Es ya un evento más de la Navidad en Irun, pues son muchos años los que la ONG Denok Osasunaren Alde (DOA) lleva organizando su tradicional mercadillo solidario de Navidad.
Para ello, suelen contar con la ayuda de quienes, generosamente, les ceden algún local o espacio vació en la ciudad. Este año, el mercadillo de DOA tiene doble sede, con dos locales ubicados en los números 13 y 15 de la calle Fueros, junto al tiovivo de la plaza Genaro Etxeandia. Allí estuvieron hasta hace no mucho dos comercios emblemáticos como Galería Cervantes y Tejidos Marina, y ahora, sus propietarios y las inmobiliarias Servos y Naves y Pisos los han cedido para esta iniciativa solidaria.
"Este año, el objetivo es recaudar fondos para un proyecto de integración escolar de alumnos con dependencia psico-física en el departamento del Beni, en Bolivia, a través de la concesión de becas", explica Marimar Sola, una de las integrantes de DOA encargadas de coordinar este mercadillo solidario. El mercadillo vive hoy su último día, con horario mañana y tarde. Y además, en esta jornada de cierre, "todo se vende a mitad de precio, para liquidar el material", explica la integrante de DOA.
A falta del balance final, los organizadores esperan poder lograr la recuadación de entorno a 10.000 euros que permitiría poner el proyecto en marcha", indica Sola. En el local de Fueros 13, el de Galería Cervantes, DOA ha centrado todo el material dirigido a los niños, sobre todo juguetes. En el número 15, en el de Tejidos Marina, se pueden encontrar infinidad de cosas: libros, películas, objetos de decoración, pequeños electrodomésticos o aparatos electrónicos, pequeñas obras de arte... Casi cualquier cosa. Y lo bueno es que cada día se puede encontrar algo nuevo.
Compradores "Me he pasado arias veces ya y seguiré viniendo, porque se va renovando lo que está a la venta", decía Lourdes Bernal, irundarra de 58 años y vecina del barrio de Dunboa, que suele visitar el mercadillo navideño de DOA "sobre todo, en busca de libros que ya están descatalogados o que no se encuentran en tiendas fácilmente", ya que se confiesa una "lectora voraz".
Darío Pretel, colombiano afincado en Irun, también visitaba estos días el mercadillo solidario de DOA. "Llevo varios años viniendo con mi mujer. Nos gusta comprar cosas para casa o libros", señala. Para este inmigrante latinoamericano, el mercadillo de DOA es algo "muy bueno, porque fomenta los valores de la solidaridad, que parecen estar olvidados"
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