1 febrero 201708:42
El área de Urbanismo va a poner en marcha un nuevo plan destinado a rehabilitar y regenerar conjuntos urbanos de la ciudad. La experiencia piloto de este proyecto va a llevarse a cabo en la calle Iñigo de Loiola y, en base a los resultados que se obtengan, podrá extenderse a otros entornos de la ciudad.
Este nuevo plan tiene sus antecedentes en las ayudas que ofrece el ayuntamiento para la mejora de la accesibilidad y la eficiencia energética de edificios y viviendas. «En este momento, queremos dar un paso más y adoptar una serie de medidas de actuación en el ámbito de la rehabilitación y regeneración de conjuntos urbanos», explicó Xabier Iridoy. El plan se aplicará a «conjuntos de edificaciones que han seguido un sistema de construcción similar y que son de una época determinada».
«Lo que pretendemos desde el área de Urbanismo es realizar una serie de estudios en determinados conjuntos urbanos que presenten problemáticas de accesibilidad y tener insuficientes condiciones de habitabilidad, en lo que se refiere a aislamiento térmico y acústico o eficiencia energética», señaló el delegado. La metodología que se prevé seguir es, una vez realizados dichos estudios, «proponer a los propietarios una serie de programas de mejora para resolver los problemas que se hayan identificado».
El área de Urbanismo va a poner en marcha una primera experiencia piloto de este plan en el entorno de la calle Iñigo de Loiola, en el barrio Larreaundi. «Vamos a utilizar este primer estudio a modo de prueba», explicó Iridoy. El proceso seguirá los siguientes pasos: en primer lugar, se obtendrá «la información necesaria para poder abordar una rehabilitación integral de ese conjunto urbano. A continuación llevaremos a cabo un diagnóstico técnico de la realidad de esas edificaciones», para finalmente realizar «una serie de propuestas para una posterior intervención».
En paralelo a las acciones citadas, el área de Urbanismo llevará a cabo un proceso de participación con los vecinos propietarios de las viviendas y locales del ámbito de actuación, «y les presentaremos posibles soluciones, los costes muy aproximados de esas soluciones y unos plazos de ejecución». Una vez se conozcan los costes reales «y los programas de ayudas de las administraciones públicas a los que se pueda recurrir» para realizar la regeneración, «se determinará un modelo de gestión a seguir», concretó el delegado de Urbanismo. «Lo primero que tenemos que hacer es identificar los conjuntos urbanos que son suscetibles de ser abordados desde este nuevo planteamiento», señaló Xabier Iridoy. «Vamos a ir paso a paso, a ver en qué medida podemos actuar en Iñigo de Loiola y qué resultados obtenemos». En base a esta experiencia piloto, se determinará «qué pasos damos a continuación».
Este nuevo planteamiento de conservación y rehabilitación de edificios que ponemos en marcha tiene como finalidad última mejorar las condiciones de vida de las personas que tienen carencias de habitabilidad», concluyó Xabier Iridoy.
La calle Iñigo de Loiola será objeto de la experiencia piloto del nuevo plan de Urbanismo.