La calle Cipriano Larrañaga será otra a finales de este año. Está previsto que esta semana comience a ejecutarse el proyecto de reurbanización que el Gobierno municipal aprobó tras un periodo de reflexión pública que se puso en marcha hace más de dos años. «Lo que desde abril del 2014 hemos venido hablando en reuniones públicas y en varios encuentros con la Asociación de Vecinos del Centro y los hosteleros de la zona, empezará a tomar forma en los próximos días. Es un proyecto que busca mejorar la seguridad de la calle y convertirla en una prolongación de la plaza del Ensanche, desde el punto de vista visual y de la vida social», explicaba ayer Cristina Laborda, delegada municipal de Obras.
Se trata de una reurbanización integral que quiere dotar a esta calle de «un carácter de prioridad peatonal. Para ello se ampliará la acera izquierda en sentido de subida hasta una anchura de cuatro metros, y la acera derecha a un mínimo de dos metros» para alojar en este lado «zonas reservadas a carga y descarga y contenedores de recogida selectiva de residuos».
Las obras darán comienzo con una primera fase localizada en el tramo situado entre la estación de Euskotren y el cruce con la calle Jacobo Arbelaiz. Durante esta primera semana se realizarán «trabajos de catas, desmontajes de alumbrado existente y colocación de alumbrado provisional, así como otra serie de trabajos previos a las actuaciones más importantes». Tras la obra, este tramo será «de carácter peatonal, con acceso de vehículos tan sólo a los vados existentes. En los dos tramos siguientes se diferenciará entre los espacios peatonales y el vial mediante el cambio de pavimento, aunque la acera y la carretera irán enrasados», es decir, no habrá diferencia de altura.
El proyecto incluye la renovación de las canalizaciones subterráneas de saneamiento y abastecimiento de agua potable así como la instalación de nuevo alumbrado en la zona con tecnología LED.
Atendiendo a las características del proyecto, el Gobierno prevé que tras su ejecución se elimine un total de 25 de las actuales plazas de aparcamiento. La respuesta llegará con la creación en este punto de «la primera zona OTA blanca de la ciudad», que se reserva exclusivamente para residentes. Según explicó Cristina Laborda el compromiso municipal es «habilitar en calles próximas más plazas para residentes que las que se eliminan con estas obras».
De esta forma se habilitarán 34 plazas a lo largo de la calle Jacobo Arbelaiz, entre el paseo de Colón y Txoantenea; en la calle Miguel de Astigar, entre el paseo de Colón y Juan de la Cruz, y en la calle Txoantenea, entre las calles Jacobo Arbelaiz y Miguel de Astigar. Según anunció ayer el área municipal de Obras, «está previsto que en paralelo al inicio de estos los trabajos de reurbanización, se marquen estas plazas con pintura blanca y alguna señal informativa». Será la primera zona de OTA blanca en la ciudad en exclusiva para residentes, en este caso, para vehículos de la zona 1.