Caras y cartas llenas de ilusión

Cientos de niños y niñas hicieron ayer cola para saludar a Olentzero, pero la espera no se les hizo nada fácil. Los nervios y la emoción eran más que patentes y tuvieron que ser aitas y amas, y aitonas y amonas, quienes guardarsen el sitio pacientemente mientras los txikis correteaban alrededor. A la ilusión e inquietud de ayer sólo les superan las de hoy, cuando sólo faltan horas para que Olentzero entre sigilosamente en los hogares para dejar sus regalos.

Pero, ya se sabe, el carbonero no suele dejarse ver esta noche. Es por ello que quiso acercarse ayer para que los niños y niñas le saludasen y pudiesen hacerle llegar en persona sus peticiones. Olentzero llegó a Irun gracias a la colaboración de Betti Gotti Euskal Kultur Elkartea, Santiagoko Deabruak, Trikitixa Eskola y Txorimaloak Soinu Taldea. Los organizadores del acto le recibieron en la plaza Alberto Anguera y, desde allí, Olentzero recorrió el centro de Irun hasta llegar a la plaza San Juan en una carroza que emulaba su caserío. La cola que había empezado a formarse desde una hora antes llegaba ya hasta más allá de la pérgola. En el tablado instalado frente al ayuntamiento, Olentzero pasó horas recibiendo a los niños y niñas y tomando nota de sus peticiones.

Hoy, el carbonero ultimará los preparativos para el reparto de esta noche, y para que mañana el día amanezca lleno de magia.