La aparición de amianto frena la obra en el Cuerpo de Guardia de Behobia

Las obras de remodelación del Cuerpo de Guardia de Behobia, uno de los últimos vestigios constructivos de la antigua aduana del barrio fronterizo, han sufrido un inesperado contratiempo cuando los operarios han detectado la presencia de amianto. Se trata de un material que puede resultar muy tóxico en el momento de su retirada, ya que no es peligroso hasta que se rompe y sus fibras microscópicas se reparten por el aire con el riesgo de ser respiradas.

«Los técnicos no preveían que pudiera haber amianto en ese inmueble», admitía ayer el alcalde, José Antonio Santano, «pero estas cosas pasan y siempre estamos atentos». Así, el área de Obras ya ha activado el procedimiento para retirar el material, «un protocolo que hay que llevar a rajatabla y en el que está también Osalan», el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, dependiente del Gobierno Vasco.

Santano explicó que el procedimiento de retirada «no es demasiado complicado. Se ha detectado a tiempo y eso facilita las cosas. Los pasos que hay que dar son bastante claros y seguros. Se trata sobre todo de garantizar la seguridad, especialmente la de los trabajadores que realicen las tareas de retirada, pero también la de los vecinos para los que no hay apenas riesgo alguno pero hay que asegurarse bien». En el caso de los operarios «es bastante reconocible el material de seguridad, con los buzos blancos y los protectores para la cara». Si todo va como debe «no pensamos que vaya a retrasar demasiado el conjunto de la obra».

El edificio del Cuerpo de Guardia se encuentra en la plaza del Bicentenario de la Segunda Batalla de San Marcial, pegado al río Bidasoa a su paso por Behobia.

Desde hace décadas, el inmueble se encuentra en desuso y tras varios años de espera, en diciembre se adjudicó una profunda rehabilitación que incluía eliminar los añadidos exteriores del edificio original y rehabilitar éste por completo. Se trata de un proyecto de 450.000 euros y 10 meses de ejecución para convertirlo en un espacio social para el barrio.