Javi Tolosa: «Mi primer trabajo como actor fue en una serie con Andrés Pajares» |
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Domingo, 12 de Febrero de 2017 12:25 |
Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa,el domingo día 12 de Febrero de 2017. Javi Tolosa: «Mi primer trabajo como actor fue en una serie con Andrés Pajares»Javi vive a caballo entre Madrid, «donde tengo mi trabajo», e Irun, «donde están mi pareja, familia y cuadrilla de toda la vida». / F. DE LA HERA
12 febrero 201709:37
Esta es, de momento, la entrevista más multitudinaria que ha pasado por esta página. Un cocinero, un obispo, el padre del 'pajas', un policía de aeropuerto, un secuestrador, un director de colegio y un camarero, entro muchos otros, son los que hablan hoy. Detrás de todos está Javi Tolosa. El irundarra cambia de 'aspecto' y 'profesión' a menudo, pero mantiene intacta su pasión por la interpretación. Han pasado dos décadas desde que decidiera hacer las maletas para meter en ellas cuantos más personajes mejor. Podemos levantar el telón, apagar las luces o sentarnos en el sofá; teatro, cine o televisión. No tiene preferencias.
-¡Acción!, ¿tu palabra preferida?
-Podría ser. Así han empezado muchas y bonitas aventuras.
-Podríamos reunirlas todas en 'La gran aventura de ser actor'...
-Desde luego. Si algo tiene esta profesión es aventura. Y, sin duda, estos veinte años han sido toda una aventura.
-Una aventura sin brújula ni mapa. ¿Cómo te atreves?
-Se va enfadar cuando lo lea, pero todo ha sido culpa de un amigo. Aitor Anuncibay.
-¿La tuya es la típica historia del amigo que acompaña a otro a un casting?
-(Risas) No, no. ¡Para nada!
-¿Entonces?
-Te cuento. Aitor se fue a estudiar periodismo a Bilbao. En una de las veces que vino a Irun me contó que se había apuntado a un grupo de teatro universitario. Me dijo que se lo pasaban fenomenal, que era muy divertido, que 'jiji-jaja'... Y pensé, pues voy a buscar un grupo yo también.
-¿Dónde lo encontraste?
-Pues en Irun no había nada, así que busqué en Donostia. Allí me apunté a un pequeño grupo de teatro y me enganché.
-¿Qué te hicieron?
-No sé qué fue, no lo sé explicar. Solo sé que disfrutaba muchísimo. Era teatro amateur. Montamos un par de obras en un año. Venían solo amigos y familiares, pero me encantaba. Te pongo un ejemplo...
-Dime...
-En esa época trabajaba en Merryck, la tienda de mis 'aitas'. Si me decían que fuera a ensayar a las ocho de la mañana, yo iba encantado. Ahora, me decía mi padre que a las ocho de la mañana abriese la tienda y...
-¡Se acabó la función!
-Claro, le decía que no. (Risas) El teatro me enganchó a tope, así que decidí hacer las maletas e irme a Madrid.
-¿Así? ¿Con lo puesto?
-¡Total! Vendí el coche y todo lo que pude para sacar algo de dinero. Me decían que estaba loco, pero yo tenía un plan...
-'Me encanta que los planes salgan bien', que diría Hannibal.
-A mi también, pero no me fue tan bien como al Equipo A.
-Por partes, ¿cuál era el plan?
-Yo quería ir con algo de dinero para no tener que trabajar y así estar disponible para hacer castings.
-¡Buen plan! ¿Qué salió mal?
-Me fundí todos mis ahorros el primer año. Tuve que volver...
-¿Tiraste la toalla?
-¡De eso nada! Me puse a trabajar descargando bacalao en Pasajes, ahorré otro poco y volví a Madrid. Allí fui haciendo trabajos puntuales para subsistir y poder acceder a los casting.
-¿Por ejemplo?
