre cocina... Se trata de que los visitantes no solo compren, sino que también conozcan los productos».

La Feria de Navidad incluirá también el denominado espacio Elkartuz, una zona que «da cabida y visibilidad a diferentes asociaciones y ONGs de Gipuzkoa», de modo que estas puedan divulgar su actividad y darse a conocer. Las entidades que participan este año son EIPE, Kaleko Elkartasun eta Kultur Taldea, Chernobilen Lagunak, Txingudi Sáhara, Amnistía Internacional, Pausoka Elkartea, DYA, Coro Ametsa, Kale Dor Kayiko, San Marcial Scout y Euskadiko Itsasargien Lagunak. «La participación de estas entidades permite incorporar valores sociales y solidarios a la feria». Las asociaciones del espacio Elkartuz también organizarán actividades para el público infantil.

Con la intención de «promover el turismo interno», este sector contará también con stands institucionales en la feria, a cargo de Basquetour, del Gobierno Vasco; la Diputación Foral, Turismo de Navarra y Turismo de Cantabria.

En esta décima edición, los organizadores de la feria y el Ayuntamiento de Irun han logrado «una vieja aspiración»: la de incluir en el evento un espacio dedicado exclusivamente al comercio local. Un stand de 42 metros cuadrados en el pabellón 2 es el lugar en que dieciséis establecimientos de Irun se turnan para «darse a conocer y enseñar sus productos», explica el delegado de Promoción Económica irunés, Miguel Ángel Páez. Este espacio se divide en cuatro apartados: moda, complementos, regalos y artículos varios.

La exención de jurisdicción que significaba que Irun se convertía en villa de pleno derecho se firmó en 1766 . Así empezó el recorrido de la actual ciudad. 250 años son motivo de celebración y la efeméride, anunció ayer el alcalde, José Antonio Santano, será el motivo principal del calendario municipal de 2016, un año en el que hay «otros aniversarios considerables», entre los que el primer edil destacó ayer «el centenario del puente Avenida».

Explicó que desde hace unos meses se trabaja en las celebraciones del año próximo y avanzó que «además de aprovechar para hacer memoria y repasar un poco la historia y la identidad de la ciudad, queremos, sobre todo, que sea útil para mirar al futuro. Lo haremos con una estrategia ligada al río. El Bidasoa ha definido nuestra historia, sin el río la ciudad no se entiende, no se puede explicar. Son vidas paralelas. Un río supera obstáculos, avanza, se adapta a los cambios. El Bidasoa comparte esas capacidades con la ciudad de Irun».

Por ese motivo, y aunque señaló que además del calendario habrá «exposiciones y otras actividades» durante 2016, Santano incidió en actuaciones incluidas en el borrador de presupuestos y que estarán íntimamente ligadas al río. «Durante demasiado tiempo la ciudad ha vivido de espaldas al Bidasoa. Eso ya ha empezado a cambiar pero lo va hacer más este año». En su centenario, está previsto acometer una renovación del puente Avenida «y en el otro extremo, en Behobia, la del Cuerpo de Guardia, proyecto que ha salido de los presupuestos participativos. También queremos actuar en medio, con el paseo y carril bici entre Azken Portu y Behobia». Son tres obras para que «el año que viene la ciudad se proyecte claramente hacia el río y lo integre en su vida diaria. Vamos a poner en valor nuestra historia, pero siendo útiles para el irunés de hoy».

El alcalde anunció también que se va a crear «una comisión con los portavoces de los grupos políticos municipales y con representantes ciudadanos» para que las ideas que hay para la conmemoración de los aniversarios se vayan concretando a lo largo de los próximos doce meses.

«Y en 2017 habrá más cosas», advertía Santano. «Estamos trabajando en algunas ideas que necesitan más tiempo, que serán innovadoras y creativas y que van a utilizar el río y su ribera. Son iniciativas novedosas, diferentes de lo que se ha hecho hasta ahora, y que quieren convertir el Bidasoa en un elemento de disfrute que sea parte de nuestra vida diaria».

El objetivo del Gobierno es que estas efemérides «sirvan para que el río forme parte de la ciudad con más claridad y para que la gente lo disfrute en todos los sentidos».