Gipuzkoa presentará siete atracciones turísticas de Zumarraga, Deba, Pasaia, Irun, Zarautz, la comarca de Debagoiena y el geoparque de la costa vasca con el objetivo de dar muestra del potencial y el atractivo turístico del territorio.

Domínguez apunta que es imprescindible que nuestros visitantes conozcan Gipuzkoa “en su profundidad. Porque no hablamos sólo de playa o montaña, hablamos también de gastronomía, de cultura, de paisaje urbano, de historia y tradición”.

Con estos siete proyectos que se presentarán en Fitur, se pretende contribuir a que el turismo tenga un reparto más equilibrado dentro de Gipuzkoa.

“Los proyectos nos ayudarán no sólo a que la industria turística conviva de mejor forma con los y las guipuzcoanas, sino también a que el empleo y la riqueza que genera el turismo se repartan de forma más equitativa en las diferentes comarcas de Gipuzkoa”, explica Domínguez.

En definitiva, la estrategia se basa en “generar un modelo de turismo sostenible tanto geográficamente como a lo largo de todo el año, y estos proyectos se alinean a la perfección con esta meta. Representan lo que nos distingue de otros destinos de nuestro entorno”, expresa la diputada foral.

Geoparque de la costa vasca

El Geoparque de la Costa Vasca forma parte de la Red Mundial de Geoparques desde 2010. En noviembre de 2015 fue declarado Geoparque Mundial de la UNESCO por su valor excepcional a nivel geológico. Representa, sin duda, uno de los atractivos turísticos más relevantes de la costa guipuzcoana.

Zumarraga desde dentro

Este proyecto ofrece tres diferentes rutas con las que el visitante conocerá la esencia de esta localidad de Urola Garaia. La ruta urbana permite adentrarse en su historia a través de visitas a la Azoka, el antiguo salón de cine, el teatro Itzalon y la casa Mendia. La ruta industrial recorre el proceso industrializador vivido en la comarca durante el siglo XX; y por último, gracias a la ruta natural se descubre lo mejor del rico paisaje de Zumarraga, como la vía verde del Urola, los tres templos o La Antigua-Beloki.

Deba y su prehistoria

Con este paseo de 3,8 kilómetros en el término municipal de Deba, los protagonistas son los yacimientos prehistóricos de la zona. La ruta, con inicio en Deba y final en Sasiola, alberga tesoros como las cuevas de Ermitia y Praileatiz. El visitante también disfrutará de los meandros y riberas de Deba, de los acantilados de Lasao o del paisaje kárstico del corredor Arno-Izarraitz.

El último oso de debagoiena

Dicen que el último oso que habitó en la comarca de Debagoiena murió en Antzuola en 1867. Con esta ruta se pueden seguir sus pasos, además de experimentar la naturaleza, el patrimonio y la historia de la zona.

Pasaia Itsas Festibala

Este festival, que, un año más, pone en valor el patrimonio marítimo, se celebrará entre el 9 y el 12 de mayo. A Pasaia llegarán embarcaciones de diferentes países, creando una cultura marítima muy diversa expresada a través de la gastronomía, la música y los oficios relacionados con el mar.

Nacido en 1908, Olaguíbel abandonó Irun en 1927 para poner rumbo a París, donde seguiría su formación como boxeador, que había comenzado previamente en Donostia. Este deporte le llevó después hasta Norteamérica donde, tras varias peleas, dio el salto a la lucha libre. A esta segunda disciplina dedicó las siguientes dos décadas de su carrera, y países como Estados Unidos, Chile, Venezuela, Brasil, Cuba, Argentina, Alemania o España fueron escenario de sus enfrentamientos.

Igualmente interesante resulta la faceta cinematográfica de este irundarra. Entre 1933 y 1972 participó en medio centenar de largometrajes, algunos de ellos en Hollywood. Como actor de reparto se especializó en papeles de matón, gángster, verdugo o camarero, en los que encajaba perfectamente gracias a su aspecto.

Ahora, la muestra bautizada como Del ring a Hollywood. Un irunés trotamundos, instalada en el Amaia, repasa todas esas vivencias, a través de una colección de fotografías, carteles, guías publicitarias, programas de mano, reportajes de periódicos y revistas e imágenes de No-Do. Todo ello gracias al trabajo realizado por el gestor cultural y escritor irundarra Gurutz Albisu, que ha sido el encargado de documentar esta extensa exposición. Lo ha hecho dando continuidad a un proyecto que comenzó hace décadas, en el que conjuga la historia del cine con figuras locales y que ha dado como fruto dos muestras previas, una en torno al director de cine y guionista José María Zabalza, y otra sobre el fotógrafo Fernando Larruquert.

En lo que se refiere a Olaguíbel, el autor de la exposición reconoció que al principio le resultó complicado recabar información sobre el boxeador, pero que según fue profundizando llegó a sorprenderse, al toparse con una extensa documentación sobre su figura, principalmente del tiempo en el que se dedicó tanto al boxeo como a la lucha libre, entre 1927 y 1952.

Albisu expresó asimismo que seguir el periplo vital de Shanín le ha resultado “una maravilla”, y aseguró haber sentido incluso “envidia, porque vivió en el París de la Belle Epoque, a finales de los locos años 20; en la Barcelona de la Expo Internacional del 29, cuando se creó el estadio de Montjuic, en el que boxeó ante 40.000 espectadores; también estuvo en el comienzo del cine sonoro en Hollywood…”. Además, agradeció la ayuda que le ha brindado la sobrina de Olaguíbel, que no solo le ha cedido material fotográfico, sino que también ha compartido con él los recuerdos que guarda de su tío.

Respecto a la exposición, Albisu explicó que quien durante las próximas semanas se acerque al Amaia encontrará un panel biográfico en el que se recogen las distintas etapas vitales de Olaguíbel, así como tres más en los que se da cuenta de las principales actividades profesionales a las que se dedicó: el boxeo, la lucha libre y el cine.

‘Del ring a Hollywood. Un irunés trotamundos’ se completa con fotografías, documentos y crónicas periodísticas, así como con la recopilación de todos los carteles de las películas en las que participó, un total de 51, junto con imágenes de las escenas en las que aparece. “He incluido solo aquellos largometrajes en los que he contrastado su presencia. Él nombra más películas en distintas entrevistas, pero yo las he visionado y, ni le he visto, ni he encontrado ninguna referencia”, relató.

Quien desee descubrir la historia de Olaguíbel podrá hacerlo hasta el 31 de marzo, de martes a sábado de 18.00 a 21.00 horas y los domingos y festivos de 11.30 a 13.30 horas.