Nekane García Arbelaiz dedicó los primeros veinte años de su trayectoria profesional al sector del turismo, pero su interés por el desarrollo personal y las terapias naturales hizo que, de forma paralela, se fuera formando en diferentes campos. Hasta que descubrió el reiki y, cautivada por sus beneficios, decidió emprender un nuevo camino, que le llevaría a obtener la maestría en dicha técnica.

–¿En qué consiste exactamente el reiki?

–Es una técnica de bienestar que proviene de Japón y que consiste en aplicar las manos sobre diferentes zonas del cuerpo para canalizar la energía vital. Lo que se consigue así es equilibrar el cuerpo, la mente, las emociones... En resumen, esa energía ayuda a mejorar la salud, tanto a nivel físico como mental y emocional. En Occidente no estamos tan familiarizados con la energía y los chakras, pero en las medicinas orientales, como la china o la india, sí contemplan los meridianos o centros energéticos, los chakras, que distribuyen la energía vital por todos los órganos del cuerpo.

–¿Dónde se encuentran los chakras?

–Tenemos siete principales: en el perineo; debajo del ombligo; en el plexo solar, unos tres dedos debajo del tórax; en el centro del pecho; en el centro de la garganta; entre las cejas y en la coronilla. Cuando hay un bloqueo a nivel energético, con el tiempo se somatiza en el cuerpo, causando dolores, inflamaciones, tumores, etc.

–¿Hay algún chakra que se bloquee más que otros?

–Siempre tenemos bloqueos de chakras. El más común, según mi experiencia, suele ser el del corazón, causado por emociones que no hemos sabido gestionar y que hacen que el cuarto chakra no funcione como es debido. En consecuencia, esa persona vive sin pena ni gloria, no sufre, pero tampoco disfruta. En ese caso el reiki te ayuda a ver tus circunstancias desde una perspectiva más positiva, a ser más consciente de lo que te pasa y de por qué te pasa.

–¿Cómo diagnosticas que un chakra se encuentra bloqueado?

–No necesito ningún diagnóstico. Yo aplico las manos y como la energía es inteligente, va a las zonas que hace falta y cuando se encuentra con un chakra que está bloqueado, lo desbloquea. Esa energía se siente, las personas que reciben reiki sienten calor en las zonas donde se colocan las manos.

–Entonces, ¿cuál es la señal que nos indica que es el momento de recibir reiki?

–No hay que esperar, se puede aplicar en cualquier momento. El reiki ayuda a todo el mundo, a personas de cualquier edad y en cualquier situación. Si una persona no tiene ningún tipo de dolencia, lo que notará tras la sesión es más alegría, más claridad mental, más vitalidad. Porque, además de una técnica de bienestar, es una herramienta para el desarrollo personal, de nuestra intuición, de la claridad mental...

–¿En qué consiste una sesión?

–La persona a tratar se tumba en la camilla, vestida y yo empiezo a ponerle las manos en la cabeza, voy bajando al cuello, el pecho... Y así por todo el cuerpo. Después lo mismo boca abajo. Al colocar las manos canalizo la energía vital, que es como el oxigeno, está en el aire, es inagotable.

–¿Las sesiones son iguales siempre?

–Sí. Lo único que cambia es que, dependiendo de la persona, se pueden aplicar las manos en unas zonas más que en otras. Por ejemplo, con una persona que está estresada se invierte más tiempo en la cabeza, para calmar el sistema nervioso. A otra que tiene dolor de rodilla, se le aplicará más tiempo en esa zona, porque la energía desinflama y reduce e incluso elimina la molestia.

–¿Qué suele decirte la gente después de acudir a tu consulta?

–Todo el mundo desde la primera sesión nota que se sienten mejor. Al día siguiente les mando un mensaje para saber qué tal están y siempre me dicen que han dormido bien, que están tranquilos, que no les duele...

–El reiki también se puede realizar a distancia. ¿Cómo?

–Esto puede sonar un poco raro, pero es verdad que la energía se puede enviar a distancia. De hecho, hace poco el cuñado de una alumna tuvo una operación muy seria en Cruces y estuvimos enviándole reiki. Salió todo de maravilla y dice que sentía amor. Fue súper emocionante.

–Además de las sesiones de reiki, ofreces cursos para aprender a aplicarlo, así como sesiones de coaching, ¿verdad?

–Sí. Mucha gente cuando prueba el reiki decide también aprender la técnica, que es muy sencilla, para poder aplicársela a sí mismos y a sus seres queridos. En las formaciones hay cuatro niveles. En el primero aprendes la técnica y la teoría y en los siguientes aprendes a trabajar más profundamente, a través de otras herramientas complementarias. Respecto al coaching, es algo en lo que también me he formado y ofrezco sesiones para ayudar a mejorar cualquier aspecto de la salud. Para lo que más me lo piden es para bajar de peso.

–Has citado la filosofía del reiki, ¿en qué consiste?

–En tu día a día tienes que tener siempre presentes cinco principios, para vivir mejor. El primero es 'no te preocupes', porque se nos va mucha energía pensando en el futuro. El segundo, 'no te enfades', porque la ira es una energía disonante, y el tercero es 'sé agradecido'. El siguiente es 'trabaja honradamente' y el último 'sé respetuoso y honra a tus maestros'.