Los primeros autobuses urbanos eléctricos llegarán a la Línea 1 en 2018

La Mesa de Movilidad se reunió el lunes para tratar varios asuntos con los que el Ayuntamiento de Irun quiere dar un nuevo impulso a su servicio de transporte público urbano. «En 2012 modificamos los recorridos e invertimos la tendencia de aquel momento en el que cada vez menos gente viajaba en autobús», recordó la delegada de Movilidad, Cristina Laborda. Desde entonces, cada año mejoran las cifras de usuarios. «Pero ahora queremos dar otro salto cualitativo».

En diciembre termina el actual contrato de gestión y el Consistorio se plantea un cambio en el modelo para poder dar pasos verdaderamente significativos hacia un «ambicioso objetivo: que de aquí a 10 años todos los autobuses urbanos sean eléctricos». Así, el próximo mes saldrá el contrato de gestión de las líneas y en vez de a 10 años, será para dos, ampliable a otros dos. En lugar de que la empresa concesionaria adquiera los autobuses, el Consistorio publicará posteriormente otro contrato, independiente del primero, para comprar vehículos eléctricos que convivan con los actuales de gasolina. «El mercado de los eléctricos está evolución. Este sistema nos dará margen para ir incorporando las novedades».

En los próximos cuatro años, empezando por 2018, el objetivo, será 'electrificar' la Línea 1, Zaisa-Hospital, con cuatro autobuses de 'carga de oportunidad', es decir, que aprovecharán su paso por las cabeceras para recargar las baterías. «El sistema de carga nocturna lo hemos contemplado, pero tenía sus problemas». Laborda explicó que el Ayuntamiento lleva «mucho tiempo trabajando en esto junto a Diputación y EVE (Ente Vasco de la Energía)».

También el año próximo espera el área de Movilidad implantar el cambio de líneas que ayer presentó ante la Mesa de Movilidad, pero que requiere aprobación plenaria. «En 2018 contaremos ya con las instalaciones deportivas del Club de Tenis Txingudy y la idea es que la Línea 3 llegue hasta allí». Con esa ampliación, un único vehículo ya no podría cubrir todo el recorrido actual, que incluye también Olaberria. Puestos a añadir, desde el área plantean que el segundo minibús complete otra ruta, una Línea 4 diseñada «para responder a varias demandas» teniendo siempre presente la gratuidad del transbordo entre las líneas urbanas.

Saldría de San Juan hacia Anzaran para que los vecinos de este barrio pudieran salvar con transporte público los fuertes desniveles que los separan del centro. Pasaría por la avenida de Gipuzkoa para ofrecer la tan demandada parada cerca del ambulatorio. Recorrería la avenida de Euskal Herria, atendida hasta ahora sólo por servicios interurbanos, y terminaría asumiendo el recorrido que abandonará la L3: Olaberria, Parte Vieja, San Juan.