La Diputación de Gipuzkoa acaba de dar un paso más en su intención de extender el "nuevo modelo de cuidados" en el territorio con la aprobación este martes, por parte del Consejo de Gobierno del Ejecutivo foral, del proyecto para un nuevo centro residencial en el barrio irundarra de Arbes, lo que se traducirá en 130 plazas residenciales para mayores, 26 para personas con discapacidad y otras 55 plazas en dos nuevos centros de días, además de 48 apartamentos tutelados para no dependientes en la zona de Bidasoa. Con esta decisión, el Ejecutivo foral da luz verde a uno de los "proyectos tractores de esta legislatura", tal y como ha repetido en diversas ocasiones la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña. O, en otras palabras, como ha indicado este martes la diputada general, Eider Mendoza, "Irun será (con esta infraestructura) una referencia en el desarrollo del nuevo modelo de cuidados" por varias razones, ya que el complejo "está basado en la innovación, va a facilitar la vida de los residentes y de las personas cuidadoras, y porque se va a reforzar la conexión a la comunidad, ya que será abierto al barrio y a la ciudad".
En esta nueva fase, la entidad adjudicataria, la sociedad Arbesko Egoitza, de la que forman parte la cooperativa GSR, Krean y Altuna y Uria, tendrá que elaborar el proyecto de ejecución y los estudios técnicos complementarios (como son los de seguridad, salud, control de calidad y gestión de residuos). De este modo, se prevé que las obras, cuyo presupuesto asciende a 32.421.183,97 euros, den comienzo en septiembre, para cumplir el objetivo de la puesta en marcha de todo esto complejo residencia en 2026, como ya se anunció hace un año con la adjudicación del proyecto a la citada sociedad limitada.
De la importancia que este proyecto tiene para las instituciones implicadas y para la propia sociedad es un ejemplo que el anuncio de la aprobación del proyecto por parte del consejo de Gobierno ha contado con la presencia tanto de la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; como de la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña: y la alcaldesa de Irun, Cristina Laborda.
Según han explicado en la presentación, sobre Arbesko Egoitza no recae solo la responsabilidad de elaborar el proyecto de ejecución y de realizar las obras, que tienen un plazo de un año, sino también de poner en marcha la residencia, el resto de centros y servicios y gestionarlos durante 22 años. Un importante contrato que cuenta con un presupuesto total de 263,6 millones de euros. Por ello, Mendoza no ha dudado en destacar la "enorme relevancia" que tiene el proyecto, no solo para Irun, sino también por ser un ejemplo más de la "transformación que vive nuestro territorio en lo que a cuidados se refiere".
¿Cómo será el futuro complejo de Arbes?
El complejo residencial de Arbes estará al servicio de un diseño innovador que se enmarca en un modelo de cuidados en el que se ofrece una atención más personalizada, innovadora y conectada con la comunidad, según han explicado.
El edificio principal será una residencia destinada a personas mayores en situación de dependencia y contará con siete módulos con un total de 130 plazas:
- Cuatro son unidades convivenciales con 19 plazas cada una, es decir, 76 plazas
- Dos unidades de 20 plazas cada una, por lo tanto, otras 40 plazas
- Y, finalmente, una unidad de atención psicogeriátrica con 14 plazas
A esas 130 plazas hay que sumar otros dos módulos residenciales con 12 y 14 plazas (26 en total) destinadas a personas con discapacidad severa. Mientras que en las zonas comunes se situarán el hall, un puesto de control, cafetería, salas de estar, comedores, sala audiovisual, peluquería, podología, fisioterapia, sala de reuniones y despachos.
El complejo de Arbes no solo ofrecerá un servicio de larga estancia, sino que también contará con dos centros de día para personas mayores, a las que se destinarán 30 plazas) y para personas con discapacidad, colectivo que contará con una reserva de 25 plazas.
Apartamentos para mayores autónomos
Otra parte importante de este complejo serán los 48 apartamentos tutelados con capacidad para 50 personas mayores autónomas de competencia municipal, gracias al convenio que firmó el Ayuntamiento de Irun con la Diputación cediéndole la parcela donde se ubicará todo el complejo, a cambio de que el Ejecutivo foral financie la construcción de los apartamentos municipales, en torno a los cuales la alcaldesa irundarra ha destacado que servirán para "facilitar la permanencia de las personas usuarias en el entorno comunitario, mejorar el grado de autonomía personal y sus capacidades, evitar situaciones de aislamiento y favorecer su sentimiento de seguridad". Incluso ha puesto como ejemplo que, a raíz de la pandemia, "no podían imaginar apartamentos -que medirán en torno a 40-45 metros cuadrados- sin balcones", como un espacio para que los residentes puedan respirar.
superficie construida ascenderá a 19.363,32 metros cuadrados, de los que la residencia ocupará 6.913 metros cuadrados. "Conformará un espacio abierto al barrio, donde se prime la conexión con al propia comunidad", ha asegurado al respecto Peña.
El proceso de urbanización del terreno, en el que ya se han dado algunos pasos, sigue avanzando con la reciente aprobación la semana pasada del proyecto para desmontar y soterrar una línea aérea de Media Tensión que cruza la parcela. La junta de Gobierno local de Irun dio el visto bueno a estas obras el pasado día 17 y, en total, destinará 2,7 millones a la urbanización de la zona donde se construirá a partir de septiembre el complejo residencial.
Un nuevo modelo de cuidados: "como en casa"
La residencia de Arbes no es el único exponente del nuevo modelo de cuidados que está impulsando la Diputación liderada por Eider Mendoza. Su punta de lanza se sitúa en Pasaia, con el centro Adinberri que está actualmente en obras.
Este espacio ubicado en la zona del muelle de Hospitalillo contará, además de con una residencia y un centro de día, con una unidad de innovación que albergará un espacio de investigación, experimentación y testeo.
8
También está en proceso la residencia Errezabal en Elgoibar, cuyo proyecto ya ha sido adjudicado. No obstante, tal y como ha explicado Mendoza, hay una treintena de residencias que están en proceso de remodelación para adaptar su arquitectura a "unidades convivenciales más pequeñas y a una atmósfera más hogareña", acorde con el citado modelo de atención personalizada para que los mayores que no puedan seguir en sus hogares se sientan, al menos, "como en casa".
Colaboración para el bienestar
"Gipuzkoa se encuentra inmersa en la transformación de su modelo de atención y cuidados para las personas mayores", ha recalcado en este sentido la diputada general, poniendo en valor el proyecto del barrio de Arbes de Irun como "aportación de un grandísimo valor para extender esta apuesta y materializar la transición". Un proyecto que, además, como recordó, arrancó en la anterior legislatura, pero sufrió un parón por la pandemia de covid y que, tras retomarlo, se ha adaptado "a los nuevos tiempos" para impulsar una red de residencias en colaboración con el tercer sector social y los ayuntamientos.
Una colaboración entre instituciones y agentes sociales "que es necesaria e importante", como también ha destacado Peña durante su intervención, así como la propia alcaldesa de Irun, quien ha considerado que ha sido un "trabajo técnicamente complicado", porque este modelo busca "que una persona cuando necesite un apoyo o un recurso empiece en un apartamento y, según avancen sus necesidades, pueda acceder a la red de residencias foral".
"Queremos ser un territorio vanguardista en los cuidados", ha recalcado Mendoza, quien no ha dudado en calificar de "puntero y pionero" esta apuesta que busca la colaboración "con las entidades sin ánimo de lucro que conforman el tercer sector social", con el objetivo de promover "el bienestar integral de todas las personas".