Oskarbi se despide de sus lectores |
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Miércoles, 18 de Enero de 2017 13:35 |
Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el miércoles día 18 de Enero de 2017. Oskarbi se despide de sus lectores
18 enero 201708:24
Anteriormente en Prudencia Arbide y hasta hace apenas unos días en el paseo Colón, la librería Oskarbi ha sido refugio y guía de lectores desde hace décadas. La noticia del cierre de este establecimiento ha causado tristeza entre ciudadanos vinculados al mundo de la cultura y lectores en general.
Los escritores de la comarca del Bidasoa son algunos de los que más lamentan la desaparición de la librería. De hecho, la recientemente creada asociación que reúne a escritores de Irun y Hondarribia eligió como nombre Oskarbi en homenaje a este establecimiento. «Ana Azurmendi, propietaria de Oskarbi, nos ha apoyado desde el principio en nuestras respectivas trayectorias y nos puso en contacto a los unos con los otros», recordaba el escritor Fernando García en la presentación del libro 'Oskarbi 21'. Esta colección de relatos, todos ellos ambientados en la comarca y muchos firmados por autores bidasotarras, homenajea también en su título al establecimiento. «Durante los últimos 28 años, ha habido épocas en las que iba todos los días a Oskarbi», recuerda el bibliotecario Iñaki Ceberio. «Ana es una gran profesional. No vende libros, es librera», dice, poniendo énfasis en la última palabra. Con el cierre de su tienda «la ciudad pierde mucho, porque además no hay visos de que vaya a haber un reemplazo». Pero, apunta el bibliotecario, «la sociedad en la que vivimos no tiene conciencia de la necesidad de consumir ciertos productos», como los culturales. Javier Gil Díez-Conde, escritor irunés y profesor jubilado de Literatura y Teatro del Instituto Pío Baroja, también lamenta profundamente que la ciudad pierda este establecimiento: «para mí, con el cierre de Oskarbi y sin Ana, Irun se queda huérfana. Me da mucha pena. Puedes conjurar la muerte, pero tarde o temprano va a llegar. Es algo que estamos viendo en toda España: se están cerrando las librerías independientes y lo único que queda son las grandes cadenas». Ante lo que supone la pérdida un valor cultural de la ciudad cabe plantearse varias cuestiones. Las causas pueden ser diversas: la crisis económica, los nuevos formatos digitales, un cambio en los hábitos de ocio... Al margen de los motivos, y de que todos podemos tener parte de culpa, perder Oskarbi es perder cultura y valor añadido. Y, frente a algo que no ocurre sólo aquí, sino en todo el país, es difícil ser optimista: la apuesta por la cultura es una inversión a largo plazo, tanto para instituciones como para ciudadanos. ¿Queda espacio para ella en la sociedad de la inmediatez?
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