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Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 4 de Abril de 2022.
Recuperando tradiciones
Los integrantes de las Juntas de Mandos de los Alardes de Irun y Hondarribia celebraron el pasado sábado su comida de hermandad
Algunos de los integrantes de las Juntas de Mandos de los Alardes de Irun y Hondarribia posan juntos en la calle Mayor de Irun./ FOTOS DE LA HERA
El ambiente que el sábado se palpaba en la sociedad del Batzoki de Irun primero, y en el restaurante Atalaia después, era sin duda de optimismo e ilusión. Tras dos años sin poder reunirse, las Juntas de Mandos de los Alardes de Irun y Hondarribia volvieron a encontrarse en su tradicional comida de hermandad.
La última vez que lo hicieron fue en marzo de 2020 en Hondarribia. Y aunque este año, al ser par, volvería a corresponder a la Junta de dicha localidad extender la invitación a los irundarras, fueron estos últimos quienes finalmente ejercieron de anfitriones. «Teniendo en cuenta que el último encuentro se celebró en Hondarribia y que, además, este 2022 se cumplen 500 años de la batalla de San Marcial, era lógico que nos juntáramos en Irun», comentó el general del Alarde, Paco Carrillo.
Con motivo de la efeméride, los irundarras habían previsto una visita a la ermita de San Marcial. Sin embargo, esta quedó finalmente suspendida a consecuencia de la celebración del Rally del Bidasoa, que imposibilitaba el acceso al monte.
Por ello, tras recibir a los hondarribiarras en la antigua Bixera, los mandos de ambos Alardes se dirigieron al Batzoki, donde Jose Mari González, su ama, Mari Jiménez Fernández –alma máter del bar Manolo, quien pronto cumplirá 90 años–, Elena Etxegoyen, Gorka Álvarez y Enrique Aizpiolea les esperaban con el hamaiketako, del que dieron buena cuenta mientras charlaban animadamente.
Cuando se acercó la hora de comer, el grupo, integrado por 105 personas, se trasladó hasta el restaurante Atalaia de Inaxio Muguruza. Así lo hicieron, de la Junta de Hondarribia, además de Iñaki Sagarzazu, Lohitzun Gojenola –comandante–, Aitor Alza –ayudante de Infantería–, Denis Álvarez y Juan Carlos Miranda –nuevos ayudantes de Caballería y Artillería– y Josu Olascoaga –cornetín–.
Con ellos, los capitanes –por citar tan solo a un representante de cada compañía– Juantxo Lapitz –Escuadra de Hacheros–, Jon Ugarte –tambor mayor–, Alfonso Moreno-Arrones –director de la Banda–, Félix Morán –Escolta de Caballería–, Igor Ugarte –Jaizubia–, Josemari Arbelaiz –Arkoll–, Mikel Labaien –Akartegi–, Borja Azpiazu –Pueblo–, Martin Eizaguirre –Montaña–, Iñigo Lizarraga –Semisarga–, Aitor Sagarzazu –Kosta–, Gregorio Alkain –Ama Guadalupekoa–, Jorge Zapirain –Gora Arrantzale Gazteak–, Ángel Sáenz de Pipaón –Mixta–, Josemi González –Olearso–, Meltxor Amunarriz –Cofradía– y Txomín Martín –Batería de Artillería–, además del secretario de la Junta, Santi Martín.
De Irun acudieron, además de Carrillo, Rubén Fraile –comandante–, Iñaki Goikoetxea, Juanín Serrano, Iñaki Cámara y Jagoba Usabarrena –ayudantes de Infantería, Artillería, Caballería y Estado Mayor, respectivamente–, Iñaki Bereciartua –tambor mayor–, Miguel Sansiñena –director de la Banda–, Jose Mari González –Escolta de Caballería–, Aitor Zabaleta –Behobia–, Ion Ayuela –Ventas–, Paco Sánchez –Meaka–, José Rekarte –Bidasoa–, Daniel Lanchas –teniente de San Miguel–, Javier García –Olaberria–, Iñaki Arruabarrena –Ama Shantalen–, Mikel Urtizberea –Anaka–, Iker Iriarte –teniente de Buenos Amigos–, Iñaki Arzuaga –Uranzu–, Luismari Alustiza –Santiago–, Manu Carrión –Lapice-, Aitor Mediavilla –Real Unión–, Tomás Bernal –Azken Portu–, Cipri Matilla –Belaskoenea– y Samuel Grijalba –Batería de Artillería–.
Al encuentro asistieron asimismo Jon Agudo, Asier Etxepare y Gonzalo Fernández de Casadevante, cornetín, comandante y tambor mayor salientes.
Tras la comida, Paco hizo entrega a Iñaki de la escultura del adoquín, que representa «la fuerza y perdurabilidad de ambos Alardes».
De cara a los próximos meses, ambas Juntas se encuentran trabajando en la organización de los que serán «unos Alardes muy especial |