-Pues una época estuve impermeabilizando prendas Barbour.
-Has hecho de todo, no solo como actor. ¿Este segundo plan funcionó mejor que el primero?
-Estuve tres años estudiando y conociendo el medio. En esos años me enteré que existen directores de casting, productores... figuras de las que nunca antes había oído hablar. A los tres años, monté otro plan, pero esta vez no estaba solo.
-¿El Equipo A al completo?
-Casi, casi. Montamos una obra de teatro entre Sergio Peris-Mencheta, Quique Arce, dos actores más y yo. La intención era invitar a unos cuantos directores de casting para que nos vieran en acción y así fue.
-Si Mahoma no va a la montaña...
-Efectivamente. Al día siguiente me llamó Elena Arnau, una directora de casting. Ahora creo que está en 'Cuéntame', por ejemplo.
-Llega tu primera oportunidad.
-Me ofreció un papel pequeño en una serie. ¿Sabes con quién?
-¿...?
-¡Andrés Pajares! Lo recuerdo perfecto. Era un papel con tres frases, pero de repente me vi ahí, enfrentándome a cuatro cámaras y con un señor como Pajares.
-¿Pajares fue tu talismán?
-(Risas) Yo creo que Elena Arnau quiso ver cómo me desenvolvía, no debí hacerlo mal y me llamó para darme un personaje en la serie 'El Súper'. Grabé toda una temporada, la última de la serie, mientras hacía una obra de teatro con Javier Gutiérrez y Beatriz Argüello. Terminé las dos cosas y seguido empecé a rodar la serie 'Antivicio' para Antena3.
-Esto empieza a funcionar, ¿no?
-Sí, pero el plan se me vuelve a torcer. En una de mis visitas a Irun, en el monte, me pegué un bofetón en moto que... ¡No me maté porque no me tocaba!
-¿Qué te pasó?
-Me rompí entero. Tuve que estar un año de baja, hecho un cromo. Durante ese año, tuve que rechazar tres o cuatro proyectos. Lo pasé mal.
-Pero tampoco tiraste la toalla...
-No, al cabo de un año me dieron el alta. Volví a Madrid y tuve que empezar de cero. Esa fue mi sensación. Cuando estaba siendo mi despegue, me pegué el bofetón...
-¿Qué hiciste entonces?
-Llamé a una de las productoras con las que había trabajado y tuve la suerte de que me dieron un papel en una serie. Ahí consigo reengancharme.
-Hemos hablado de teatro y tele, ¿qué hay de la gran pantalla?
-Cine también he hecho. Mi primer papel, si no recuerdo mal, fue en 'Carretera y manta'. Todo mi texto era: 'no, no sé y normal'. Tal cual. Pero curiosamente fue una de las secuencias que más divirtió a la gente.
-Te hemos visto en otras muchas películas. La más reciente 'Que dios nos perdone'.
-Sí, Rodrigo Sorogoyen me ha dirigido en muchas series: 'La pecera de Eva', 'Impares', 'Vida loca'... Me llamó para ofrecerme un papel pequeño, pero sin leer nada le dije que sí. Me obligó a ver el guión antes de contestar, como imaginarás, después de leerlo era imposible que dijera que no.
-¿Y ahora qué?
-¿Ahora? Ahora acabo de volver de Madrid de participar en una obra de teatro increíble, 'La cocina'. Ha sido un éxito a nivel de público y crítica, pero dudo que pueda repetirse.
-¿Por qué?
-La profesión está 'complicada', pero el teatro está mal. Eramos 26 actores en escena, imagínate qué trabajo de producción y escenografía. Ha salido adelante porque todos hemos cobrado la mitad.
-La aventura de ser actor, ¿repetirías?
-Absolutamente. No te voy a engañar, echo en falta una estabilidad, pero lo tengo asumido. Llevo 23 años en Madrid y veinte viviendo de esto, es más de lo que me esperaba.
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